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Repetición Instantánea

En la NFL actual, con hacer poco ganas millones

El contrato que firmó Brock Osweiler con Houston es un recordatorio de lo urgidos que están varios equipos por hacerse de un QB, aunque no esté probado.

Brock Osweiler será el nuevo quarterback principal de los Texans.
Houston Chronicle

Veintidós pases completos de 36 lanzados para 260 yardas, un touchdown y una intercepción. Estos promedios deben parecerte familiares, pues le pertenecen a uno de los dos quarterbacks de los Broncos de Denver que jugaron como titulares en 2015.

Estos números son mediocres si se comparan con los promedios del líder pasador de la temporada pasada, Drew Brees, en particular el de yardas por aire (324.3) y no impresionan a nadie.

Bueno, el uso de la palabra “nadie” es exagerado. Un equipo, Houston, sí quedó impresionado con la actuación de Brock Osweiler y lo convirtió en su quarterback franquicia, en el elemento que cargará en sus hombros los buenos y malos resultados de todo un equipo, con un contrato por 4 años y 72 millones de dólares, 32 de ellos garantizados.

Siete juegos impresionaron a los Texanos para poner su destino en las manos de un quarterback que realmente no ha ganado nada –y esos triunfos ante Cincinnati y Nueva Inglaterra, aunque meritorios, los consiguió con el respaldo de su defensiva.

Pero los Texanos no son los primeros en quedar maravillados por un pasador sin mucho o nulo currículum. ¿Recuerdan a Matt Flynn? En, los Empacadores de Green Bay ya habían calificado a Playoffs y descansaron a Aaron Rodgers para el último juego de temporada regular de 2011. Matt Flynn jugó como titular, lanzó para 480 yardas y seis touchdowns.

Su actuación ante Detroit, y esto hay que recalcarlo, ante la defensiva de Detroit, le valió un contrato con Seattle en el que se le garantizaron 8 millones de dólares que, a la larga y por un canje con Oakland, le hicieron ganar 14.5 millones en total. Flynn sólo fue titular una vez de 2012 a 2013 con Seattle, Oakland y Búfalo, pero su cuenta en el banco creció gracias a sólo un buen juego.

Kevin Kolb es otro ejemplo de lo desesperado que puede estar un equipo por hacerse de un quarterback, luego de ganar 42 millones de dólares por prácticamente pasársela lesionado y en la banca en Filadelfia. Arizona y Búfalo entre 2012 y 2013.

Si hablamos de quarterbacks con poco qué presumir, no podemos dejar pasar a Ryan Fitzpatrick, quien se ha auto valuado en 18 millones de dólares sin haber ganado nada, ni siquiera un pase a Playoffs en 11 años en la NFL—últimos ocho como titular.

Fitzpatrick simplemente quiere sacar provecho de la urgencia de varios equipos por cubrir la posición de quarterback y la cada vez más escasa presencia de pasadores convencionales que sufre la NFL. Alguien se animarña a pagarle a Fitzpatrick lo que demanda o algo muy cercano a esa cifra. Si Houston lo hizo con Osweiler, así sucederá.

Durante la temporada pasada, particularmente después de las primeras cinco o seis semanas, las críticas a Peyton Manning fueron voraces y muy agudas. Sin embargo, Osweiler no fue ni mejor ni peor que Manning, quien pese a sus 17 intercepciones –4 en un solo juego--, fue el quarterback de un equipo invicto mientras él fue el titular.

Manning promedió 21 pases completos de 36 lanzados, 242 yardas, un touchdown y dos intercepciones por juego. Los números se parecen mucho a los de Osweiler (22-36, 260 yd, 1 TD, 1 Int.), quien en siete juegos sufrió cinco intercepciones, aspecto que tampoco fue muy distinto al de Manning.

Si los detractores de la versión 2015 de Manning afirman que Denver ganó el Súper Tazón “pese a él”, entonces, ¿cómo califican el papel que jugó Osweiler mientras fue titular en siete juegos?

La conclusión es que ambos ganaron porque tuvieron el apoyo de una defensiva que, tras dominar y ganar el Súper Tazón 50, es considerada entre las mejores, al menos, de los últimos 20 años.

Houston tiene una ofensiva y defensiva decentes, pero su potencial está lejos del que Denver presentó y desarrolló en 2015. Osweiler se fue de Denver con cierto resentimiento porque fue enviado a la banca en la última semana del calendario regular y porque los Broncos esperaron a hacerle una oferta hasta que tuvieron certeza de que Manning se retiraría.

Ese enojo le nubló la vista a Osweiler, pues en el papel, los Broncos son quienes le dan la mejor oportunidad de tener éxito pese a las bajas que han sufrido.

En descargo de Osweiler, suplir a una leyenda como Manning no sería nada fácil y cargar con el peso de toda una franquicia tampoco lo es, pero su cuenta bancaria, como las de Flynn y Kolb, sí se verá beneficiada con los 37 millones de dólares garantizados que ganará en Houston.