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AFC Sur desde dentro

La AFC Sur anima las serpientes primaverales pre-draft

Puede que sea una de las peores divisiones de la liga, pero la prensa no puede quejarse: es sin duda la que más juego da en cuanto a rumores pre-draft.

Los Titans serán el primer equipo en aparecer en el reloj del Draft 2016 en la NFL.
draftwire.usatoday.com

Dos elecciones en los primeros cinco puestos del draft, tres equipos se supone que en crecimiento, y otro que busca resarcirse de una temporada decepcionante y volver al lugar que se le presupone: los puestos de privilegio de la AFC. Esos son los ingredientes que han convertido a la AFC Sur en una de las grandes protagonistas de las semanas que preceden al draft de la NFL.

Buena parte de las miradas están puestas, claro, en los Tennessee Titans. Las malas cifras de victorias y derrotas de la temporada 2015 no importan. La única conclusión relevante del año pasado es positiva: los de Nashville tienen quarterback para muchos años, y parece que de los buenos. Ahora la clave está en rodearlo del talento suficiente como para que el equipo compita.

Y por ahí empieza la rumorología: ¿Deben los Titans mantener la primera elección del draft y elegir a un jugador de los que marcan diferencias? ¿O deben traspasar el primer pick para así elegir más jugadores, aunque renunciando a las potenciales superestrellas de la promoción de 2015? Hay opiniones para todos los gustos, y la propia directiva de Tennessee se encarga de jugar al despiste.

Su general manager primero dijo que haría falta un auténtico botín en forma de elecciones del draft para que renunciase a su lugar de privilegio en el draft. Debió sonar demasiado duro, porque no tardó demasiado en desdecirse y dejar claro que sí, que si traspasan su elección será a un precio alto… pero que ni mucho menos están cerrados a tal posibilidad.

Incluso si los Titans se quedasen con la primera elección, existe otro debate. Están los que defienden que, si tienes a tu quarterback franquicia, el siguiente paso es protegerlo de las defensas rivales. Y para eso el jugador a elegir debería ser Laremy Tunsil, tackle izquierdo de Ole Miss y si hay que hacer caso a los draftólogos, el mejor jugador en esa posición que sale del fútbol universitario en muchos años. Parece la opinión mayoritaria, pero van ganando adeptos los que defienden que ahora que Tennessee tiene a su jugador franquicia en ataque, toca hacerlo mismo con la defensa. Y en ese caso el jugador sería Jalen Ramsey, defensive back de Florida State, al que se le presupone calidad suficiente para triunfar como cornerback y como safety.

Casi más interesante es la situación de los Jaguars. La temporada 2015 terminó siendo decepcionante porque el equipo desperdició una buena oportunidad de luchar por el título de división. Pero al menos sirvió para confirmar que en el ataque de los de Jacksonville hay talento. El general manager, Dave Caldwell, se ha gastado además muchos millones esta post-temporada en reforzar la defensa. Y la guinda del pastel será el jugador al que elijan en el quinto puesto del draft.

Claro que ahí está buena parte del problema: de nuevo haciendo caso a los expertos en el draft, la hornada de 2015 cuenta con cuatro jugadores de primerísimo nivel (además de Tunsil y Ramsey, el defensive end de Ohio State Joey Bosa y el linebacker de UCLA Myles Jack). Si los Cleveland Browns deciden no elegir un quarterback con el segundo pick y no hay ningún traspaso de otros equipos desesperados por hacerse con Jared Goff o Carson Wentz, los Jaguars pueden quedarse con la miel en los labios y verse obligados a elegir a un jugador del segundo escalón en cuanto a talento.

Por eso no son pocas las voces que argumentan ya que los Jaguars deben liarse la manta a la cabeza y traspasar su pick en el draft… por uno más elevado. En Jacksonville no importa tanto qué puesto ocupe el jugador que finalmente sea elegido, como que ese jugador realmente marque las diferencias.

Y luego están los Houston Texans. Ganaron la división casi por accidente en 2015 y para 2016 confían en que Brock Osweiler y Lamar Miller reactiven su ataque lo suficiente como para permitir que su defensa gane los partidos. La pieza que falta, según sus aficionados, es un segundo wide receiver que alivie la presión sobre DeAndre Hopkins y facilite el trabajo del nuevo quarterback de la franquicia. Su gran problema: no parece que este sea un draft con excesivo talento en esa posición, y hay por delante de ellos unos cuantos equipos a los que no les vendría mal uno. El más obvio, los Detroit Lions después de la retirada de Megatron.

Así que de nuevo la máquina de fabricar serpientes mediáticas (en este caso primaverales) se ha puesto en marcha y para la prensa estadounidense los Texans son claros candidatos a moverse en el draft, de nuevo hacia arriba, para conseguir una elección hacia la mitad de la primera ronda con la que elegir al wide receiver que más les guste. Sus potenciales socios, según los mismos rumores, van desde los Miami Dolphins en el puesto 13 hasta los Indianapolis Colts en el 18 (por muy infrecuentes que sean los traspasos entre equipos de una misma división) pasando por los Los Angeles Rams en el 15.