Superman J.J. Watt: jugó con cinco músculos rotos
El jugador de los Houston Texans declaró que el 2015 había sido una temporada muy dura en lo físico para él. Ahora sabemos el alcance de esas palabras.
Cualquiera que siga la NFL sabe que J.J. Watt no es humano. No puede serlo. Su dominio de la línea de scrimeage es tan enorme, su capacidad para deshacer líneas ofensivos como si fuesen de plastilina tan gigantesca, que hay un punto de superhéroe en él. Uno de los mejores jugadores defensivos de todos los tiempos sino, ojo, el mejor de todos ellos. Que se dice pronto.
Pero la última revelación es algo que incluso sobrepasa lo que podríamos tener en mente como posible en este universo. Resulta que durante las últimas jornadas de la temporada 2015 J.J. Watt jugó a este deporte con hasta cinco músculos rotos o rasgadas en la región abdominal y de la ingle, además de con una mano rota, pero eso ya parece como poca cosa para este tipo.
Todo ello no le impidió completar, como es su costumbre, una campaña excepcional que fue más allá de los números, aunque estos resulten espectaculares en sí mismos: 17,5 sacks, ocho pases defendidos, tres fumbles forzados y ser el líder de la defensa de un equipo, los Houston Texans, que dejaron en diez puntos o menos a sus rivales en siete partidos, entre ellos cuatro de los cinco finales de la temporada, en la que se jugaban entrar en playoffs y Watt tenía esos cinco músculos, y esa mano, rotos.
Watt no se ha perdido ni un sólo partido en su carrera por lesión, y ahora también tenemos el motivo: a saber lo que considera este señor estar lesionado. Declaró, eso sí, que el 2015 había sido el año más duro en lo físico de toda su carrera. Ya, hijo, ya.