Comienza la venta del uno, y del humo, de los Titans

Qué bonito es el mes anterior al draft de la NFL, cuando todos los jugadores tienen capacidad para cambiar, ellos solos, el rumbo de las franquicias que tengan la suerte de escogerlos, no existe ninguno en riesgo de ser un sonoro fracaso y, además, los equipos se encargan de filtrarnos información fidedigna acerca de sus pensamientos, procesos y evaluaciones. 'Vendemotos' y 'vendeburras' a partes iguales, estamos en el momento del año en el que hay que creer en los Reyes Magos o abandonar el lugar.

Los Tennessee Titans tienen la elección número uno de este draft, así que están en la obligación de vender todo el humo del mundo a las 31 restantes franquicias con la esperanza de que alguna se vuelva loca y les ofrezca un potosí por esa primera elección. Porque dado que ya tienen un QB en el equipo, Marcus Mariota, con vitola de 'jugador franquicia', pueden juguetear con la opción de moverse hacia abajo en la tabla y acumular elecciones, que buena falta les hacen para reconstruir la plantilla.

Y hay que reconocer que lo están haciendo estupendamente.

Lo mismo dejan pistas a todo el que les quiera escuchar que van a vender su número uno a poco que alguien les de algo que mandan a diez tipos a los entrenamientos privados de Laremy Tunsil, el left tackle que suena como su elección más obvia. Tan pronto parece que ese muchacho les ha robado el corazón como Mike Mularkey, su entrenador, se va en persona a ver el Pro Day de Jalem Ramsey, otro de los candidatos al #1.

Todo lo que están haciendo es cumplir con lo que se requiere de un equipo serio: evaluar todas las opciones posibles. Pero de lo que se deja entrever, lo que se rumorea, aquello que se lee entre líneas... poco caso se le puede, se le debe hacer. Los Titans no saben, aún que van a hacer en la noche del draft, y si dan la impresión de que sí es porque quieren que algún rival se ponga nervioso y les haga una oferta que no puedan rechazar.