Una imagen, una frase, de la semana 13 de la NFL
Ha llegado el momento de pasar la tarde usando simuladores de playoff, que los nombres de los clasificados están más cerrados que nunca, pero el puesto no tanto.
En la vida de todos los aficionados a la NFL, todos los años hay un día en el que, sin poder evitarlo, nos lanzamos compulsivamente a hacer escenarios. Nos metemos en los simuladores de playoff que abundan en Internet, y nos pasamos horas haciendo cábalas sobre qué va a suceder, quién se va a clasificar y cuales van a ser los cruces. Creo que adivinar quién va a ser quién en enero es algo imposible en esta NFL loca, pero también creo que los auténticos gallitos están colocándose en la parrilla como quien no quiere la cosa, y casi todos los que se clasifiquen tienen argumentos de peso para considerarse máximos aspirantes al anillo. Cómo estarán las cosas, que en mi opinión ahora mismo los Steelers y los Seahawks son los grandes tapados y ninguno de los dos tiene garantizada su clasificación. Es más, los Steelers no tienen ni siquiera fácil el camino para seguir vivos en enero.
Lions 23 – Packers 27
Con el fragor de la batalla del domingo nos hemos olvidado del milagro del jueves. 61 yardas mágicas que muchos no consideran un hail mary, en el que se rifa el balón para ver que pasa, sino un pase legítimo que desde que salió del brazo de Rodgers como un cañón tenía destino a la vista con nombres y apellidos. Sobre lo que no estoy tan de acuerdo es con que esa jugada pueda ser un punto de inflexión para los Packers. La línea ofensiva terminó el partido en cuadro y ese será un hándicap más en el futuro.
Bills 30 – Texans 21
Tyranosaurus Rex ha convertido el despelote en una forma de vida. Eso que llaman ‘vivir peligrosamente’. Y ha llegado un momento en el que el caos se ha transformado en arte. Porque estoy convencido de que el ataque anárquico e inexplicable de los Bills tiene un método aunque parezca imposible. Y en la cabeza de Rex Ryan todo funcionó como un reloj ante los Texans, que toda la tarde estuvieron perdidos en el universo psicotrópico de sus rivales.
Bears 20 – 49ers 26
No os engañéis. El tiempo termina por devolver a cada uno a su sitio. Por ejemplo, este domingo Cutler volvió a ser Cutler. Y por mucho que se entusiasmen los aficionados de los Niners, Gabbert volverá a ser Gabbert. Es más, si volvéis a ver el partido olvidando la carrera de 44 yardas y el pase de 71, confirmaréis que Gabbert nunca ha dejado de ser él mismo.
Browns 3 – Bengals 37
Definitivamente, los Browns apestan. Pettine es un zombie que ya no decidirá sobre nada y que saldrá a boinazos de la franquicia en enero. Solo queda por saber si la titularidad de Manziel es para exhibirlo en el mercado, o para que el entrenador que llegue tenga a que atenerse para decidir sobre su continuidad. La paliza fue tal que no creo que a los Bengals, sin Eifert, les valiera ni como entrenamiento.
Dolphins 15 – Ravens 13
Lo malo no es la intercepción retornada para touchdown a un Matt Schaub que vuelve por sus fueron en cuanto le dan un poco de cuerda; ni siquiera es la actuación monótona y completamente insípida de Tannehill. Lo malo es que a nadie le importó un pimiento lo que fuera que pasara en ese partido.
Vikings 7 – Seahawks 38
Este partido era importantísimo porque podía servir para proclamar quién va a ser el tapado que puede entrar en la postemporada de la Nacional como un zorro en el gallinero, para ponerlo todo patas arriba. Definitivamente, los titubeos de los Seahawks parecen haber pasado a la historia. Cuando llega diciembre, ellos empiezan a jugar en serio sin importar el pasado. Y cuando digo en serio, es muuuuuy en serio. En serísimo.
Giants 20 – Jets 23
Una cosa es que hagamos bromas sobre Coughlin ‘El Gruñon’ y Eli ‘El Lelo’, y otra muy diferente que todas las semanas encuentren la manera de regalar el partido. Porque el asunto ha entrado en una fase en la que ya no tiene ni pizca de gracia. A falta de 8:50 ganaban 20-10. Estaban en la yarda 4 de tus rivales y se jugaron un cuarto down paranoico que sonó a nueva frivolité. Como no podía ser de otra manera, Eli aprovechó la ocasión para lanzar una de sus renombradas intercepciones… Como os digo, a mí ya me ha dejado de hacer gracia. Y me temo que a John Mara también.
Rams 3 – Cardinals 27
Los Rams deben estar contentos. La diferencia real que hay ahora mismo entre ambos equipos es muchísimo mayor de la que refleja el marcador final. Y, definitivamente, ver a Palmer conectar con todos los receptores de lujo que le rodean es uno de los mayores espectáculos de la NFL actual… aunque la aparición ocasional de Foles perpetrando crímenes te derrumba de golpe todo el entusiasmo.
Buccaneers 23 – Nuns 19
La implosión de Matt Ryan y sus Nuns es inversamente proporcional a la evolución de Jameis Winston y sus Buccaneers. Hasta tal punto que el proyecto de Dann Quinn puede quedar definitivamente marcado de cara al futuro en su primer año, pese a su meteórico arranque, y el de Lovie Smith en Tampa, que fue muy criticado al principio, empieza a coger velocidad de crucero.
Titans 42 – Jaguars 39
Cuando acabe la temporada, con todo el paso del desierto de la NFL por delante, lo primero que haré, después de ver la primera temporada de Ballers que llevo reservando en un cofre durante un año para ese momento de crisis, será volver a ver con lupa todos los partidos de Mariota en su temporada de debut. Dentro de 15 años quiero poder hablar sobre ellos sin olvidar ningún detalle. Más allá de la carrera sobrehumana de 87 yardas, cada domingo mejora más y más, de modo exponencial, sin importar el récord con que puedan terminar los Titans.
Raiders 20 – Chiefs 34
Seis victorias consecutivas de los Chiefs. Seis. Como los toros. Sin Jamaal Charles y después de haber estado muertos y enterrados con un récord 1-5. Y lo mejor es que esta vez su sobriedad fue su mejor arma, porque los Raiders, más explosivos todo el partido, terminaron perdiendo de tantas ganas que tenían de ganar.
Chargers 3 – Broncos 17
Ahora mismo los Chargers son un equipo de mudanza, no solo en su estructura deportiva, sino en el aspecto administrativo. La NFL quiere, y está haciendo todo lo posible, para conseguir el traslado a Los Ángeles. Creo que eso les está afectando que si no fuera por los Browns, ahora mismo serían el peor equipo de toda la competición. Los Broncos aprovecharon la pachanga para seguir ajustando piezas de cara a una offseason, a la que llegan con todos los deberes hechos una vez eliminado el factor Peyton Manning.
Patriots 28 – Eagles 35
No sé si os acordáis, pero cuando Flutie anotó para los Patriots una patada de drop, allá por 2006, el primer drop desde 1941, a nadie le importó que el resultado final del partido fuera una derrota ante Miami. Sin embargo, dudo que la jugada de fantasía que convirtió a Amendola en quarterback y a Tom Brady en receptor logre esconder que los Patriots ahora mismo tienen perdido el bye en postemporada y, lo que es peor, las buenas sensaciones.
Saints 38 – Panthers 41
Todos teníamos señalados este partido como el gran escollo restante para la temporada regular perfecta de los Panthers. Y se cumplieron los pronósticos de emoción e intensidad. Sin embargo, todo volvieron a ser malas noticias para los rivales de Carolina, que descubrieron que Cam Newton es capaz de mirar de tú a tú a Drew Brees a los ojos en un duelo de pistoleros. El MVP a Superman está pasando de posibilidad a certeza a pasos agigantados.
Steelers 45 – Colts 10
Sé que esto que voy a decir suena a forofeo y probablemente lo sea, pero creo que Alejandro Villanueva es ahora mismo un tackle ofensivo de Pro Bowl en la que quizá sea la mejor línea ofensiva de toda la NFL actual. Y también creo que si los Steelers consiguen ganar a los Bengals la semana que viene, se convertirán, automáticamente, en el equipo a batir en la Americana.
Redskins 16 – Cowboys 19
¿Podríamos llegar al acuerdo, de una vez, de rematar a la NFC Este para que deje de sufrir? Y ya puestos, mandamos al que sea el mejor tercero de los grupos de la Champions League a jugar los playoffs en su lugar. A falta de 4:22 por jugar el partido iba igualado a 9-9 en uno de los más pútridos espectáculos ofensivos del año. Esta división no la va a ganar nadie, pero uno la va a perder un poco menos que los otros tres y va a tener un premio estupendo en forma de partido de postemporada en casa. Alegría.