Mireia y Villaecija se baten en duelo por la única plaza a Río
Buscarán una de las dos plazas que se otorgan para la prueba de aguas abiertas en los Juegos Olímpicos de Río.
En Setúbal (Portugal), el mar Atlántico es gélido (18 grados) y las corrientes generan olas como martillos que golpearán con fuerza a las nadadoras que participarán en el Preolímpico de 10 km aguas abiertas (16:00, FinaTV). Este sábado debutarán Mireia Belmonte y Erika Villaecija, quienes protagonizarán un intenso mano a mano: hay 15 plazas en juego y solamente puede clasificarse un nadador por país.
Villaecija tiene de su lado la experiencia: “Ya he nadado en este circuito y el agua fría la llevo bien, aguanto más que otras nadadoras. Este es el 10.000 que mejor he preparado. He realizado buenas cargas de trabajo, he hecho un buen entrenamiento invisible y he mejorado las marcas en piscina. Eso es buena señal”. El optimismo de Villaecija esconde también la exigencia de lograr meterse en los que serían sus cuartos Juegos. Es su última oportunidad. “Es un reto personal. En Londres pensé que no la tendría más”, reflexiona.
Para Mireia, que participará en seis pruebas de piscina (200 mariposa, 200 y 400 estilos, 400 y 800 libre, y 4x200 libre), esta modalidad es “un entrenamiento”. “Nuestro enfoque es otro. Erika tiene la experiencia, además el agua estará muy fría, pero la prueba va a ser de mucho nivel. Mireia tiene que nadar cerca de la cabeza de la prueba y evitar los golpes”, relata su técnico Fred Vergnoux.
¿Cómo ha preparado la nadadora de la UCAM esta prueba? “Hemos realizado algunos entrenamientos en el mar, sobre todo los últimos fines de semana”, describe el francés, que después de Setúbal se llevará a su grupo de entrenamiento a Sierra Nevada para hacer una estadía de un mes, la última en altura antes de los Juegos Olímpicos.
Mañana, en categoría masculina, Antonio Arroyo y Pol Gil pelearán por lo mismo. Una lucha dura por cumplir el sueño de sus primeros Juegos.