La AFC Norte ha perdido más que ganado en la free agency

A menudo, los jugadores drafteados encajan en nuestros equipos, y así nos dan la primera satisfacción, que cantaría Serrat. Sin embargo, después de transmitirles nuestra filosofía y frustraciones, de cargar con nuestros esquemas e idiosincrasia, cuando se abre la agencia libre se van a joder con la pelota a otras franquicias. Y nada ni nadie puede impedir que un día nos digan adiós. Porque aunque es posible que se equivoquen, no son de goma y tienen su corazoncito. Es natural que quieran crecer en otros equipos. Deportiva y económicamente. Dejando en sus franquicias una brecha ancha, la soledad, y un manojillo de escarcha.

Los Bengals pasaron en apenas 48 horas de tener un envidiable cuerpo de receptores, a uno de circunstancias. Marvin Jones marchó buscando la gloria del trono vacío dejado por megatrón en Detroit. Mohamed Sanu reclamando en Atlanta las oportunidades que no tenía en Cincinnati. Es cierto que todo pasa y todo queda, pero lo de los Bengals es pasar. Pasar de encontrar refuerzos y apostar por rehacer en el draft lo perdido en la agencia libre. Una política peligrosa, porque el equipo está en su momento óptimo de forma y juego, y hay trenes que no se pueden dejar escapar, a riesgo de quedar como Penélope eternamente esperando en el andén de la estación. Al menos, salvaron los muebles con las renovaciones en defensa de Adam Jones (CB), Vincent Rey (LB) y, sobre todo, el safety George Iloka.

La vida y la muerte pintada en la boca tenían los Browns al anunciar el despido de Johnny Manziel. El adiós a su máxima esperanza, y a sus dolores de cabeza. El esperado, pero no por ello menos trágico final de un romance imposible. Con todo, esto no ha sido lo peor, sino haber dejado escapar a Gipson (FS), Mack (center), Schwartz (RT) y Benjamin (WR). Los escasos refuerzos (Moore -FS, Davis-LB, Bailey-OG) no compensan las pérdidas. En esta Semana Santa de saetas, buscando escaleras para subir del pozo donde se encuentran, Cleveland está estudiando muy seriamente la posición de quarterback. Analizando con exhaustividad los mejores prospectos para el draft, y evaluando la utopía de ofrecer una segunda oportunidad a Griffin o Kaepernick. Si no hay nada más bello que lo que nunca se ha tenido, la paciencia y serenidad con que la nueva dirección de los Browns está llevando esta offseason es digna de elogio. Sin embargo, Jackson no puede dormirse, porque los fantasmas del Roxy (Manziel fue visto recientemente en el famoso club hollywoodiense) no descansan en paz.

Como el año pasado, las pérdidas más importantes en los acereros han venido por jubilaciones (la del TE Miller) y sanciones (la del WR Bryant). El receptor se perderá toda la temporada, y quién sabe si su carrera en Pittsburgh, ya que no pueden continuamente vivir pendientes de él. Para suplir la baja del TE ficharon a Ladarius Green, cuyo nombre sabe a hierba. Excelente movimiento conseguir a uno de los mejores disponibles en el mercado. Por contra, salen perdiendo en el cambio del LT Beachum por Harris (aunque beneficia las posibilidades de titularidad de nuestro compatriota Villanueva). El estricto tope salarial obliga a estas cabriolas de titiriteros. Las meritorias renovaciones de Gay (CB), Foster (LG) y Golden (SS) no compensan la falta de refuerzos en defensa, donde además no contarán con McLendon (DT) ni Blake (CB), fichados por Jets y Titans respectivamente. Cada loco con su tema, sigo pensando que mientras los Steelers tengan una defensa de cartón piedra, no podrán optar al título.

Kelechi Osemele ha llegado a Raiders diciendo que en los Ravens no le daban cariño a la línea ofensiva. Que los usaba y a otra cosa, sin fumarse siquiera un cigarro con ellos. Como si entre esos tipos de Baltimore y él hubiese algo personal. En mi opinión, la única diferencia era económica. Uno quería lo que el otro no le podía dar. Sin embargo, hicieron milagros con la restructuración salarial de Flacco y contra todo pronóstico pudieron renovar a Wright (CB) y fichar jugadores muy valiosos como Watson (TE), Wallace (WR) y especialmente Weddle (FS). No obstante son sin duda quienes más han perdido por lo irreparable de la vida humana. En un fatídico accidente se nos fue otro joven cuyo apellido también empezaba por “W”. El CB Tray Walker nos dejaba mientras hacía motocross con sus amigos. Tratando de evadirse de lo que sería una exigente temporada con nuevos compañeros de posición, mayores expectativas y responsabilidades… muchas cosas en la cabeza, menos la más importante: el casco. En la yarda 20 según se va al cielo, seguro que estará como buen raven intentando atrapar intercepciones.

Como se esperaba, el mercado de primavera ha pasado por la AFC Norte sin hacer excesivo ruido. Pero si en lo que queda de agencia libre de pronto amanece un gran día, no dudes amigo lector, que te lo contaremos aquí. En AS.com no hacemos otra cosa que pensar en ti.