El campo de sueños de la MLB
Muchos niños sueñan con ser jugadores profesionales de béisbol, pero unos pocos una vez que lo logran no dejan de soñar.
En la película “Field of Dreams” (Campo de sueños), Shoeless Joe, interpretado por Ray Liotta, le cuenta al granjero Ray Kinsella, representado por Kevin Costner, que adoraba el béisbol y que cuando le sancionaron apartándole del juego le arrancaron lo mejor de su vida. Son incontables los niños que juegan al béisbol en el jardín de su casa con su padre y que sueñan con vestir el uniforme de un equipo profesional del pasatiempo nacional. Muchos son los llamados y pocos los elegidos, pero de éstos hay algunos que todavía llegan mucho más lejos.
A mediados del pasado mes de mayo, Marcus Stroman compartía en su perfil de Instagram su ceremonia de graduación en la universidad de Duke. El pitcher de los Toronto Blue Jays fue elegido en la primera ronda del draft de 2012 por la franquicia canadiense. En el momento de la elección le quedaban pocos créditos para terminar la carrera de sociología, por eso le prometió a su madre que acabaría los estudios en cuanto tuviese ocasión. La recuperación de una lesión en el ligamento cruzado anterior le otorgó el tiempo libre suficiente para superar las asignaturas que le faltaban y así cumplir su promesa.
El caso de Stroman no es el único, pero trae a la memoria una de las carreras profesionales más llamativas, la de Jason Szuminski.
Szuminski era un brillante estudiante que logró entrar en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts. Mientras estudiaba para ser ingeniero aeroespacial, logró una prestigiosa beca que incluía el servicio durante cinco años en las Fuerzas Aéreas. Además de terminar sus estudios, sus condiciones de lanzador de bolas, no de cohetes, llamaron la atención de los ojeadores de los Chicago Cubs que lo seleccionaron en el año 2000. Jason pasó tres años compaginando partidos de las ligas menores con el estudio y diseño de satélites en el ejército. Para poder mantener su beca, debió donar a la beneficencia sus salarios íntegros de 2002 y 2003.
Finalmente, en 2004, los San Diego Padres, la franquicia de su ciudad natal, le dieron la oportunidad de cumplir uno de sus sueños de la infancia, ser jugador profesional. Debutó el 11 de abril de 2004 en un partido emitido para toda la nación contra los Giants de San Francisco. Siete partidos después, el 9 de mayo del mismo año, hizo su última aparición en las Majors. Tras ser reclamado por los Cubs, fue enviado al equipo de la triple A y decidió, ayudado por una lesión de hombro, poner fin a su carrera como jugador.
Szuminski, capitán reservista de las fuerzas aéreas y segundo jugador en llegar a profesional desde el MIT, tras el también lanzador Alan Dopfel, decidió completar su formación con el máster MBA en la escuela de negocios de la universidad de Stanford, estableciendo unos más que sólidos cimientos de una extraordinaria carrera profesional.
En “Field of Dreams”, el Doctor Archibald Graham soñaba con haber completado un turno de bateo y haberle guiñado un ojo al pitcher para que pensara que sabía más que él. Si lo hubiera realizado, Graham no hubiera pasado de ser un jugador normal y la gente hubiese perdido a un gran médico. La vida de Szuminski es similar y es que no todos los sueños se cumplen en el diamante.