Rob Ryan: “N. Orleans me echó por hacer bien mi trabajo”
El actual coordinador defensivo de los Bills, a las órdenes de su hermano gemelo Rex, acusó a Sean Payton de impedirle hacer correctamente su labor.
Está más que claro que Rob Ryan nunca ha tenido problemas de autoestima. El gemelísimo de Rex, que además es en la actualidad coordinador defensivo de los Buffalo Bills, el equipo que dirige su hermano, ha dado muchas pruebas de ello a lo largo de la historia.
Muchas veces le hemos visto reaccionar con indiferencia cuando a lo largo de su carrera se han extendido los rumores de que iba a ser despedido por su equipo de turno. La respuesta siempre ha sido más o menos la misma: “no me importa en absoluto. Tendré equipo en 48 horas”.
La carrera de éxito de Rob Ryan comenzó en la NFL bajo el brazo de Bill Belichick. Fue el entrenador de linebackers de la ‘Band of Brothers’ de los Patriots que ganaron la XXXVI y la XXXVII Super Bowls. Tedy Bruschi, Roman Phifer, Mike Vrabel y compañía, sirvieron bajo sus órdenes. Quite el hipo solo pensarlo. Después de aquella etapa, los equipos se lo rifaban. Pasó por Raiders, Browns, Cowboys y Saints antes de recalar en los Bills hace muy pocos meses.
Si algo puede definir el estilo de Rob Ryan es la agresividad. Él sacrifica cualquier estadística con tal de conseguir una ‘jugada grande’. Eso le ha traído muchos disgustos durante su carrera. Esa agresividad ha sido la causa de que sus defensas también hayan encajado infinidad de grandes jugadas en su contra, gracias a los terribles agujeros que se crean con tanta ambición. Otra de las características de Ryan ha sido su espíritu innovador. El afán por desconcertar al contrario y conseguir la iniciativa, aunque sin demasiado éxito en los últimos tiempos.
Su etapa en los Saints comenzó en 2013 en la que quizá haya sido su mejor temporada. La defensa de New Orleans terminó cuarta en el ranking de puntos recibidos y de yardas permitidas. Rob Ryan no solo tuvo éxito con su filosofía ofensiva, sino que ese estilo parecía cuadrar perfectamente con un Sean Payton que le exigía que el ataque estuviera permanentemente en el campo. Los tres y fuera se sucedían y parecía que Rob por fin había encontrado el lugar perfecto para atropellar rivales.
Sin embargo, en 2014 y 2015 su defensa fue un auténtico desastre. Primero intentó dar un paso más en la agresividad de su secundaria. Para ello reunió a su alrededor un grupo de jugadores que a priori parecía sensacional: Kenny Vaccaro, Jarius Byrd, Rafael Bush, Keenan Lewis, Patrick Robinson, Corey White… Pero las lesiones destrozaron el plan. Además, los rivales se habían estudiado a fondo su filosofía. En 2014 los Saints tuvieron la segunda defensa que más yardas permitió y la cuarta que más puntos encajó. En 2015 las cosas fueron incluso peores. Su defensa fue la peor de la NFL en puntos encajados y la segunda peor en yardas permitidas. Las discusiones en la banda entre él y Sean Payton eran permanentes, en ocasiones parecía que podían llegar a las manos, y la sensación era que después de ese desastre le costaría volver a encontrar un equipo que confiara en él.
Fue entonces cuando su hermano gemelo salió al rescate y le contrató para encargarse de la defensa de los Bills. Pero con un único problema: el propietario le ha dejado más que claro que, si el experimento no tiene éxito, pondrá a ambos de patitas en la calle en enero.
Ahora, como no podía ser de otra manera (de hecho ya estaba tardando), Rob Ryan ha explicado lo sucedido durante esas dos temporadas como solo él, y su hermano, saben hacerlo. En una entrevista para TheMMQB.com no se ha mordido la lengua y ha dejado perlas como las siguientes: “los últimos dos años en Nueva Orleans fueron una pérdida de tiempo para mí”. “Me contrataron para usar un sistema múltiple, hice un trabajo muy bueno y me despidieron por ello”. “Contratar a Jairus Byrd nos arruinó. Todos los equipos que han puesto en práctica una variación de la defensa de Seattle ‘la han cagado’. Yo lo sabía y mi único error fue ponerme en sus manos y dejar que pasara”.
Como era de esperar, Sean Payton no ha tardado en responder a las insinuaciones de que no había permitido a Rob entrenar como quería y se había inmiscuido en su trabajo: “La defensa de New Orleans era la defensa de Rob Ryan”. “La idea de que no era su defensa, y de que no estaba a cargo de ella, es una tontería”. “Cuando te toca bregar durante dos años con una defensa tan mala, y con problemas recurrentes como tener solo 10 hombres en el campo, se hace difícil vivir con ello”.
Conociendo a los hermanos Ryan, y la presión con la que tendrán que trabajar en 2016, no hay que descartar que durante la temporada haya bastantes ‘momentos calientes’ entre ellos. Y ya se sabe que donde hay confianza da asco y que ninguno de los dos es de ceder para evitar conflictos. Por tanto, no sería raro que la historia no acabe bien del todo. En ese momento el show estará asegurado. Sin ninguna duda estarán dispuestos a desollarse vivos para justificar sus actos. Los comentarios sobre los Saints y Sean Payton se podrán convertir entonces en un simple aperitivo bajo en calorías.
Genios y figuras por partida doble.