Bonds piensa que Harper no es como él… y tiene razón

Cuando algún gran jugador o proyecto de superestrella irrumpe con fuerza en una competición de alto prestigio, los medios de comunicación suelen apresurarse a buscar paralelismos en el rico pasado del deporte. No sé si será por deformación profesional o por vender periódicos, obtener clicks o lo que sea, pero esto es así. Esto es especialmente cierto en el béisbol. ¿Y por qué? Pues porque siempre pensamos en el aspecto romántico, en que todo tiempo pasado es mejor y, para qué nos vamos a engañar, nos encanta hacer comparaciones.

Todo esto viene a cuento de unos comentarios en los que Barry Bonds, poseedor del récord de home runs tanto en un año como en una carrera deportiva, ha respondido ante los comentarios sobre que Bryce Harper es el Barry Bonds actual y ha dicho algo que es de cajón. Que Bryce Harper no es Barry Bonds… o al menos por ahora.

Más allá de los números fríos de Barry Bonds, que son absolutamente gloriosos a todos los niveles, es hablar de sensaciones, de dominio de la situación y en eso, Bonds ha sido un maestro sin igual, puede casi que sin igual en la historia del deporte. Estamos hablando del único jugador que fue capaz de superar los 750 home runs y 500 robos de base. Estamos hablando de alguien que ganó siete veces el MVP y podría haber sido una decena sin despeinarse. Estamos hablando de alguien que dominó en defensa su posición como left fielder. Estamos hablando de uno de los cinco mejores jugadores de todos los tiempos y con serias opciones de estar entre los tres mejores.

Estamos hablando del jugador completo por antonomasia.

Sin embargo, Barry Bonds es recordado por sus home runs. Muchos. De todas las clases y de todos los colores. Majestuosos. Impresionantes. De los que te dejan sin habla. Youtube está plagado de numerosos ejemplos. Os invito a que lo hagáis y es que algo magnético. Te agarra y no deja que hagas otra cosa.

No obstante, Bonds tiene una sombra. Enorme. Es el caso BALCO y su más que posible utilización de sustancias dopantes para mejorar su rendimiento en una época en los que los controles no eran lo que son hoy en día.

Es el principal motivo por el que Bonds no está en el Hall of Fame y puede que no lo esté nunca. Al igual que Roger Clemens, Mark McGwire, Sammy Sosa o Rafael Palmeiro. Como bien le puede ocurrir a Alex Rodríguez. Pero es imposible entender este deporte sin todos ellos. Sus proezas están en Cooperstown porque el Salón de la Fama también es un museo. Algunos deberían de estarlo, reconocidos y explicados en su particular contexto, pero deberían.

Barry Bonds tiene razón. Bryce Harper no es él. Ni ahora, ni nunca porque Bryce Harper sólo se puede comparar a Bryce Harper. Esto no es un demérito a sus virtudes sino todo lo contrario ya que se trata de un jugador descomunal, alguien que está llamado a marcar una época. Igual que Mike Trout no es Mickey Mantle. Es Mike Trout y como tal lo debemos considerar.

Creo que Harper ha estado muy bien en su respuesta ya que se habla de alguien ha conseguido unos registros maravillosos, que quedan a una distancia sideral. Alguien a quien idolatró en su niñez y adolescencia. Tanto Bonds estuvo exquisito a la hora de hablar sobre Harper como al revés.

¿Quién sabe? A lo mejor dentro de muchos años tendremos que hacer comparaciones sobre si determinado jugador es el nuevo Bryce Harper y nos encantará poder debatir sobre ello.