FINAL DE LA LIGA | BARÇA 1-MOVISTAR 3
El Movistar Inter gana su 11ª Liga ante el Barcelona en el Palau
El Movistar se impuso al Barça (1-3) en un cuarto partido brillante, igualado y donde volvieron a saltar chispas. Los madrileños remontaron el gol de Ferrao.
El Movistar Inter es campeón de Liga por 11ª en su historia después de vencer al Barça en el Palau (1-3) en el cuarto asalto de la final, que acabó siendo definitivo. Un encuentro de nuevo de mucho nivel, decidido por detalles, entre dos de los mejores equipos del planeta en el que tampoco faltó la tensión presente durante toda la final. Finalmente, los madrileños, el mismo conjunto que fue el mejor en la temporada regular, finiquitó el duelo y levantó la tercera Liga de la 'era Ricardinho' y el tercer título de esta temporada tras Supercopa y Copa de España. Además, el triunfo conlleva el importante billete para estar en Europa la próxima temporada.
Otro detalle que se repitió en este curto partido fue que el ganador tuvo que remontar. En este caso para el Movistar, el tanto de Ferrao, el pivote que fue el mejor jugador azulgrana. El brasileño cazó un rechace para batir a un Jesús Herrero que se había tenido que estirar ante un misil de Aicardo. Un gol que reafirmaba la apuesta de un Barça muy agresivo en ataque, pero también en defensa, lo que hizo que acumulara cinco faltas muy rápidamente.
La amenaza de un doble penalti se cernía sobre el equipo azulgrana, pero lo que sufrió fue aún peor. Su sexta falta la cometió apenas en la frontal del área, lo que permitió a Ricardinho disparar una especie de penalti (una falta sin barrera). El portugués, a pesar de tener delante a Paco Sedano, la colocó en el único sitio donde el meta no podía llegar a tapar: en la escuadra.
Con ese empate ambos equipos se marcharon a vestuarios, no sin antes enzarzarse en una pelea en el túnel, en otra mustra de la tensión que se ha vivido entre ambos equipos. Y el tono duro siguió tras la reanudación, pero no impedía que se vieran tramos de un fútbol sala precioso. Ambos contaron con ocasiones pero fue el acierto del Movistar el que acabó desnivelando el choque. Concretamente el de un Cardinal que remachaba con una volea una jugada de estrategia. El balón, aunque lo tocó Sedano, acabó entrando.
A partir de ahí el Barça se vio obligado a quemar todas sus naves, presionando muy arriba a su rival con la esperanza de igualar el choque y no verse obligado a jugársela con el portero-jugador, que tan mal resultado le había dado en duelos anteriores. Pero ni Lozano, ni Dyego, ni Ferrao pudieron con Herrero, lo que obligó a Carmona al ataque de cinco... lo que volvió a ser un suicido, ya que en apenas unos segundos había encajado el 1-3 de Ortiz, lo que acabó siendo la puntilla.