Los Bills dejan a los Bills fuera de los playoffs de la NFL
Sí, sé que es un titular raro pero es la mejor forma de definir lo que está siendo la temporada 2015 de los Buffalo Bills. Mientras todos los equipos de la NFL juegan un solo partido cada semana, los Bills de Rex Ryan, siempre juegan dos: contra su rival de turno y contra sí mismos. Y desgraciadamente han perdido más partidos por errores propios que por méritos del contrario.
Este domingo vivimos el enésimo ejemplo en la emocional visita a Philadelphia con LeSean McCoy como gran protagonista. Como era de esperar, Ryan aprovechó este factor para calentar el partido, algo que ya debería haber aprendido que no suele salir bien si abusas de ello.
El partido siguió el guión establecido, con los dos equipos atascados en ataque. Los Bills se agarraban al espíritu de McCoy que luchó cada yarda como nunca antes en su carrera y los Eagles a un Sam Bradford que sin ser sobresaliente movió con bastante acierto entre todos sus receptores. En encuentros así de cerrados, cada error cuenta y en esto los Bills son únicos.
Al touchdown de Sammy Watkins en un larguísimo pase de Tyrod Taylor, le seguían innumerables fallos de la línea ofensiva en forma de penalties. A cada buena acción defensiva, como la increíble intercepción final de Leodis McKelvin, le acompañaban múltiples salidas falsas de la línea defensiva, empeñada en adelantar el snap de Bradford, o un placaje fallado por el mismo McKelvin en una recepción clave de Zach Erzt en 3rd down. Y si a todo esto le añadimos el fumble perdido en un punt de Marcus Thigpen, tenemos todos los ingredientes necesarios para regalar la victoria al equipo rival.
El tema de las faltas es especialmente grave. No es la primera vez que hablo de ello, por algo los Bills son el segundo equipo con más penalties aceptadas de la liga (124) y el primero en lo que a total de yardas perdidas se refiere (1086). Esos números se traducen en un poco más de 80 yardas concedidas al contrario en cada partido, que en la NFL actual, se puede considerar que equivalen a unos 6-7 puntos en el marcador. Ningún equipo puede permitirse el lujo de regalar una ventaja así al rival y pensar en conseguir victorias de forma regular.
Luego hay otro tipo de problemas, de juego y estrategia, más difíciles de corregir a corto plazo. El bajo rendimiento de la línea defensiva es uno de los misterios de la temporada. Contra los Eagles decir que pasaron desapercibidos es quedarse cortos. Si no es porque estaban continuamente cometiendo infracciones antes del snap, no habríamos escuchado el nombre de Mario Williams o Marcell Dareus en todo el partido. Ha sido así desde principios de temporada, pero la baja de Kyle Williams desde mediados de octubre fue el golpe definitivo para desarmar una línea que fue dominante en 2014.
Las dificultades en la línea defensiva se extendieron a sus compañeros de la ofensiva. El lado derecho sobre todo fue dominado a placer por la defensa de los Eagles aunque el enfrentamiento más llamativo fue el de Fletcher Cox y Richie Incognito. El ex de los Dolphins está completando un gran año pero Cox fue demasiado para él.
Matemáticamente los Bills todavía no están eliminados de los playoffs pero necesitan ganar los tres partidos que quedan y esperar un milagro como que Chiefs, Jets y Steelers pierdan prácticamente todo. Así que la realidad es que la larga racha de Buffalo sin pisar la postemporada va a seguir viva un año más. El fichaje de Rex Ryan no va a cambiar esa triste estadística, al menos en su primera temporada.
Aunque quizás lo peor de todo no es saber que no jugarán en enero sino que tienen pocos motivos para mirar al futuro con esperanza. Ryan ha repetido los mismos errores que cometió en New York y quitando a tres o cuatro jugadores jóvenes (Watkins, Ronald Darby...), el proyecto a largo plazo de los Bills está cogido con pinzas. Por el momento, tienen que centrarse en terminar la temporada de la mejor forma posible y si puede ser dejando a los Jets fuera de playoffs al menos Rex Ryan acabará el año con una sonrisa.
Notas del resto de la AFC Este:
- Los Jets hicieron lo que debían en el partido ante los débiles Titans: salir fuertes, anotar rápido y no quitar el pie del acelerador hasta que la distancia fuera suficiente para relajarse. Otro gran encuentro del trío Fitzpatrick-Marshall-Decker pero las mejores noticias llegan del backfield. Bilal Powell está recuperando la forma en el mejor momento y parece que Stevan Ridley también puede aportar. Es cierto que los Titans no eran un test pero parece que la máquina ofensiva de los Jets llega perfectamente engrasada a final de temporada.
- Volvió Rob Gronkowski, volvieron a ganar los Patriots. Un partido sin alardes, controlado brillantemente por la defensa, era precisamente lo que necesitaban los de Belichick para recuperar sensaciones. Además las derrotas de Cincy y Denver les han devuelto al primer puesto de la AFC así que parece que todo ha vuelto a la normalidad y todo apunta a que terminarán la temporada regular en ese puesto. Con un calendario asequible en las tres jornadas restantes, los Patriots deben centrarse en cómo recuperar el magnífico juego que desplegaron hasta hace un mes de cara a los playoffs.