Broncos y Raiders ponen las cartas encima de la mesa
En la misma semana, ambos equipos de la división han desplegado todo su poderío, se han mostrado dominantes y con opciones de playoff.
“Just let me be great, baby”. Estas fueron las palabras que pronunció Charles Woodson a la grada Raider tras interceptar un underthrown a Geno Smith. Desde luego que, le dejemos o no, el ex de Michigan sigue haciendo historia cada vez que pisa un terreno de juego. Woodson va camino de ser Pro-bowler a los 39 años, algo que nunca antes nadie había conseguido en su posición. La frase también se puede aplicar a los Oakland Raiders como conjunto. Nadie daba un duro por ellos al comenzar la temporada, así que, ¿por qué no dejarles ser grandes?
Ante los Jets, los Raiders dieron un paso más. Si bien hasta ahora estaban resultando ser una grata sorpresa, ahora han subido otro peldaño y ya no solo van a ser un equipo competitivo que pueda pelear por una plaza de wild card, si no que se postulan como favoritos a ello. La manera en la que pasaron por encima de una de las mejores defensas de la liga es una carta de presentación que no se puede obviar. No nos engañemos, Oakland ya no pone la otra mejilla, Oakland quiere pasarte por encima. Por ahora los Raiders tienen la simpatía del aficionado medio por aquello de ser la sorpresa, pero eso cambiará hasta que vuelvan a ser una franquicia ganadora, como los odiados y temidos Raiders de Bill Romanowski.
La pasada semana decíamos que los Silver&black tenían los dos partidos más importantes en más de diez años. La primera prueba ya la han pasado, en la segunda se enfrentan a unos Steelers a los que los Raiders pueden dar la estocada final y provocar así su tercera derrota consecutiva. El momentum está en Oakland. No solo por el magnífico estado de forma de casi toda la plantilla, también por la ausencia de Le’veon Bell para los acereros y el gris regreso de Roethlisberger ante los Bengals. Los Raiders solo tienen dos vías de escapatoria: afianzarse como favoritos a la wild card o volver a retroceder en el tiempo y vivir sensaciones parecidas a las que produjo la derrota en Chicago, algo que no pueden repetir si quieren acceder a la postemporada. El pasado domingo tuvimos un excelente aperitivo, pero esta semana los Raiders tienen que demostrar de qué pasta están hechos.
Ahora sí, estos Broncos dan miedo
Es simple: la defensa de los Broncos provocó el peor partido en la carrera de Aaron Rodgers, el mejor jugador de la liga y uno de los mejores de todos los tiempos. 77 yardas, 0 anotaciones. Tan concedieron solo un drive sostenido y largo en todo el partido (que David Bruton alargó con un estúpido roughing the passer) y anularon el ataque de Green Bay desde todas sus vías (Eddie Lacy solo puedo conseguir 38 yardas). La defensa de Denver fue sencillamente perfecta e invulnerable.
Si, encima, Peyton Manning tiene su mejor actuación en lo que llevamos de temporada, apaga y vámonos. El veterano Quarterback fue tremendamente superior a Aaron Rodgers en el duelo de quarterbacks y tuvo una noche bastante plácida. Por primera vez en ya bastante tiempo, CJ Anderson volvió a ser el que era y también tuvo su mejor partido desde la pasada temporada. Poco cabe decir sobre un partido que solo tuvo un momento de incógnita cuando Green Bay se puso siete puntos abajo y pusieron a los Broncos contra las cuerdas del tercer down en el drive posterior. Manning primero y CJ Anderson después supieron sacar a Denver adelante y finiquitar el partido en ese mismo drive. Espectacular actuación de unos Broncos que prácticamente 100% son los ganadores de la AFC West. A este ritmo, Manning va a poder llegar con bastante descanso a la postemporada.
Los Chiefs se pasean en Londres y siguen con vida
Para KC era vital irse al bye week con una victoria si querían mantener las opciones de postemporada y cumplieron el objetivo, probablemente de una manera más relajada de la que se podía esperar. En un partido sin historia, intrascendente y que no sirvió ni de aperitivo, los Chiefs pasaron por encima de unos Lions que no parecían especialmente interesados en jugar al football, especialmente Stafford, que se borró en ciertas jugadas en las que le venía la presión encima. Un bochornoso espectáculo a nivel futbolístico el que tuvieron que vivir los presentes en Londres.
Después del bye week, los Chiefs tienen dos partidos en los que se juegan la temporada: Broncos y Chargers como visitantes. Si quieren mantener opciones de postemporada, deberán ganar al menos uno de los dos partidos. Si no se vuelven con ninguna victoria a Kansas City, su temporada habrá terminado más pronto de lo que inicialmente se podía esperar.
Otros apuntes de la semana
-> Los Broncos vienen de una actuación dominante y encima se han hecho, vía traspaso, con el Tight End Vernon Davis, probablemente uno de los tres mejores en su posición en 2013. Además, aunque el intento fue fallido, parece que estuvieron cerca de hacerse con los servicios de Joe Thomas. Denver va a por todas.
-> Como un castillo de naipes, así se ha venido abajo la temporada de los Chargers. Por si fuera poco, el receptor Keenan Allen se perderá lo que resta de temporada por lesión. Si es que a perro flaco todo son pulgas..
-> Dos victorias consecutivas de los Chiefs han provocado que jugadores como Tamba Hali, Sean Smith o Derrick Johnson, que probablemente estuvieran en el trade block de los Chiefs, se queden en el Arrowhead.
-> En pasadas semanas comentábamos el malestar de Eric Weddle con San Diego y seguramente es uno de los que le hubiera gustado salir traspasado. A pesar de ello, se tendrá que quedar en San Diego viendo cómo se vuelve a quedar sin postemporada un año más.
-> La última intercepción de Charles Woodson le ha generado un bonus de 200.000 dólares, así que no nos extraña su efusiva celebración tras la misma. Woodson ya es el 5º jugador en la historia de la NFL con más intercepciones, le faltan al menos seis más para subir al pódium.