Ohio State ante la etapa reina de su temporada perfecta

Ten cuidado con lo que deseas, no se vaya a convertir en realidad.

Durante toda la temporada de la NCAA a Ohio State le han pitado los oídos porque sus rivales han dicho, a voces si es necesario, que su calendario ha sido un chiste. Es un clamor. Los actuales campeones de la NCAA Football han jugado diez partidos y han ganado todos ellos, pero no tienen el respeto de las demás universidades que pelean por entrar en la Final Four porque en su catálogo de víctimas no aparece ninguna que dé prestigio.

Por eso los aficionados de los Buckeyes llevan todo el año esperando que lleguen las tres últimas semanas de competición. Y por eso sus enemigos naturales llevan con ese mismo deseo desde el principio de la temporada. Pues bien, el momento ha llegado: los tres partidos que definen el curso de Ohio State aparecen seguidos en una suerte de etapa reina en el mundo del ciclismo, tres picachos de los de meter el planto pequeño, el piñón grande y apretar los dientes. Ojo a lo que desean unos y otros, no sea que el destino les quite la razón.

El primero de los enemigos, este sábado a las 21:30, hora peninsular, será Michigan State. En el partido habrá dos docenas de ojeadores de la NFL. Lo he dicho para que sonara bien, pues no sé la cifra exacta, pero tengo la sensación de que me he quedado corto. En uno y otro lado se acumulan los jugadores con potencial de primera ronda en el draft. Los Spartans no han jugado bien, y debieron perder el partido contra sus archienemigos de Michigan, pero un muy afortunado final les ha traído hasta aquí con las opciones intactas de ganar la conferencia, la Big Ten.

Precisamente Michigan es el próximo rival de Ohio State, la semana que viene. Para que entendáis lo que significa esta rivalidad basta apuntar que en Estados Unidos se conoce al duelo como "The Game". Sin más. Sin apellidos. Nada haría más felices a los Wolverines que acabar con las aspiraciones al título de sus vecinos del Sur. Es más, si se producen una serie de carambolas en diversos resultados a lo largo y ancho de los Estados Unidos es posible (poco probable, pero posible) que también Michigan se esté jugando una plaza en la Final Four.

Y, en caso de ganar ambos partidos, la semana siguiente Ohio State tendría la final de la Big Ten, probablemente contra Iowa, que también presenta un inmaculado récord de 10-0.

Si esta etapa reina es superada con éxito, los chicos de Urban Meyer, entrenador de los Buckeyes, repetirán participación en la Final Four y jugarán, en Nochevieja, por retener su actual título. La pasada temporada también se dudó de su calendario, de sus victorias, se subrayó que no habían jugado contra nadie... y llegó la etapa reina, como ahora, y sacaron de rueda a todos sus rivales. Veremos si eso vuelve a suceder.