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DRAFT NFL

Jaylon Smith, el mejor jugador (y la peor historia) de este draft

El linebacker de Notre Dame tenía capacidad, y una carrera universitaria, digna de ser considerada para el #1... pero una lesión acabó con todo.

Madrid
Jaylon Smith a punto de realizar un placaje.
Getty Images

Si me hubieseis preguntado allá por octubre o noviembre cual era mi jugador favorito para este draft de la NFL os hubiese respondido que Jaylon Smith, linebacker de la universidad de Notre Dame. Sería una gran tontería porque todo lo que se diga de este proceso antes de marzo es ridículo. Hasta que los verdaderos ojeadores comienzan su trabajo, y eso no sucede hasta pasada la Super Bowl y, en muchos casos, incluso la agencia libre, es hablar por hablar. Y más cuando yo la temporada de la NCAA la sigo con interés y pasión en sí misma, no como un laboratorio de jugadores NFL sino con mis equipos, mis enemigos, mis filias, mis fobias y los resultados como mantra sagrado. No, en modo alguno, como un estudio pormenorizado de algún jugador en concreto.

Así que podría equivocarme, claro, y cambiar de opinión mil veces, pero algo me dice que no, que mi enamoramiento por Jaylon Smith hubiese llegado intacto a esta semana del draft. De hecho, leía las simulaciones, los mocks, por aquel entonces y no aparecía nunca tan alto como a mí me gustaría. Y me llevaban los demonios.

El chico había pasado de ser un pass rusher en su primer año a convertirse en un linebacker completo, absoluto, como muy pocos he visto en mi vida. Es gracioso que en esta clase haya dos de esos, con Myles Jack de UCLA en similar posición. Pero Jaylon era otra cosa, para mí más poderosa e imponente.

Le veía navegar por el medio de la defensa, de lado a lado del campo, y usar su instinto para perseguir el balón como si leyera la mente del coordinador ofensivo rival. Caer en cobertura con gracilidad y atacar el pocket rival con fiereza. Un espectáculo que, en privado, por lo bajini, me hacía no desear que perdiese Notre Dame con la fuerza que otorga el hecho de ser uno de los grandes rivales de mi amor en Michigan.

Sé que el puesto no es todo lo especial que un día fue, así que no me hacía ninguna ilusión de cara al draft, de cara a que fuese lo que yo quería, notaba, al verle jugar: el número uno. El mejor y, por lo tanto, el primer elegido en la noche del jueves. Tan poca fe tenía que en foros de los Buffalo Bills (un abrazo, hermanos de la #BillsMafia) me preguntaban a quien quería y, sospechando que acabaríamos en el medio del pelotón (adivino que es uno...) decía que igual nos llegaba Jaylon Smith. Y se me caía la baba imaginándomelo en la equipación de mi equipo.

Pero el día de año nuevo sucedió lo que nunca quieres que pase. Una lesión en la Fiesta Bowl, frente a Ohio State, le paró en seco. Ya se vio, en el momento, que era una cosa seria de la rodilla. Pero nunca me imaginé que llegaríamos a donde estamos hoy: se pone en duda su futuro como jugador de football.

Es devastador. De verdad que sí. En esa lesión no se vio afectado sólo el menisco, los ligamentos, lo que sea que te permita volver en cuatro, seis, ocho, doce meses o los que sean, sabiendo que hay recuperación, no, lo que se vio dañado fueron los nervios, y eso ya son cosas muy serias. Mucho.

Los análisis de los equipos médicos dicen que este año no va a jugar, algo que podría ser asumible, y que ya se verá como está esa rodilla dentro de doce meses, que es lo verdaderamente preocupante. Y eso es lo que se ha filtrado, que a saber cual será la verdad verdadera. De tal forma que nadie va a jugársela en primera ronda por él. Lo más seguro que ni en tercera. Ni en cuarta. Es difícil saber en que ronda saldrá, que equipo pensará que es un riesgo controlado dar una elección para alguien que no se sabe si podrá jugar a esto, aunque es fácil imaginar que será alguno de los clubs que más picks tengan.

Me da un montón de lástima este tema. El chaval tiene un seguro de cinco millones de dólares si no es elegido en primera ronda, por lo que de hambre no se va a morir, pero tenía una carrera por delante que era, cuanto menos, excitante e ilusionante. Ahora tendremos que esperar todo un año ya no para verle en los campos de juego, no, sino para saber si tiene futuro en esta profesión. Es, para mí, la historia del mejor jugador y la peor situación de este draft NFL 2016.