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ATLETISMO | CAMPEONATOS DE ESPAÑA

Ruth Beitia: "Lo sé, ¡el 1,98 es el récord mundial de veteranas!"

La cántabra, de 36 años, ganó su 15º título nacional bajo techo, con 1,98, la mejor marca mundial del año. También es récord veterano.

Ruth Beitia.
DANI SANCHEZDIARIO AS

—1,98 al fin. Líder mundial del año, pero ha costado volar alto esta temporada…

—Estoy feliz. Llevaba tiempo con una buena marca en las piernas y se me resistía. Tuve algunos problemas con los ajustes de la carrera. ¡Por fin ha salido! Me da más tranquilidad de cara a los Mundiales. Iré con la sensación de que lo puedo hacer. Este año ha ido todo muy progresivo para Portland. Hoy ha sido muy emotivo porque Saleta, mi compañera de piso, saltaba 1,83. Luego pude centrarme en lo mío. Y antes de que me lo diga: ¡Sí, es récord del mundo veterano!.

—¿Ha arreglado sus problemas con la técnica?

—El otro día probé. Estaba entrando más lenta con 10 apoyos y tenía problemas en el primero que lo estaba metiendo un poco más. Así que decidí volver a nueve y ya ha ido todo muy bien. También he de decir que tengo unas marcas en los brazos, que son ventosas, porque estaba un poco trabada de la espalda y los brazos.

—¿Se asustó con el tercer intento sobre 1,93?

—La verdad es que no. Porque por intentos nulos ya tenía la victoria asegurada. La sensación era de que he tenido muy buenas rivales este campeonato. Ya lo tendré que dejar algún día y espero que haya un buen legado. Hay una atleta más sobre 1,90 (Raquel Álvarez) y necesito que me aprieten un poquito, aquí en España.

—Entonces, se ha reconciliado con Madrid tras el segundo puesto de la semana pasada…

—Yo pensaba que en el Meeting de la semana pasada iba a salir la marca. La verdad es que es una gozada saltar en Madrid ante este gran público y poder brindarle estos 1,98.

—Viene una temporada llena de citas: Portland, Europeos, Juegos…

-Es la mejor que me podía tocar, porque a mí me encanta la gran competición y todas son oportunidades de oro, sobre todo la última, la de los Juegos, porque allí podría conseguir el único sueño que me falta en esta fantástica vida que me ha tocado vivir: la medalla olímpico. Ojalá se haga realidad.

—¿Qué queda por pulir para Portland?

-Poco, la verdad (se ríe). Entrenarme, hacer la maleta y viajar… El lunes de la semana que viene nos vamos para allá.