Phillies, acostumbrados a ganar al filo de la navaja
La novena de Filadelfia se ha aferrado a pelear el liderato de la División Este de la Liga Nacional con 14 triunfos en juegos decididos por una carrera.
Quizá no lo hayan notado, porque no han hecho mucho ruido, pero los Phillies de Filadelfia están sólo a medio juego del liderato en el Este de la Nacional.
Falta mucho, muchísimo camino por recorrer en la temporada, pero luego de 41 juegos, los Phillies se han empeñado en hacer quedar mal a quienes los vieron como inquilinos de principio a fin del sótano de su sector.
Y las claves con las que han logrado perfilarse como un dolor de cabeza para Mets y Washington son un buen pitcheo y resistencia en duelos en los que un swing pudo cambiarlo todo.
Los Phillies tienen la mejor marca en las Mayores en 2016 en juegos con diferencia de una carrera en la pizarra con registro de 14-3, el cual demuestra que aprendieron rápidamente a ganar duelos apretados.
Los Phillies aprendieron rápidamente a inclinar la balanza a su favor en este tipo de encuentros, pues en 2015 terminaron con la segunda peor marca en esta categoría al ganar sólo 16 juegos y perder 27.
Seis de los juegos de Filadelfia decididos por una carrera en 2016 han sido con marcador de 4-3, mientras que otros cinco con pizarra de 3-2.
El bullpen ha jugado un papel determinante para evitar que estos duelos se convirtieran en un desastre para los Philies.
En los 17 juegos de Filadelfia que han terminado con diferencia de sólo una carrera, los relevistas de los Phillies han trabajado 53.1 entradas en las que han permitido 36 hits y 11 carreras.
Cuatro de esas carreras se presentaron en dos de las tres derrotas que Filadelfia ha sufrido en juegos decididos por una carrera y en ambas echaron a perder la oportunidad de salvar el encuentro.
En esos innings de trabajo en este tipo de juegos, el bullpen de los Phillies suma 43 ponches por sólo 11 bases por bolas, es decir, por cada pasaporte han ponchado a prácticamente cuatro bateadores.
El temple mostrado por el bullpen es parte del decente trabajo de Filadelfia con su pitcheo colectivo y que es una de las principales razones por las cuales esta novena ha sorprendido a propios y extraños.
Hasta la jornada de ayer, los Philies marchaban como líderes de la Liga Nacional en ponches con 374 y en blanqueadas con seis, mientras su efectividad está en un 3.79 bueno muy a secas.
Filadelfia ha usado a seis abridores, pero sólo dos de ellos tienen su promedio de carreras limpias por debajo de la barrera de 3.00. Vince Velasquez lo tiene en 2.42 y Aaron Nola en 2.89.
El que desentona en ese rubro es Jerad Eickhoff, cuya efectividad está en 4.44 con sólo una victoria a cambio de seis derrotas en ocho aperturas. Velasquez tiene cinco triunfos en igual número de salidas, mientras que Nola suma sólo tres victorias.
La rotación de Filadelfia ha hecho un buen trabajo a secas y de mejorar, aunque sea ligeramente, al igual que la producción de la ofensiva, los Phillies seguramente afianzarían la posibilidad de mantenerse en las alturas del sector y lo más importante, de no tener que jugar con el rosario en la mano como lo han hecho en 17 ocasiones hasta ahora.