Primer partido series mundiales
Los Royals renuncian a perder el primer partido
En un alocado y maratoniano primer encuentro de la gran final que tuvo de todo, Eric Hosmer se redime y Kansas City se adelanta en el Clásico del Otoño.
Cuando ya han transcurrido algunas horas de la finalización de la puesta de largo de Kansas City Royals y New York Mets (no preguntéis en concreto cuántas porque ya ha perdido la noción del tiempo ni en qué dimensión paralela me puedo encontrar), los rescoldos del primer encuentro de las Series Mundiales nos ofrecen una gran y absoluta verdad: fue todo un clásico y digno estreno de la gran final de la MLB en 2015.
El Clásico del Otoño nos promete emoción, intensidad, instantes inolvidables que perdurarán en el tiempo, ya sean para bien o para mal, y todo ello estuvo presente en el Kauffman Stadium.
En un partido en el que se preveía que la rotación de los New York Mets iba a ser clave, Matt Harvey no fue capaz de aguantar un 3-1 a su favor y eso que el inicio del choque nos trajo el primer home run dentro del campo por parte del siempre agresivo (y productivo en playoffs) Alcides Escobar.
En un partido en el que el bullpen de los Royals, factor desequilibrante donde los haya en la final, tendría que haber estado a la altura, la combinación de los lanzamientos de Kelvin Herrera y el poco habitual error de Eric Hosmer nos da un 4-3 a favor de los Mets que parecía definitivo.
En un partido en el que Jeurys Familia lo tenía todo a su favor para hacer que los Mets se adelantasen en la serie y que empezó su papel en la octava entrada, un lanzamiento en la novena que ese queda arriba en la zona de strike es depositado por Alex Gordon a 442 pies del home plate, el primero de esta índole desde aquellas memorables series del 2001 con Scott Brosius heroico ante los Diamondbacks.
Tan importante es el triunfo en este partido (y en todos los que estén por llegar), que Kansas City Royals y New York Mets no cedieron ni un milímetro de terreno desde ese punto en adelante hasta llegar a una decimocuarta entrada en la que dos jovencitos como Bartolo Colón y Chris Young, que sumaban 78 años entre los dos, estaban decididos a seguir lanzando hasta el Día del Juicio Final o algo muy parecido porque hubo un momento en el que parecía que no iba a acabar nunca.
Y tal como ocurrió al principio del encuentro, gran parte de las acciones ofensivas de los Royals pasan tanto por Alcides Escobar como por Ben Zobrist, beneficiándose el primero del error del Mr. Met actual, David Wright, que abrió las puertas al momento decisivo, al momento de redención para que Eric Hosmer se resarciera de su error en la octava y que situó a su equipo a dos eliminados de caer en su estreno en las Series Mundiales del 2015.
Pero si por algo se han caracterizado los Royals es por su renuncia a perder, su insistencia a la hora de combatir en cualquier momento y cualquier situación que se presente y que les ha llevado a estrenar su casillero de victorias en el recorrido del club en la gran final. Nunca antes los Royals se habían impuesto en el primer partido y ahora ya están un paso más cerca de acabar con su sequía de 30 años.
Por su parte, los New York Mets tendrán que hacer bueno ese proverbio del béisbol que habla sobre la necesidad de pasar página de forma inmediata y más tras un dolorosa derrota. Los Mets ya han estado en esta situación en su historia y perdieron el primero partido en 1969 y en 1986. ¿Evitó que terminaran ganando el título? ¡Claro que no!
A ese clavo tienen que agarrarse y es que nadie derramará una lágrima por ellos. ¿Contaban con no ganar un partido en el que su closer lo cerrase y más sabiendo que no desperdiciaba una ventaja desde el 30 de julio? No.
¿Creían que este partido lo podrían perder con Harvey al mando en la sexta y con todas las oportunidades que tuvieron de ampliar su renta? ¡Por supuesto que no!
La buena noticia es que su mejor lanzador en playoffs, Jacob deGrom, tendrá la ocasión de igualar la eliminatoria frente al irregular Johnny Cueto, capaz de lo mejor y de lo peor, y es fundamental su triunfo porque los equipos que se han puesto 2-0 en la historia de las Series Mundiales han sido campeones un 83.3% de las ocasiones. Los Mets no quieren tentar a la suerte y verse obligados a formar parte del 17.7% restante.