La rocambolesca historia que llevó a Brett Favre a los Packers

El pasado jueves, en uno de los días mas señalados en el calendario de la NFL, el día de Acción de Gracias, los Green Bay Packers, retiraban el dorsal número 4, el de Brett Favre. La emotiva ceremonia, que tuvo lugar en el descanso del enfrentamiento contra los Chicago Bears, ponía fin a una amarga disputa que empezó a germinarse en 2008, cuando Brett Favre primero anunció su retirada, para luego desdecirse. Para entonces los Green Bay Packers ya habían tomada la decisión de nombrar a Aaron Rodgers su nuevo QB.

Pero no es momento de contar aquellos acontecimientos, sino la rocambolesca sucesión de acontecimientos que terminaron con Brett Favre en Green Bay, el sitio más improbable para un chico sureño, seguidor de los New Orleans Saints por proximidad geográfica, y de los Dallas Cowboys por ser el equipo de América.

Brett Favre aceptó la invitación de la universidad de Southern Missisippi, fue la única que le garantizó qué le daría una oportunidad para jugar de QB. En su año de “freshman” Brett Favre era el 8º QB del roster, enseguida ascendió hasta el 3º. Ser QB3 no es garantía de jugar, Brett Favre, las vísperas de los partidos en lugar de acostarse temprano hacía honor a su otra faceta, la de juerguista irreductible. Un sábado que su equipo jugaba contra Tulane se presentó al partido sin haberse acostado la noche anterior. El destino quiso que los QB1 y QB2 cayeron lesionados y Brett Favre tuvo que saltar la campo. Aquel día hacía mas de 35º, con una resaca monumental se las arregló para lanzar 2 pases de TD y llamar la atención de muchos scouts de la NFL, aquel chico tenía un algo especial.

En el verano de su último año en Southern Missisippi otro acontecimiento cambió la vida de Brett Favre. Regresando a su domicilio después de una de sus legendarias juergas perdió el control de su coche, se salió de la carretera y acabó en un hospital, donde le extirparon mas de 75 centímetros de intestinos. Pudo regresar para su última temporada en la NCAA, donde tuvo un año muy discreto y bajó enteros en su cotización, aún así llamó la atención de dos personas, Mike Holgrem, entrenador de QB de los San Francisco 49ers, y de Ron Wolf, director de personal de los NY Jets.

Los New York Jets no tenían primera ronda a pesar de los intentos desesperados de Ron Wolf de conseguir una. En las posiciones mas altas de la 2ª ronda los Atlanta Falcons decidieron aportar con la elección número 33 por Brett Favre, mas atraídos por ser un popular chico sureño y por el interés descarado que tenían los Jets. El Head Coach de los Atlanta Falcons, Jerry Glanville, nunca dio su conformidad a la elección de Brett Favre, una imposición del General Mananger del equipo, Ken Harock. Jerry Glanville era conocedor de los malos hábitos de Brett Favre con el alcohol y las fiestas, además del accidente del coche.

Jerry Glanville no le costó mucho tiempo darse cuenta en sus propias carnes de cómo era Brett Favre en el verano de 1991, su primera pretemporada en Atlanta. Los Falcons habían programado una sesión fotográfica para las 9 de la mañana de un sábado, día libre de entrenos. Brett Favre no se presentó, se había pasado toda la noche de fiesta y se le olvidó poner el despertador. Cuando llegó a las instalaciones del equipo, mas de una hora tarde, se encontró en el aparcamiento con Jerry Glanville y le dijo que había llegado tarde por culpa de la chatarra de coche que tenía. Jerry Glanville le contestó “Aquí la única chatarra eres tú y esto te va a costar 15.000 $”. Poco después el Head Coach diría en rueda de prensa que Brett Favre quedaba desplazado a QB3 y que solo un accidente de avión le haría sacarlo al campo. Brett Favre había sellado su destino en Atlanta, aquel año jugó 5 snaps, de los cuales dos acabaron en intercepciones y otro fue un pase completado al propio Brett Favre.

En el otoño de 1991 los Green Bay Packers ya estaban lanzando otra temporada mas a la basura. Ron Harlam, Presidente Ejecutivo del equipo decide que hay que buscar un nuevo General Manager inmediatamente y pide permiso para entrevistar a Ron Wolf, que seguía en los Jets. Wolf fue entrevistado en 1989 por el mismo puesto, pero decidió auto descartarse cuando al no tener claro cuales serían sus poderes en la franquicia. Ron Harlam le garantizó en esta ocasión plenos poderes para poder elegir tanto al Head Coach como la plantilla.

La casualidad quiso que el primer equipo que visitaba Green Bay fueran precisamente los Atlanta Falcons. Ron Wolf, que aún no había firmado su contrato se presentó el domingo del partido y le dijo a Ron Wolf, “Vengo a ver si ese QB suplente de Atlanta aún tiene el brazo necesario para jugar en la NFL” Ron Harlam no sabía ni de quien le hablaba, se repasó las fichas del draft que el equipo guardaba de la última temporada donde figuraba un QB llamado “Brett Favor”. Cuando Ron Wolf regresó de su visita le dijo a Ron Harlam “Vamos a hacer un trade por Brett Favre. ¿Estarás de acuerdo?” Ron Harlam, a pesar de que Ron Wolf no había firmado aún le dijo “Por supuesto que sí, es tu equipo”. 

Cuando la temporada de los Packers terminó con un triste record de 4-12 la primera decisión de Ron Wolf fue despedir al Head Coach Lindy Infante. El primer objetivo de Ron Wolf era Bill Parcells, pero cuando este le dijo que no, se fue a por ese entrenador de QB que había conocido cuando observaba a Brett Favre, Mike Holmgrem, que sería en San Francisco. Llegó a un acuerdo para que fuera Head Coach de los Green Bay Packers, y con su aquiescencia, lo siguiente que hizo fue irse a Atlanta para negociar un trade por Brett Favre.

Los Atlanta Falcons querían librarse de Brett Favre, cansados de su estilo de vida libertino, pero querían algo goloso a cambio. Ron Wolf pidió precio y acordaron enviar la primera ronda de los Packers, que aquel año tenían dos, la 5ª y la 17ª, que acabaría siendo la que selló el acuerdo. Años después Ron Wolf declararía que si le hubieran pedido la 5ª ronda también la hubiera enviado “Brett Favre era el mejor jugador del Draft de 1991”. Y no estaba equivocado, solo el CB Aeneas Williams es miembro del NFL Hall of Fame de aquella promoción, y Brett Favre será el segundo y último de una promoción mas bien discreta.

Jerry Glanville años después cuando Brett Favre era una estrella declaró “Yo quería salvar au carrera, por eso le mandé a Green Bay. Allí a partir de las nueve de la noche solo está abierto el Chilli Joe, donde la única opción es con o sin cebolla. Si llego a mandarlo a New York nunca nada jamás hubiera conocido a Brett Favre”