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Chicago Bears 21 - Washington Redskins 24

Los Redskins logran en Chicago su primera victoria fuera de casa

Un emocionante encuentro en el cual volvió a fallar el infalible Robbie Gould. Redskins continúa con las opciones de play-off intactas.

Kirk Cousins, quarterback de  Washington Redskins, está siendo una de las revelaciones del campeonato.
DAVID BANKSAFP

Redskins y Bears se enfrentaban en Chicago, un duelo con muchas cosas en juego para los capitalinos, que siguen aspirando a coronar su división. Curiosamente, las dos franquicias son terribles en el papel que hoy protagonizaron (visitantes y locales). Los Redskins llevan nueve encuentros consecutivos perdiendo fuera de casa, la peor marca de la NFL, además de haber ganado sólo una de sus últimas 19 salidas. Mientras que los Bears han perdido ocho de sus últimos nueve partidos en casa.

Dicen que poca gente en Chicago recuerda tener 16º C de temperatura (62º F) a estas alturas del año, la última medida similar fue a principios de los ’90, cuando sobre estas fechas la ciudad de Chicago marcaba 61º F.

Los Redskins comenzaron el partido con un drive mayúsculo, no es nada fácil quemar en una serie ofensiva 8 minutos y medio de tiempo en el reloj, mucho menos en la primera del partido, una barbaridad. Para ello por supuesto la defensa debe ‘ayudar’ de una u otra forma, esto ocurrió en varias ocasiones. Un Cousins perfecto, 5/5 en el drive para 60 yardas; un Jordan Reed que con agresividad movía las cadenas en downs largos; un ex de los Bears (Rashad Ross) que se aprovechó de la nula presión del hombre que estaba encima suya , para en un 3ª y largo realizar con facilidad una ruta en ‘curl’ y conseguir el primer down; hasta Kirk Cousins sumó yardas de carrera en este drive. Finalmente, le ‘quitarían’ un touchdown a Jordan Reed, y desde la yarda 1 Alfred Morris se adentraría en la ‘endzone’ para conseguir su primera anotación de la temporada. Sí, primer touchdown para el ‘bateador’ de los Redskins tras 149 carreras esta temporada, dato que sorprende tratándose de uno de los corredores más rentables desde que llegó a la NFL. 7.0

Mientras Chicago no encontraba la fórmula para avanzar en ataque, unos Redskins-agresivos volvían a hacer méritos para anotar. La línea ofensiva le permitía todo el tiempo del mundo, mientras que los Bears se hacían añicos en cobertura. Un ‘pass interference’ sobre DeSean Jackson permitiría avanzar 32 yardas a los Redskins, para que posteriormente Jordan Reed situase a su equipo en la ‘redzone’ rival, espectacular el partido de Reed y en especial esta jugada, en la cual consigue evadir la cobertura sin la ayuda exterior de DeSean (en ese momento estaba en el banquillo). Posteriormente, Kirk Cousins ejecutaría a la perfección una jugada de engaño. Supo leer que toda la defensa de Chicago corría hacia dentro (Kyle Fuller y Willie Young deberían haber cerrado los extremos) sobre Matt Jones y sólo tuvo que andar hacia el exterior para anotar. 14-0

Los Redskins sumaban dos drives que ayudaban a que la defensa estuviese más que fresca: uno de más de 8 minutos, y el último de 93 yardas. Además, sumaban 13 primeros downs por sólo uno de los Bears. Había pronóstico de lluvia durante el encuentro, los de Jay Gruden estaban consiguiendo una ventaja considerable antes de que el posible chaparrón cayera sobre Soldier Field.

Cuando los Chicago Bears por fin encontraban una buena dinámica ofensiva, llegó el jugadón de Trent Murphy. El defensor superó violentamente a Kyle Long para ejercer el ‘strip sack’ (sack + fumble) sobre Cutler, el mismo Murphy recuperaría el balón para que los Redskins volviesen a atacar sobre la mitad del campo. No había descanso alguno para la defensa de los Bears, Vic Fangio tendrá mucho trabajo que hacer durante la ‘offseason’, varias posiciones que precisan una mejora.

Los Redskins serían incapaces de sacar nada de este ‘turnover’ (es increíble la incapacidad para sumar puntos tras turnovers que tiene esta ofensiva), la defensa de Chicago terminó respondiendo al superar Willie Young a uno de los mejores de la liga en su posición, Trent Williams.

Jay Cutler está convirtiendo en un arma efectiva a lo que hasta ahora era valorado como un jornalero mejorable en la NFL, hablo del ‘tight end’ Zach Miller. El jugador ya se atreve hasta realizar rutas exteriores (partiendo desde dentro), y hoy ante la baja de Martellus Bennet para toda la temporada, estaba mostrándose todavía más. Ocurre que si no es por inefectividad propia, son las penalizaciones las que alejaban a estos Bears del campo rival.

La primera parte terminaría con un drive de los Bears que les acercaría en el marcador a sus rivales. Esto sólo iba a ser posible gracias al gran conocimiento de Jay Cutler acerca de su propia situación en el campo, ¿a qué me refiero con esto?, es fácil. Los Bears se encontraban en una situación de 3ª y 8 en su propio terreno de juego, Cutler, evade la presión del pocket y se marcha hacia uno de los extremos del campo, el quarterback sabe muy bien donde si sitúa la ‘línea de scrimmage’ y fuerza esta hasta el último momento (sólo es falta si se lanza el balón con todo el cuerpo sobrepasando esta línea), gracias a jugar al límite consiguió conectar con Deonte Thompson para 38 yardas. Más adelante, conectaría con Alshon Jeffery (qué bueno es, lástima que no hayamos podido verle formar dupla esta temporada con un ‘freak’ como Kevin White) para touchdown, 20 yardas las que recorrería Jeffery en una ruta vertical desde el ‘slot’, un ‘back-shoulder pass’ (¡qué difíciles son de defender y cuanto lo han sufrido contra Green Bay!) que el receptor capturaría para situar el 14-7 en el marcador cuando el partido llegaba al descanso.

Comenzó la segunda parte con los Chicago Bears atacando y soñando con un posible empate. Pero los Redskins no iban a ponérselo fácil, el incansable Ryan Kerrigan derribaría a Cutler para forzar el punt.

La defensa de Chicago no puede permitir que Jordan Reed salga desde la línea de scrimmage sin presión alguna, un ‘clean release’ le permite ejecutar sin mayor dificultad su ruta, y Reed habitualmente es superior atléticamente al defensor que le cubre. Todo esto se traduce en 32 yardas de ganancia, la mayoría de ellas tras la captura.

Si me permitís, voy a llamar a la hoy tripleta ofensiva de los Redskins: ‘Los Floridians’. Esto se debe a que principalmente Jordan Reed, Alfred Morris y Matt Jones proceden de universidades de aquel estado. Dos de ellos de una ‘power house’ como son los Florida Gators, y otro de la menos conocida: Florida Atlantic. Ellos ayudaron a crear otro drive anotador, pese a las pocas yardas que suman los dos corredores, la fluidez y alternancia entre los dos estaba resultando de importancia. Qué decir de Jordan Reed, sólo las lesiones y problemas internos en el club (caso RG3) han podido lastrarle. Suyo fue el touchdown, en un gran lanzamiento de un Cousins lleno de entereza y calma en el ‘pocket’ consigue poner el balón en una ventana minúscula, para que un Jordan Reed con doble marcaje anote. 21-7

No tardarían los Bears en responder, 80 yardas en diez jugadas sería el resultado de un Cutler serio y enchufado. Que finalizaría el drive conectando con el anteriormente mencionado Zach Miller, que en un ‘slant-route’ saca ventaja sobre la defensa de los Redskins. 21-14

Todo iba a ponerse de cara para Chicago, que hace nada se veía dos touchdowns por debajo en el marcador, pero que iba a demostrar ese espíritu guerrero que John Fox suele imprimir en sus equipos. Kyle Fuller intercepta a Kirk Cousins, esto ocurre prácticamente en la yarda 20 de los Redskins, lo cual ponía a los Bears en una situación envidiable. Matt Forte, que puede estar jugando sus últimos partidos en Soldier Field, amasó él solito las yardas necesarias para empatar el encuentro. 21-21

No estábamos viendo a los Kickers, pero al menos no fallaban los actualmente tan temidos ‘Extra points’, que le digan al gran Robbie Gould sobre lanzamientos sencillos la pasada semana…

Si al principio decíamos que el ataque de los Redskins era agresivo, no podemos decir lo mismo de su defensa. Al principio del encuentro se impusieron a la línea ofensiva de Chicago, pero principalmente más por acciones individuales que colectivas en posibles ‘blitz’. Esto estaba dando a Cutler suficiente tiempo en el pocket.

Era turno para los Redskins, iba a aparecer DeSean Jackson de nuevo, que sin tener un partido enorme en cuanto a estadística, sí estaba teniendo un impacto en cuanto a bloqueos y acumulación de marcajes. Es motivante para los Redskins ver a un jugador como DeSean tan implicado en la causa. Su recepción iba a ayudar a que se situasen en ‘Field Goal’ range, Dustin Hopkins no fallaría desde 47 yardas. 24-21

Desde aquí hasta el final no hubieron demasiadas oportunidades para anotar por parte de los dos equipos, un drive engañoso en el cual los Bears se quedaron a las puertas del ‘Field goal range’ (de nuevo Zach Miller apareciendo). Todo esto para encaminarnos al que sería el momento decisivo del encuentro.

Los Redskins tenían el balón con poco más de cuatro minutos para terminar el partido, conseguirían varios primeros downs. Uno de ellos gracias a un Jordan Reed imparable, otro con la mayor suerte posible en lo que fue una decisión pésima de Kirk Cousins. Lanzamiento profundo en tercer down hacia Jordan Reed, este pase no es interceptado y en la deflección un Matt Jones que pasaba por allí se encuentra la pelota, otra ‘inmaculate receptión’. La defensa no le toca y una vez en el suelo suelta el balón (error), pero de nuevo la suerte iba a sonreírle, en la pelea por conseguir el ‘fumble’ un rebote vuelve a enviarle el balón hacia sus manos. Matt Jones era un imán humano.