Bolt regresa en las Islas Caimán tras su épico oro mundialista

Doscientos sesenta y tres días. Ese es el tiempo que lleva Usain Bolt sin correr en en los 100 metros. El 23 de agosto de 2015, en Pekín, en El Nido, venció con esfuerzo, pero suficientemente, al estadounidense Justin Gatlin, su mayor rival de los últimos tiempos. Luego ganó también los 200 metros (aquí no le venció, le vapuleó) y se apuntó también el relevo 4x100 metros. Luego colgó las zapatillas a la espera de la temporada olímpica, que ya ha llegada. Reaparición en las Islas Caimán en la noche del sábado al domingo. Expectación, aunque sus rivales no serán muy duros. : 

En el Truman Bodden Sports Complex Usain no debe tener muchas dificultades para vencer, porque, aunque tiene algún rival de calidad, como Kemar Bailey-Cole, su compatriota y compañero de algunos oros en 4x100 metros y acreditado en 9.92. Si Bolt está sólo regular, no debe ser rival para él, en absoluto. Abre el año, ¿con qué intenciones? Probablemente sólo con las de vencer, con asentarse sobre la pista, con sentirse agusto consigo mismo. Suficiente... por ahora.

Corre en la madrugada del sábado al domingo, concretamente a la una menos veinte de la noche, y ya para entonces sabrá el resultado en Shanghai de su máximo rival del año pasado, el norteamericano de Brooklyn Justin Gatlin. Éste corre por la mañana, siempre hora española, en Shanghai, en la segunda reunión de la Diamond League. Su prueba es más complicada. 

Bolt tiene como único objetivo del año ganar las medallas de oro en Río en 100, 200 y 4x100 metros. Todo lo demás son trámites, pero trámites necesarios. Su siguiente carrera será el día 20, en la Golden Spike de Ostrava, reunión relativamente modesta, a la que se siente muy apegado.