Andy Dalton y ‘La Batalla del Pulgar’ entre Bengals y Steelers
Es desesperante que los Bengals hayan reunido por fin un equipo que podría aspirar al anillo, pero que se jugará el todo por el todo con McCarron.
Pocas veces en la historia de la NFL un pulgar ha dado tanto que hablar. Como los pulgares de los emperadores romanos, que decidían sobre la muerte o la supervivencia de los luchadores en la arena. El finísimo hilo que cuelga de ese pulgar puede poner patas arriba el equilibrio de toda la Conferencia Americana.
Hace cuatro meses nadie habría dicho que el pulgar derecho roto de Andy Dalton podría ser tan importante. Incluso hubo bastantes voces en el entorno del equipo de Cincinnati que pidieron en pretemporada que el equipo buscara otra solución para el puesto de quarterback. Dalton siempre había sido un jugador fiable en el día a día, eso no se podía negar, pero al que parecía faltarle brillantez para convertirse en decisivo en lo momentos importantes.
La llegada de Hue Jackson como coordinador ofensivo hizo reaccionar a Dalton, que esta temporada empezó a rendir como un quarterback élite. Preciso, inteligente, seguro de si mismo, e incluso brillantísimo en algunas remontadas. Con esa mirada de poder que solo tienen los mejores, y que tanto asusta a los rivales. Es cierto que ha estado muy bien rodeado, pero con él llevando la batuta el ataque de los Bengals ha sido una orquesta en la que nadie desentonaba, interpretando una sinfonía heroica.
Entonces llegó el segundo partido contra los Steelers, la intercepción, el intento de placaje y el dedo roto.
¡Menudo bajón! Los Bengals pasaron de ser el rival a batir en la americana, el equipo más equilibrado, más completo y que mejor football global estaba practicando si tenemos en cuenta los dos lados del balón, a tener a McCarron en el puesto de quarterback.
Y lo cierto es que el sustituto no lo ha hecho del todo mal y demuestra en cada jugada una fe infinita en si mismo. Han sido dos victorias y dos derrotas con él a los mandos, aunque también llama la atención que el resultado haya sido más favorable cuantos menos pases ha intentado. Sus números han sido impecables y su único problema real se vio en la segunda mitad contra los Broncos, cuando estuvo desaparecido. Aunque también se puede achacar el problema a un plan de ataque conservador y a los magníficos ajustes de la defensa de Denver.
Sea como sea, hoy por hoy no hay color entre McCarron y Dalton. La vida se ve muy diferente cuando tienes a un quarterback que puede jugar a ganar y a acertar, y no a otro al que se le pide que no pierda y no se equivoque. Y esa puede ser la diferencia que valga un anillo.
Esta semana le han quitado la escayola a Dalton y parece que la recuperación ha sido no solo satisfactoria, sino más rápida de lo esperado. Pero no tanto como para que sea el quarterback de inicio de los Bengals ante los Steelers. McCarron será el titular y Dalton quedará en la banda, como última solución si en algún momento los Bengals se aproximan al abismo en el primer partido de playoffs, como se ha convertido en tradición en los últimos años. (ACTUALIZADO: Los Bengals han anunciado que Andy Dalton ni siquiera se vestirá para el partido).
Y aunque Dalton esté en la banda, tras un mes con escayola necesitará unos días de rehabilitación para recuperar la sensibilidad, la fuerza y el tacto en su mano derecha. Las previsiones iniciales eran que eso no podría suceder hasta la ronda divisional como muy pronto. Tal vez demasiado tarde.
Así que los Bengals se han encontrado en una situación de pesadilla. Tienen la certeza de haber conjuntado un bloque que realmente aspira al anillo, su quarterback titular estará vestido en la banda, pero tendrán que jugarse el todo por el todo, ante sus archienemigos Steelers, con un macarrón que no lo ha hecho mal, pero que salvo sorpresa necesitará mucho más que no equivocarse para que su equipo se alce con la victoria.
Lo más curioso de todo es que el que salga victorioso de la ‘Batalla del Pulgar’ se convertirá, muy probablemente, en el máximo favorito para representar a la Americana en la Super Bowl. Los Steelers se presentarían en Denver como el equipo más en forma del momento, y los Bengals llegarían a Foxboro con Dalton ya disponible, y en teoría al ciento por ciento, para que Cincinnati recuperara la vitola de mejor equipo libra por libra de la conferencia.