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Agencia libre

Se avecina una agencia libre más sosa que nunca en la NFL

Denver Broncos, New York Jets, Miami Dolphins, Kansas City Chiefs, Buffalo Bills, Los Angeles Rams, Cincinnati Bengals... la lista de equipos con problemas no es muy larga.

Malik Jackson anotó un touchdown tras un fumble de Cam Newton en la última Super Bowl.
AL BELLOAFP

Todos los años por estas fechas salen a la luz las tradicionales listas de agentes libres de la NFL. Y todos los años vienen cargadas de estrellas por las que los aficionados suspiran arrobados: “si fulanito acabara en nuestro equipo…”

Sin embargo, aparentemente, esta vez la fiesta no va a ser precisamente loca. Más bien, al contrario, nos podemos encontrar con bastantes equipos con muchas ganas de gastar dinero, o incluso con la necesidad imperiosa de cumplir con el 98%, y la imposibilidad de encontrar en quién invertirlo.

Por un lado, está la impresionante subida en el límite salarial que ha publicado la NFL y que Pepe Rodríguez explica en otro artículo. Resumiendo, los equipos tendrán este año 12 millones de dólares más para gastar. Pero por el otro, vemos que el número de estrellas con opciones reales para acabar en el mercado es bastante reducido. Hasta el punto que Matt Forte, a sus 30 años, podría convertirse en la mejor estrella ofensiva disponible, y no porque los Bears necesiten desprenderse de él con sus 59 millones de dólares sobre el cap (el tercer equipo con más dinero para gastar), sino simplemente porque no entra en su proyecto de futuro.

A estas alturas parece imposible que algunos equipos puedan conservar sus columnas vertebrales intactas, pero la experiencia dice que entre reestructuraciones, esos 12 millones de más que ha traído en su trineo Papa Goodell, las designaciones de jugadores franquicia y muchas noches haciendo números y sin dormir, tanto ruido quedará reducido a unas pocas nueces.

Y más este año, en el que ni siquiera está habiendo un ruido ensordecedor.

Eso puede ser frustrante para los que tienen el bolsillo lleno, aunque me temo que ni vosotros ni yo hemos sufrido el inmenso dilema de tener montañas dinero para gastar y no saber muy bien lo que hacer con él. Sin embargo la experiencia de la NFL dice que la mayoría comete el error de despilfarrarlo en contratos desproporcionados.

A pesar de todo, si repasamos los mejores jugadores que terminan contrato, los que se concentran en una sola plantilla, y el margen económico de ese equipo, podremos encontrarnos con pistas que nos ayuden a descubrir las joyas que sí pueden estar disponibles.

Por ejemplo, los Denver Broncos tienen un margen de 11,8 millones de dólares, y que cuadrar el círculo para hacer un contrato nuevo a Von Miller (LB), Malik Jackson (DE), Danny Trevathan (LB), Evan Mathis (G) y Brock Osweiler (QB). El front seven tiritando y un debate divertido sobre el futuro contrato de Osweiler que ya mantuvimos en el último podcast. El equipo no puede perder potencia en el front seven, su arma secreta, debe reforzar la línea ofensiva y tiene un interrogante gigante en la posición de quarterback. Por algún sitio se deberá romper la cuerda.

Otros que pueden tener problemas son los Jets, que están 13,1 millones por encima del cap. Muhammad Wilkerson (DE), Damon Harrison (NT), Ryan Fitzpatrick (QB) y Chris Ivory (RB) tienen que firmar un nuevo contrato y es posible que Ivory, cuyo rendimiento fue más que irregular en 2015, pueda ser el sacrificado.

Los Dolphins también va a tener que trabajar a fondo. Solo están 7,4 millones por en cima del cap y tienen que renovar a Oliver Vernon (DE), Derrick Shelby (DE), Lamar Miller (RB) y Rishard Matthews (WR). Me temo que, para empezar, Matthews no tiene el futuro muy claro en Miami.

Estoy expectante sobre lo que harán los Giants con Pierre Paul. El año pasado fue marcado como franquicia no exclusiva, perdió los dedos de la mano y puede ser uno de los tipos que se pongan como ejemplo en el futuro de cómo una designación puede machacar la trayectoria de un jugador por culpa de una lesión, sea o no deportiva.

Otro equipo con problemas serios serán los Chiefs. Tienen margen económico. Nada menos que 31,4 millones de dólares, pero la lista de jugadores que renovar es larga: Eric Berry (S), Husain Abdullah (S), Sean Smith (CB), Derrick Johnson (LB), Jaye Howard (DE), Mike DeVito (DE), Jeff Allen (G)… Seguramente tengan que sacrificar a algunos de ellos.

Los Bills solo tienen dos renovaciones importantes: Cordy Glenn (OT) y Richie Incognito (G). No sería ningún quebradero de cabeza si no fuera porque son el único equipo en números rojos; -0,09 millones de dólares. Sí, una minucia, pero que requiere hacer muchos números que empiezan con el despido de Mario Williams.

Quizá, los equipos nombrados anteriormente sean los que tienen más problemas. Sin embargo, Rams (36,6 sobre el cap) y Bengals (37,5 sobre el cap) también deban soltar algo de lastre pese a tener un buen margen económico. Los primeros deben renovar a Nick Fairley (DT), William Hayes (DE), Trumaine Johnson (CB), Janoris Jenkins (CB) y Mark Barron (LB). Los de Cincinnati tienen la secundaria en el aire: George Iloka (S), Reggie Nelson (S), Adam Jones (CB) y Leon Hall (CB), además de Marvin Jones (WR) y Andre Smith (OT). Son dos equipos que no deberían tener problemas, pero que podrían dejar alguna ‘joya’ en el mercado.

Para acabar, me parece interesante el caso de los Steelers, sobre todo porque Alejandro Villanueva juega en una línea que necesita dos renovaciones: Kelvin Beachum (OT) y Ramon Foster (G), ambos del lado izquierdo, como el español. A eso ha que sumarle Brandon Boykin (CB), aunque Pittsburgh tiene ahora un margen de 10,7 millones sobre el cap después de la retirada de Heath Miller.

A pesar de ese rosario de nombres, en el que sí aparecen multitud de estrellas de la NFL, la sensación es que solo alguna de ellas podrá estar en el mercado, y que al final será la clase media la que termine pagando el pato, perdiendo su trabajo, casi como cada año. La agencia libre, en 2016 más que nunca, se llenará de jugadores de calidad, pero de muy pocos tipos sobresalientes de esos que provocan suspiros y ensoñaciones a los aficionados de los equipos compradores.