DOPAJE | JUICIO CONTRA URDAIBAI
"Maynar y Francisco actuaban como una organización delictiva"
El principal agente que llevó las pesquisas por la supuesta red de dopaje en Urdaibai califica así el comportamiento de ambos cuando supieron que les investigaban.
El juicio por la supuesta trama de dopaje en Urdaibai alcanzó su tercer día. En esta ocasión fue el turno para la declaración testifical de los guardias civiles que investigaron el comportamiento del exentrenador el club bermeotarra, José Manuel Francisco, y el médico Marcos Maynar. El agente que llevó el peso de las pesquisas aludió a que ambos sabían que estaban siendo investigados y "ante el miedo de que sus teléfonos pudieran estar intervenidos, hablaban en código" y empleaban otras formas de protegerse "como las que normalmente usan las unidades u organizaciones delictivas cuando no quieren que sus conversaciones sean investigadas por la policía".
No fue una jornada muy sustanciosa, dentro del proceso contra diez personas a las que se les imputa la comisión de un delito continuado contra la salud publica por haber suministrado presuntamente sustancias dopantes a los remeros de Urdaibai. También prestaron declaración por videoconferencia otros agentes que realizaron un seguimiento exhaustivo de dos reuniones de Francisco y Maynar, en Burgos y Talavera de la Reina. El miembro de la Benemérita en Bizkaia explicó que comenzaron sus actuaciones a petición de la Fiscalía y que el club "no sólo no colaboró, sino que intentó poner todas las trabas posibles" en la investigación, al tiempo que impidieron la toma de declaración de los agentes a los remeros. Hubo un tránsito de 150 llamadas entre ambos, mientras que el técnico no se ponía en contacto con el médico del club. En una de ellas, en 2011, aluden a que hacía falta un "médico valiente". También recuerda el agente que Francisco aludió a que en la plantilla tenían un "purasangre" pero "no se adapta a los métodos ni lo que estaba pasando" allí.
También quedó constancia del envío de dos paquetes desde Córdoba a la oficina bancaria donde trabajaba el presidente del club, Zabalondo, y el traspaso de 2.400 euros en fechas próximas. Desde Cáceres salen otros dos envíos, con sustancias dopantes, uno de la facultad donde trabajar el médico y otro de la farmacia de Mercedes Romano. Se localizaron pagos a la cuenta que compartían Maynar y su mujer. Y se envían en "cantidades alarmantes" Venofix, mariposas para tomar vías.
Usaban también un sistema sofisticado, "que es el más perfeccionado como tipo delictivo", para ponerse en contacto vía correo electrónico sin que sus mensajes puedan ser leídos por los agentes: los depositaban en la bandeja de borrador para, con la clave compartida, ser leído luego por la otra persona y no dejar rastro. Otro de los agentes rastreó una conversación en una hamburguesería en la que escucharon "24 cajas, 18.000, cuando haga el pedido te llamo y quedamos en Cáceres o donde te venga bien, de junio a septiembre hablamos".
También comparecieron más remeros. Iker Zabala, alma mater de Urdaibai, corroboró lo manifestado por sus trece compañeros en 2010 en la 'Bou Bizkaia'. es decir, que los pinchazos eran intramusculares y que conocieron a Maynar por una visita de un día, pero sin trabar contacto con él. Zabala sí admitió que le tomó pliegues para bajar peso. "No se presentó". Y luego llegó el pescozón a Castro, es decir, a José Luis Korta, el desencadenante de todo el proceso: "¿Los pinchazos? No hicimos nada que no se hiciera en Castro, es más aquí se hacían en casas rurales, furgonetas, autobuses... algo que no ocurría en Bermeo. Yo confiaba en el médico de Urdaibai y el entrenador, como en otro club. En Castro cuando le pregunté a Guillermo Cuesta qué nos ponían me dijo que estudiara cinco años medicina si tan interesado estaba".
Óscar Viudez, Xabi Zulaika y Jon Albizu siguieron esa línea. Y también trataron de desmontar la declaración de Andrei Banica, el testigo protegido: "Se acercó al entrenador y le dijo que no había manifestado nada de lo que se había publicado sobre su charla en Santander. Pidió disculpas luego. Empezó a crear mal ambiente cuando se quedó fuera de la tripulación e intentaba ir contra el entrenador", se explayó Vuidez. Zulaika profundizó: "Andrei pidió disculpas a Salsamendi (actual técnico de Urdaibai)".
Posteriormente comparecieron, también como testigos, la supervisora de la clínica de Bakio donde trabajaba el médico de la entidad Borja Garay, así como el director del centro y la secretaria del galeno. El director declaró que el hijo de la paciente que estaba tratando Garay y sobre la que se intenta saber si utilizó para lograr recetas y medicamentos que desvió al club, fue a chantajearle con un abogado.
Al término de la vista oral, José Luis Korta, que denunció la supuesta actividad delictiva de Urdaibai en 2010, cuando era presidente de Kaiku, y que en esta causa se ha personado como acusación particular, ha confiado en que "se haga justicia, por el bien del remo y por la salud de los deportistas". El técnico de Ortzaika tuvo un rifirrafe con el marido de la ATS imputada Arantza Ormaza.