La clave de Green Bay es cuidar a Aaron Rodgers

El pasado 27 de diciembre, Aaron Rodgers y Green Bay nos dieron una muestra clara de lo que realmente es sufrir un mal día en la oficina. En el marco de la Semana 16 de la temporada regular, los Empacadores fueron vapuleados 38-8 por los Cardenales de Arizona y Rodgers fue castigado por la defensiva de los Cardenales, que lo capturó en ocho ocasiones.

Esas ocho capturas representan el total más alto permitido por una línea ofensiva que ha sido el talón de Aquiles del ataque en Green Bay por varios años y que en su regreso a Arizona para el duelo de Ronda Divisional, debe mantenerse en alerta para permitir que los Empacadores le den pelea a un equipo que les pasó por encima recientemente.

Green Bay fue el quinto equipo que más capturas permitió en 2015 con 47. Sólo en un duelo de la temporada regular Rodgers terminó con el uniforme limpio y eso sucedió en la Semana 1. Las nueve capturas que la defensiva de Arizona sumó ante Green Bay –una fue a Scott Tolzien, suplente de Rodgers—hacen lucir a este grupo implacable cuando de acosar al quarterback rival se trata, pero los números indican que no es así.

La defensiva de los Cardenales sumó 36 capturas en total que la ubicaron en el séptimo lugar de la NFL. De no sumar nueve ante Green Bay, hubieran quedado en el lugar 28 de la lista. Sin embargo, hay un dato que demuestra lo atemorizante que es la defensiva de Arizona y efectiva que es al decidir cuándo ir tras el pasador rival. De sus 37 capturas de quarterback, 19, poco más de la mitad, llegaron en conversiones de tercera oportunidad.

A su vez, los Empacadores no permitieron que Rodgers fuera tacleado detrás de la línea de scrimmage en las 137 jugadas de pase que intentaron en ese down en la campaña regular.

Al permitir dos capturas de quarterback en promedio en sus 10 victorias y 4.5 en sus seis derrotas, es claro que el comportamiento de la línea ofensiva de Green Bay jugará un papel importante en el desarrollo y resultado del duelo ante Arizona.