Las tres claves del desastre final de Arizona Cardinals
Intentamos explicar por qué la gran temporada de los Arizona Cardinals terminó de la peor manera posible en Carolina, con la paliza de los Panthers.
Arizona acudió al Bank of America Stadium el pasado domingo con la intención de meterse en la segunda Super Bowl de su historia. El resultado fue un fracaso absoluto que no sólo le apeó del gran objetivo de la temporada sino que en la mente de muchos le deja seriamente tocado para próximas campañas. Tiempo habrá para analizar el futuro de la franquicia, hoy intentaremos explicar qué falló ante los Panthers.
1. Las estrellas no brillaron en la noche.
En primer lugar está muy claro que las grandes figuras de Arizona no brillaron con luz propia en tal señalada fecha. Larry Fitzgerald terminó con cuatro recepciones para 30 yardas y dos “drops”, algo que ocurre con similar regularidad a la órbita de Júpiter al Sol. Calais Campbell incurrió en más penalizaciones (2) que placajes en solitario producidos (1). Patrick Peterson tuvo un mal día en cobertura (pese a su intercepción) y además cometió un gravísimo error en equipos especiales cuando parecía que su equipo podía meterse en el encuentro tras un mal arranque.
Por supuesto no me olvido de Carson Palmer, quien vivió una noche negra con cuatro intercepciones y dos fumbles perdidos. El quarterback se mostró muy impreciso en sus lanzamientos, algo que se ha ido evidenciando desde que sufriera una lesión en un dedo de su mano derecha en el primer enfrentamiento ante Green Bay. Sin embargo, los problemas de Palmer fueron provocados por sus erróneas lecturas, ninguna más importante que la de la Imagen 1. Carolina ganaba 24-7 al filo del descanso, pero los Cardinals tenían una gran posición de campo tras una intercepción sobre Cam Newton. Los Panthers meten siete hombres en la línea para sólo hacer un “rush” de tres (algo que realizan habitualmente) y dejan cuatro atrás en cobertura en una posible lectura pre-snap de Cover 4. Al iniciarse la jugada los cuatro defensive backs retroceden confirmando la defensa citada. Pese a ello, Palmer renuncia a un gran emparejamiento entre su corredor y un defensive end que ha caído a la flat en cobertura para cebarse con un pase imposible hacia Jon Brown que Kurt Coleman castiga con una intercepción. Fijaos cómo antes de lanzar el balón Palmer ya está viendo al safety caer a la zona de envío, pero su naturaleza de “pistolero” se impone y no le deja ver tampoco a Fitzgerald completamente solo en una ruta corta cruzada. Errores de novato como éste se vieron durante toda la noche y no los esperas de un candidato al MVP.
2. Mala ejecución ante la “zone read”.
Arizona no sólo jugó mal en ataque. En defensa fue incapaz de detener las “big-plays” de Carolina, el safety Rashad Johnson tuvo una noche especialmente nefasta; casi nunca metió presión en Newton y muy especialmente se mostró impotente ante la “zone read” de los chicos de Ron Rivera. “Motions” de los receptores, líneas desequilibradas, formaciones que en un snap indicaban una cosa y una jugada o dos cuartos después eran otra completamente distinta, no-huddle… los Cardinals acabaron desquiciados camino de 476 yardas concedidas, la peor marca de su temporada. Fijaos en la Imagen 2 cómo dejan un gap completamente vacío por el que Jonathan Stewart puede correr en un simple dive.
En la Imagen 3 aparece un ejemplo claro de la mala disposición que tuvieron en el campo ante una acción de carrera de Carolina a la que debieron prepararse mejor. El frente defensivo de cuatro hombres está en disposición “over” (alineado más hacia el lado fuerte del ataque al contrario que en “under”), un hombre está delante del center y otros dos en el lado fuerte. En el débil queda exclusivamente el defensive end / outside linebacker (Markus Golden) que será el hombre no bloqueado. Newton es acompañado en el backfield por Stewart a su izquierda y Jerricho Cotchery detrás. El wide receiver hace una ruta “ghost” que será fuertemente perseguida por el safety nº 22 Tony Jefferson. Al momento del “mesh point” los linebackers nº 20 y nº 51 dan un paso hacia la izquierda, lo que les va a hacer ser rápidamente engullidos por los bloqueos zonales de la línea de ataque. Toda esta secuencia deja a Golden, un novato, con la responsabilidad de detener a Newton y Stewart, casi nada. El nº 44 duda por un momento, falla el placaje por esa indecisión, y lo siguiente que vemos es una cantidad de campo enorme para correr. Brillante jugada de Carolina, muy mala defensa de Arizona, estratégica y técnicamente hablando por ambas partes. Así durante todo el encuentro.
3. Mentalización de equipo pequeño.
Finalmente no puedo terminar este pequeño análisis sin considerar algo que para mí fue una sensación inicial, pero que a lo largo del transcurso del partido fue ganando más pulso. Los Cardinals llegaron al encuentro pensando que necesitaban algo especial para derrotar a Carolina. Es como si en un hipotético cara a cara no creyeran que tenían opciones. Realizar en acciones consecutivas del primer cuarto (con sólo 10-0 abajo en el marcador) una “wildcat” (el corredor en solitario en el backfield) e inmediatamente después una jugada de engaño con un pase de Fitzgerald demuestran que Bruce Arians no confiaba al 100% en sus chicos. No se entiende si no por qué en el partido más importante de la campaña recurrió a acciones tan fuera de su carácter y de su filosofía de juego.
El turnover de Peterson arriesgando desaforadamente en un retorno de punt para producir un big-play es otra muestra de que los Cardinals presionaron demasiado y nunca se vieron al mismo nivel que su oponente. Arizona perdía entonces por 17-7 y sólo habiendo recibido el balón con un “fair catch” habría anotado seguramente un field goal. No había necesidad de forzar tanto tan pronto.
Dicen que de las derrotas se aprende. Los mismos Panthers tuvieron su “bajada a la Tierra” hace dos años contra San Francisco y creo firmemente que su presencia en los pasados playoffs, aunque fuese por la puerta de atrás con un récord de 7-8-1, les hizo mucho bien para esta temporada. Ésa debe ser la mentalidad para unos Cardinals que han de seguir creciendo como equipo antes de dar el salto definitivo.