Una imagen, una frase, de la semana 11 de la NFL
Estábamos enterrando a los Packers antes de tiempo, y han llegado como una aparición para asustar a todos sus rivales con los trucos de magia de Rodgers.
No sé que pasa en la NFL, que cuando llega el frío el personal entra en resonancia y empieza a tomarse el asunto en serio de verdad. Y si no que se lo pregunten a los Packers, que llevaban tres semanas agazapados, desaparecidos del mapa y con síntomas de agonía, y han resucitado a tiempo para hacerle la gracia a los Vikings y comerse el pavo con un ataque de risa. Todos estábamos despistados con las historias de Peyton y los fuegos artificiales de equipos que venían haciendo ruido desde atrás; pero el golpe en la mesa de Green Bay nos ha servido para recordar que el gran objetivo no es alcanzar los playoffs, sino conquistar el anillo. Y los que quieran hacerlo tendrán que presentar credenciales de verdad en las próximas semanas. Que cuando llega la nieve no es tiempo fanfarrias, sino de exhibirse como equipo.
Jaguars 19 – Titans 13
Es cierto que los Jaguars tienen opciones de entrar en playoffs, e incluso los Titans hubieran podido soñar con conseguirlo de haber logrado la victoria, pero la dura realidad de la vida es que ninguno de los dos son a día de hoy equipos de playoff como se empeñaron en demostrar; pero lo que más me apena es que cada vez está más claro que Gus Bradley superó su límite de competencia cuando dejó de ser un extraordinario coordinador ofensivo para convertirse en un head coach prescindible.
Falcons 21 – Colts 24
Yo no sé si el día de Acción de Gracias las familias se hacen regalos además de cumplir con el trámite de comerse una ración de esa cosa seca e insípida llamada pavo (que manda narices celebrar nada con pavo, pudiendo comerse una buena fabada, unas patatas a la importancia, unos buenos huevos fritos con chorizo y panceta, o incluso unos entremeses de jamón serrano, lomo y queso como Dios manda), pero tuve la sensación de que entre intercepciones, fumbles y jugadas absurdas, ambos equipos estuvieron todo el rato desenvolviendo paquetes con lacito. Aunque ya que hablamos de paquetes, los Falcons se han convertido en una Cabalgata de Reyes que atraviesa EEUU llenando de regalos y alegría a cada uno de sus rivales.
Ravens 16 – Rams 13
Forsett fuera para toda la temporada, Flacco, que jugó la última serie del partido con los ligamentos de su rodilla rotos, fuera para toda la temporada. Pero que nadie desespere, John Harbaugh goza de un perfecto estado de salud según nuestras noticias, así que por muy mal que se pongan las cosas siempre quedará alguien sano en la banda de los Ravens. Peor lo tienen en St Louis, donde un irreconocible Fisher parece empeñado en destruir a su equipo con sus decisiones inexplicables, y todo sin necesidad de lesiones.
Panthers 44 – Redskins 16
Los Redskins tienen un récord 4-1 como locales y 0-5 como visitantes, lo que confirma algo que llevo sospechando varias semanas: la auténtica plantilla de los Redskins no viaja. Usan autómatas hinchables a pilas que dan el pego un ratito y luego se quedan pasmados. Seguro que no os creéis lo que os cuento, pero la ciencia ha avanzado una barbaridad aunque aún no ha descubierto la manera de que los susodichos autómatas tengan pelotas.
Bears 15 – Broncos 17
Estoy convencido de que durante lo que queda de temporada vamos a reabrir cientos de veces el debate Osweiler/Manning, pero lo más sano quizá sería dejarnos de cháchara y preguntar a Hillman, Anderson, Owen Daniels y Demaryus Thomas lo que opinan sobre este asunto. Para empezar, esta semana los Broncos volvieron a ser letales por tierra. Todo un síntoma.
Lions 18 – Raiders 13
Martha Firestone Ford cada día me cae mejor. Un día se hartó, limpió su casa de polvo y paja, dijo a los niños que nadie se iba a levantar de la mesa hasta que se terminara la sopa, y ahora los Lions funcionan como un reloj… en defensa, que el ataque todavía necesitan un baño de agua hirviendo con estropajo de esparto y lavado extra detrás de las orejas.
Texans 24 – Jets 17
Durante la pretemporada nos hacemos películas sobre cómo va a jugar cada franquicia cuando llegue septiembre. Casi nunca se cumplen nuestras expectativas. Para bien o para mal los equipos son como un ser vivo que muta cada semana para volverse imprevisible. Sin embargo, el domingo confluyeron los astros para que sucediera algo extraño: los Texans jugaron en todas sus líneas exactamente al buen nivel me esperaba, pero lo malo es que Los Jets también jugaron en todas sus líneas con la falta de pegada que me temía.
Dolphins 14 – Cowboys 24
Volvió Romo y los Cowboys volvieron a ganar. Ya sé que muchos diréis que es una simplificación y que la vida es mucho más compleja, pero todos los problemas de Dallas, que parecían infinitos, han desaparecido como por ensalmo en cuanto han alineado un quarterback.
Eagles 17 – Buccaneers 45
Cinco pases de touchdown de Winston, 235 yardas de carrera de Doug Martin, tres intercepciones de Mark Sanchez y Chip Kelly con la vista puesta en su regreso a la universidad. Los Eagles aspirantes a todo a punto de derrumbarse y los Bucs en reconstrucción alcanzando velocidad crucero. Esta competición será cortísima, pero a algunos se les hace interminable.
Chargers 3 – Chiefs 33
Mientras veíamos el partido nos pusimos a comentar todo lo que los Chargers necesitarán elegir en el próximo draft para volver a ser competitivos. Y no sé si nos fuimos calentando, pero no dejamos títere con cabeza. Bueno sí, indultamos a Rivers, pero no muy convencidos de que él no esté deseando saltar en marcha del barco.
Vikings 13 – Packers 30
Otra prueba empírica de que las estadísticas están sobrevaloradas: Rodgers completó 16 de 34 para 212 yardas y dos touchdowns; Bridgewater completó 25 de 37 para 296 yardas y un touchdown. Dicho lo cual, Rodgers fue un arma letal que disparaba a matar cuando de verdad importaba y Bridgewater fue un pobre cervatillo que se pasó todo el partido huyendo de la jauría que no le daba un respiro. Y creo que todos los que vimos el duelo llegamos a las mismas conclusiones.
Seahawks 29 – 49ers 13
La única conclusión que podemos sacar de este partido que no tuvo historia es que el tiempo de Lynch en los Seahawks está a punto de terminar. Pero esta vez sí que me preocupó bastante la secundaria de Seattle; que permitir que Gabbert complete un partido sin errores tiene delito. Aunque hay que admitir que el quarterback está jugando con corazón por primera vez en su vida y se nota.
Cardinals 34 – Bengals 31
Después de terminar el partido, pensé que ojala se encontraran estos dos equipos en la próxima Super Bowl, y que ojala sean capaces de disputar un partido igual de vibrante, bien jugado, competitivo, cargado de momentos inolvidables y de pasión. Entonces decidí volver a verlo otra vez y el lunes me fui a trabajar sin haber dormido ni una hora, pero feliz.
Patriots 20 – Bills 13
Creí que ya lo había visto todo en la NFL, pero que un árbitro enloqueciera y se pusiera a soplar el silbato como un hooligan, parando la jugada, cuando Brady completaba un pase imposible con Amendola, se convirtió en uno de los momentos más surrealistas que recuerdo. Aunque no puedo negar el mérito de Steratore, explicando la jugada sin echarse a llorar y sin obligar a su compañero a que se tragara el pito.