Nadie dio positivo por drogas en los test de la “Combine”

La NFL ha notificado a los 32 equipos que ningún jugador dio positivo en las pruebas antidroga a las que les sometieron durante la “Combine”, del pasado mes de febrero. La liga suele dar a conocer estos resultados una semana antes del draft lo que ha provocado más de una vez cambios en las selecciones de los equipos.

Los equipos de la NFL tienen muy en cuenta el comportamiento, y la personalidad, de los jugadores que llegan desde la universidad, sobre todo porque muchas veces son jugadores que llegan de poblaciones humildes, en las que los problemas de drogas y/o violencia suelen tener mucha presencia. Por ello, las pruebas de control sirven, además de para comprobar su estado físico, como filtro para detectar que chicos están centrados en lograr una buena carrera deportiva y quienes no tienen la mente puesta en el futuro.

Un claro ejemplo de la influencia de estas pruebas es que desde el año 2010, ningún jugador que diera positivo ha salido elegido en la primera ronda del draft. El último caso de jugador importante que hemos tenido fue el de Randy Gregory. El DE de Nebraska estaba considerado un top-ten del draft, pero al dar positivo en marihuana, su elección se retrasó hasta el final de la segunda ronda (pick 60). El caso de Gregory aún trae cola, ya que el jugador está suspendido para los cuatro primeros partidos de la temporada por violar la política de abuso de substancias en la NFL durante su año de rookie.

Otros casos sonados fueron, en 2014 el quarterback de LSU, Zach Mettenberger, quién no fue elegido hasta la sexta ronda. En 2013 el receptor estrella de los Chargers, Keenan Allen, dio positivo en una primera prueba y negativo en la segunda, pero las dudas generadas le hicieron caer hasta la tercera ronda. Justin Houston, pass rusher estrella de los Kansas City Chiefs, también falló, supuestamente, las pruebas en 2011 lo que le hizo caer hasta la posición número 70.