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NFC Sur desde dentro

La jugada que cambió el rumbo de Ron Rivera en los Panthers

El coach de Carolina Panthers ha pasado de casi ser despedido, a llegar a un Superbowl con una sola derrota en la temporada por valiente.

Ron Rivera tras ganar a los Cardinals en la final de la NFC.
Jared C. TiltonAFP

En este momento todos damos crédito a Rivera y bien merecido lo tiene, pero antes de ser el coach de agresivas decisiones en momentos clave, estuvo al borde del despido por conservador.

Tras finalizar con récord perdedor en sus primeras dos temporadas. El inicio de la campaña 2013 no parecía ser el mejor tras perder los primeros 2 juegos. Como consecuencia de dichos resultados, surgieron rumores en torno a un posible despido de Rivera. Se especulaba que Dave Gettleman (General Manager de Carolina) había iniciado la búsqueda de su suplente.

Todo explotó realmente con la segunda derrota.

15 de septiembre vs Buffalo Bills. Estando en la yarda 21 de los Bills, en una 4ta y 1, con una ventaja de 3 puntos y 1:42 por jugar en el último cuarto, Rivera fue por el gol de campo que puso en ventaja a Carolina por 6 puntos. El balón pasó a los Bills y, como no, anotaron un touchdown con el que le dieron la vuelta al marcador para ganarlo por 1 punto.

Tras la derrota, el Charlotte Observer, diario de la ciudad, encabezó su diario así: “Es cuarta y una para Ron Rivera”. Días después, el mismo diario publicó una encuesta en la que el 83% de los aficionados pedían la cabeza de Ron. Rivera reaccionó.

“Finalmente he entendido que solo había estado siguiendo el manual. Tomando los puntos en 4ta’s oportunidades y no me está resultando”. Ron prometió cambiar, pero del dicho al hecho, hay un largo trecho y los aficionados no creerían en su palabra hasta verla reflejada en acciones, pocos imaginaban que sería tan pronto y que sería un punto de inflexión.

El primer riesgo

En la semana 3, jugando ante NY Giants, Carolina estaba en la yarda 2 del equipo neoyorquino. Era 4ta y 1, todos esperaban el gol de campo pues apenas era el primer cuarto. Pero Rivera sorprendió. Mandó que intentaran avanzar y sus jugadores consiguieron un touchdown. El primero de varios que le dieron una holgada victoria 38-0 sobre Giants. Algo cambió allí.

Su cuarto partido lo perdieron ante Arizona Cardinals. Para el quinto juego de la temporada, ante Minnesota, lo ganaron 35-10 y sirvió para confirmar la nueva y “arriesgada” mentalidad de Rivera. En dos ocasiones que tuvo 4ta y 1, se la jugó y en ambas dio resultado. Metamorfosis completada. Tras esa victoria Carolina solo perdió 1 de sus últimos 12 juegos y surgió el apodo de ‘Riverboat Ron’.

El apostador

El apodo hace referencia a los riverboat gamblers, un tipo de apostadores (gamblers) que eran habituales en los casinos flotantes (riverboat) del Rio de Mississippi en el siglo 19. La combinación de su apellido con el término dio pie al apodo, pero todo sustentado en su nuevo estilo de juego.

El apodo surgió después de que Rivera mostrara impulsos propios de aquellos apostadores a la hora de jugarse las 4ta’s oportunidades y aunque tardó muchos años en demostrarlo, Ron lo aprendió de uno de los head coaches más arriesgados en la historia de la NFL.

Rivera fue entrenado durante 9 temporadas por Mike Ditka en Chicago Bears, un coach conocido por su descomunal intensidad con la que ejercía su profesión. Pero contrario a Ditka, Rivera era un jugador bastante sereno, un cerebro defensivo. Cualidades inhabituales para un puesto como el que ocupaba Rivera, pues los linebackers suelen jugar con la adrenalina a tope. Pero en esos 9 años, Rivera absorbió la mentalidad de Ditka, aunque tardó en mostrarlo.

Rivera no se convirtió en un apostador ni mostró el estilo agresivo de Ditka en sus 9 temporadas con Chicago. Tampoco lo hizo en sus 14 años de carrera como asistente de entrenador, siempre prefirió ser un tipo de bajo perfil. Ni siquiera lo mostró cuando tenía un récord de 13-19 en sus primeras dos temporadas ni cuando empezaron los rumores sobre un posible despido.

Rivera hizo ese cambio en el juego ante Bills. Él mismo lo aceptó, “En el camino de regreso, caí en cuenta que necesito se más agresivo y que eso les servirá a mis jugadores para entender que confío en ellos”.

Tal cual lo dijo, tal cual sucedió. El cambio de actitud llevó a Carolina a ganar tres campeonatos divisionales consecutivos, a terminar la temporada 2015 con una sola derrota y ahora los tiene en la antesala del primer Superbowl de su historia. Sin lugar a dudas, una buena apuesta.