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ENTRENADORES MLB

La complejidad de evaluar a los managers en el béisbol

Los entrenadores en la MLB viven en un duro equilibrio en el que la fórmula para ser juzgados es más subjetiva de lo que parece.

Don Mattingly
USA TODAY SPORTSUSA Today Sports

"El béisbol es como conducir, lo que cuenta es llegar a casa a salvo." Tommy Lasorda

Evaluamos a los jugadores constantemente, su ERA, sus hits, OBP, WAR, SO... Todas las estadísticas, ofensivas o defensivas que quieras, la Sabermetría ha conseguido que podamos analizar un jugador en todas sus facetas, saber lo que hace y lo que ha dejado de hacer, y llegando más allá podemos realizar proyecciones de lo que harán utilizando sus datos pasados. Pero, ¿qué ocurre con los Managers? ¿Cómo evaluarlos? ¿Cómo podemos medir la comunicación con los jugadores y con el resto del equipo técnico, su capacidad de motivación, su relación con el General Manager, lo implicado que está en el proyecto, su habilidad toreando con los directivos, su buen ojo para aceptar o rechazar los fichajes, su relación con la prensa? Todos estos aspectos, y muchos otros no tienen un número, los números que vemos son los que tiene el equipo. Podemos quedarnos en que si el equipo gana es bueno y si pierde es malo, pero eso es simple, pero una de las características del béisbol es que no es un deporte simple.

Este año Don Mattingly ha dejado de ser el Mánager de los Dodgers, fue eliminado por los Mets y pocos se cortaron en pedir su cabeza, el equipo con el roster más caro de la MLB, 314 millones de dólares -los segundos son los Yankees con 219 millones-, no podía permitirse no ganar las World Series, así que a la calle. El porcentaje de victorias de Mattingly durante sus 5 años de entrenador ha sido de .551, ninguna temporada ha bajado de .500. Lo podemos comparar con uno de los mejores entrenadores de los últimos años, Joe Maddon, en sus 12 años entrenado su porcentaje de victorias ha sido de .525, pero algunos años ha bajado de .500, y esta temporada ha conseguido unos geniales .599. Uno podrá continuar su proyecto con los Cubs, el otro probablemente vaya a empezar un nuevo reto en Miami. Dos entrenadores con números parecidos y dos caminos distintos, subjetividad al valorarlos, porque uno puede decir que un equipo tiene más dinero, pero, ¿realmente es más bueno?

Rizzo, Arrieta, Bryant, Russell y Rondón, sumando los sueldos de los cinco jugadores no llegamos al sueldo de Matt Kemp de los Dodgers, por lo que tenemos un equipo como los Cubs, repleto de geniales jugadores, jóvenes y que cobran unos sueldos muy lejanos a las grandes estrellas, y probablemente con un equipo tan o más bueno que los Dodgers, y por eso, ¿Maddon es mejor entrenador que Mattingly? Para mí, los dos son muy buenos, me quedaría con Maddon por su experiencia, y siendo el genio que es no cobra más de 2 millones al año, ¿cuántas victorias extras nos da su sabiduría y saber hacer? Probablemente más que la de muchos jugadores que ganan muchísimo más dinero que él.

Vemos como los jugadores tienen cada vez mejores salarios si sus números son mejores. Si un jugador me puede "garantizar" un WAR de 3, tres victorias más durante este años, puedo ofrecerle un sueldo con varios ceros, pero, ¿cómo saber si este entrenador me lo va a ofrecer? Pues probablemente no lo sabremos, ya que el manager puede preparar el partido perfectamente, saber que al tercer bateador hay que lanzarle una bola rápida alta, pero cuando llega el pitcher la bola se desvía, se centra, Home Run y partido perdido, y eso no puede controlarse. Las intrahistorias de los partidos son la madre del resultado final. Lo que debemos pedir a un manager es que no cometa errores: mantener un pitcher que se está hundiendo, aconsejar mal a los lanzadores de los pitchers, colocar de forma incorrecta a los jugadores en el campo, o cualquier otra decisión que les haga perder carreras o encajarlas, porque en este deporte todo se mira con lupa, y los errores cuando se cometen se ven con toda nitidez, y muchos se recuerdan durante décadas.

Y con el microscopio que hay sobre los entrenadores, el saber que todo se puede hacer perfecto, que elegir la mejor alineación lo puede hacer un programa informático -existen diferentes programas informáticos donde puedes crear la alineación de tu equipo dependiendo del rival, si el pitcher rival es zurdo utilizar jugadores a los que se le da bien el pitcher zurdo, en qué posición sacarlos a batear, si sale un relevista que es mejor hacer, y todo basado en las estadísticas del jugador-, y si tenemos todo esto, ¿para qué tener un Manager? ¿No sería mejor tener un motivador o un psicólogo y que el ordenador tome las decisiones? Pues no, el béisbol está repleto de intangibles que no podemos controlar, es un deporte jugado por personas, con sus problemas y sus alegrías, con sus días buenos y sus momentos peores, donde todavía habita la magia de la sabiduría, del saber hacer, de la genialidad, y eso todavía no hay máquina que pueda comprenderlo.

¿Cómo evaluar a un manager? Pues de la única manera que sabemos hacerlo, algo de números mezclado con la subjetividad que nos dan los años que llevamos viendo deportes y sacando nuestras conclusiones, que nunca coincidirán al cien por cien con ningún otro aficionado. Porque los resultados del equipo son de estos, del equipo completo, del fisioterapeuta al Ace, todos tienen su papel, y cuando la maquinaria funciona como un reloj suizo puedes sacar lo mejor del equipo, eso no significa ganar, porque otros pueden ser mejores que tú, y contra eso no puedes luchar, tú única arma es hacerlo lo mejor posible.