Los 49ers toman la decisión correcta con Kaepernick

En el primer día del “scouting combine” los entrenadores y general managers de los equipos NFL toman el protagonismo al someterse a las preguntas de los medios. En el caso de los 49ers, su nuevo head coach Chip Kelly no iba a estar disponible. Su lugar sería ocupado por el general manager Trent Baalke. En cuanto le cuestionaron por el futuro del quarterback, Colin Kaepernick, fue tajante: “por supuesto”, que seguirá en la plantilla pasada la fecha del 1 de abril, fue su respuesta. Ese día se activa una clausula en el contrato de Kaepernick por la que su salario base de $11,9 millones para 2016 se garantiza.

En resumidas cuentas, los niners no van a cortar a su quarterback antes de esa fecha límite, ni tampoco van a intentar buscarle acomodo en otra franquicia. Como mínimo, y siempre que se recupere de sus problemas físicos, estará disponible para cuando Kelly pueda dirigir sus primeros entrenamientos en Santa Clara el lunes 4 de abril. Kaepernick se ha sometido a tres cirugías desde que San Francisco le colocara en la lista de lesionados mediada la campaña pasada: dedo pulgar de su mano derecha, hombro izquierdo y rodilla izquierda.

Este anuncio ha provocado la reacción de numerosos medios, que cuestionan la validez de mantener en plantilla a un jugador en clara regresión los últimos años y bajo un salario tan elevado. El hecho de contar con Blaine Gabbert, quien se mostró capaz cuando tuvo que jugar en 2015, hace dudar más si cabe del movimiento, o no-movimiento en este caso concreto.

Si los 49ers mantienen el status quo en su cuerpo de quarterbacks es sencillamente porque no ganan nada deshaciéndose de Kaepernick justo ahora. Su valor de mercado está por los suelos, objetivamente es difícil pensar que alguien fuera a apostar fuerte por un quarterback que viene de tres operaciones y dos campañas bastante decepcionantes más un gran contrato bajo el brazo. Su figura salarial es elevada, pero con amplio espacio en el “salary cap” no es una cantidad inabordable para San Francisco, sobre todo tratándose de un jugador que tiene potencial. Chase Daniel no ha hecho nada en la NFL y cobró casi $5 millones por llevar la tablilla en la banda de los Kansas City Chiefs la pasada temporada.

Mantener a Kaepernick en plantilla lo que consigue es dejar diferentes opciones abiertas. Por un lado le da la oportunidad a Chip Kelly de trabajar de primera mano con él. El año pasado ya hubo más que rumores de un interés del entrenador por el quarterback para traerlo a Philadelphia. Mal empezaría el binomio Kelly-Baalke si de primera mano ya le estás impidiendo conocer a alguien de su interés y que podría encajar perfectamente en su sistema si consiguiesen desarrollarle entre todo el staff técnico.

Por otro lado, continuar con Kap en la plantilla deja abierta la posibilidad de que se elija en el draft al verdadero quarterback del futuro de la franquicia. Si una vez realizadas todas las evaluaciones pre-draft, llega el jueves 28 de abril y en el puesto número 7 los niners tienen disponible al que creen que puede ser su hombre (llámese Carson Wentz, Jared Goff, Paxton Lynch o llámase X) a buen seguro que irán a por él. Ya habría tiempo en verano en ese caso de traspasar a Kaepernick o –por qué no- a Gabbert a algún equipo necesitado de quarterback (por lesión, bajo rendimiento de su titular, etc.) Equipos en busca de QB los hay los doce meses del año y según se acerca el inicio de la temporada regular su desesperación crece.

Imaginaos que los 49ers cortasen a su quarterback ahora para ir en la agencia libre por alguno de los nombres que se han especulado, como Sam Bradford o Robert Griffin. En un mercado tan corto y tan “sobre pagado” contratar a estos hombres te va a atar a ellos económicamente hablando mucho más (aunque sea a corto plazo durante 2-3 años) que quedarte con Kaepernick en un “año de prueba” por $12, $13, $14 millones (su figura salarial exacta está condicionada a muchos indicadores de juego). La misma clausula de este año se podría activar en 2017 y para entonces el dinero muerto que dejaría en caso de corte sería irrelevante. No digamos para rematar esta línea de pensamiento lo absurdo que sería en el caso de traer a un Bradford o a un Griffin elegir luego a tu quarterback franquicia en el draft. Eso sí hubiese sido atarse de pies y manos y es lo que los 49ers han evitado con esta polémica decisión.

No estoy diciendo con todo esto ni muchísimo menos que Kaepernick deba ser el quarterback titular del equipo. El mismo Blake ha afirmado en su rueda de prensa que no siempre el que gana más dinero acaba siendo el que juega, una clara referencia a que deberá ganarse el puesto como si fuese un rookie no elegido en el draft, frente a Gabbert o frente a quien sea. A Kap le llegó el éxito demasiado pronto y demasiado de golpe. Una cura de humildad así puede ser lo que recetó el médico para él.

En cualquier caso y como digo, la continuidad del discutido quarterback no tiene porque ser la solución al problema del equipo en la posición, pero desde luego tengo claro que al menos no lo pone en peor situación económicamente que si se firmase a alguien en agencia libre, manteniendo a su vez la puerta abierta del draft. Los 49ers no ganan nada hoy apostando por él, pero creo que sí podrían haber perdido mucho de haber decidido traspasarlo o cortarlo ya.