Una imagen, una frase, de la semana 7 de la NFL
La semana empezó con Marshawn Lynch vomitando en la banda mientras mascaba chicle. Desde entonces sigo conmocionado por la imagen apocalíptica.
Comprendo perfectamente a Marshawn Lynch y estoy completamente de acuerdo con él. Algunos partidos de esta NFL son para vomitar. Aunque si el chicle está bueno, siempre se puede encontrar algún recoveco en el que esconderlo mientras se realiza la sana operación. Pero, sin embargo, esta semana nos ha dejado más cosas buenas de las esperadas. Es lo que tiene el deporte. Lo que para unos es horrible, para otros tantos es maravilloso. Aunque, con todos mis respetos, sin importar quién se hiciera con la victoria, el espectáculo que presenciamos en Wembley fue más digno de una película de terror que de un partido de la NFL. Y el del propietario de los Colts gritándose con su manager general en el vestuario después de la derrota no puede alegrar ni a los más acérrimos rivales divisionales. Y que me perdonen los seguidores de San Diego o Cleveland, pero ver a los Carr, Cooper o Gurley asegurando un relevo de genialidad en la NFL futura, me ha alegrado el fin de semana.
San Francisco 49ers 3 –Seattle Seahawks 20
Parece que ha pasado una eternidad, pero hasta hace no muchos meses un Niners-Seahawks era una delicatessen para cualquier paladar. Ahora han quedado reducidos a una ocasión perfecta para que Lynch eche hasta la última papilla. Pero yo se lo perdono (aunque lo del chicle no tuviera perdón de Dios), La OL de los Seahawks apesta y los 49ers al completo producen arcadas.
Jacksonville Jaguars 34 –Buffalo Bills 31
Londres se convirtió en el lugar perfecto para que los aficionados a la NFL llegáramos a conclusiones absolutas. Por ejemplo, confirmamos lo que ya nos temíamos, AJ Manuel es absolutamente lamentable. Y también le dimos otra vuelta de tuerca a una idea que lleva semanas rondándonos la cabeza: el fichaje de Rex Ryan por los Bills fue una decisión absolutamente nefasta. Mientras pensábamos todo esto, unos Jaguars absolutamente mal dirigidos desde la banda se llevaron la victoria.
Washington Redskins 31 –Tampa Bay Buccaneers 30
Si en vez de haber estado desaparecidos los Redskins durante toda la primera mitad, y los Bucs durante la segunda entera, se hubieran puesto de acuerdo los dos equipos para jugar bien al football al mismo tiempo, nos habríamos perdido una remontada histórica y toneladas de emoción, pero quizá habríamos sido capaces de sacar alguna conclusión sobre a lo que juegan ambos.
Tennessee Titans 7 –Atlanta Falcons 10
Durante varias semanas vimos a los Falcons ganar con fuegos artificiales y esta semana hemos descubierto que también saben hacerlo desde las trincheras. El problema es que enfrente estaban los pobres Titans, y conducidos por un Mettenberger que perdió una oportunidad de oro para reivindicarse.
Indianapolis Colts 21 –New Orleans Saints 27
Empiezo a vislumbrar que Sean Payton tenía un plan maestro cuando se lanzó a reconstruir sin romper con el pasado. Lo que soy incapaz de entender es por qué los Colts decidieron convertir su equipo en un geriátrico y a su quarterback en un caballo desbocado.
Detroit Lions 19 –Minnesota Vikings 28
¿Os pareció que la defensa de los Vikings sacudió demasiado a Stafford? ¡Ni mucho menos! Mucho más habría que darle para que de una vez se entere de que el talento a borbotones no sirve para nada si no trabajas en serio para desarrollarlo. ¡Qué desperdicio de quarterback! ¡Cuánta calidad ahogada en un océano de vanidad! Por eso da tanto gusto ver a su antítesis en el otro lado del campo.
Kansas City Chiefs 23 –Pittsburgh Steelers 13
En algún sitio he leído una frase que define perfectamente el partido: “vale, ganaron los Chiefs, pero Big Ben estará de vuelta en Pittsburgh el próximo domingo y Jamaal Charles no regresará a Kansas City hasta la temporada que viene”. Y pareceré un iluso, pero no descarto ver más pronto que tarde a un español como titular en el equipo campeón de la Super Bowl.
St. Louis Rams 24 –Cleveland Browns 6
Tengo un serio problema que amenaza con convertirse en una enfermedad crónica. Cuando veo partidos de los Rams no soy capaz de mirar más que a Todd Gurley. Incluso cuando está en el campo la defensa de los Rams, se me escapa la mirada a la banda para ver si le distingo cortar entre sus compañeros para llegar hasta las bebidas. Prometo ir al médico para que me recete una cura, aunque tal vez merezca la pena morir de felicidad teniendo solo ojos para el último gran fenómeno llegado a la NFL.
Miami Dolphins 44 –Houston Texans 26
Es increíble lo que puede cambiar un equipo cuando recupera la alegría. Y es increíble la tristeza que provoca ver el proyecto de O’Brien fracasar en los Texans. Eso sí, los del casco con el delfín, todos unos golfos caraduras. Y que nadie me hable de motivación, que hace mucho que conozco a la mayoría y esos no necesitan que nadie les empuje para jugar bien a esto.
New England Patriots 30 –New York Jets 23
Os prometo que en breve, si no esta semana será al inicio de la siguiente, escribiré un artículo explicando por qué hay algunas personas extrañas que todavía no son capaces de aceptar que Tom Brady es el mejor quarterback que ha pisado la faz de la tierra en el siglo XXI… y posiblemente también en el XX.
San Diego Chargers 29 –Oakland Raiders 37
Si la exhibición de los Raiders durante la primera mitad tuviera continuidad, este equipo estaría en los primeros puestos de todos los power rankings por talento y calidad. Pero no debemos olvidar que en el otro lado del campo se autolesionaban unos Chargers esquizofrénicos y que en su propia banda hay un entrenador al que esta plantilla le viene un poquito (o incluso un muchito) grande.
New York Giants 27 –Dallas Cowboys 20
Los Cowboys son unos cachondos. Fichan a Cassel, simplifican el plan para que pueda adaptarse y le dan el balón para que gane el partido. ¡A Cassel! Pero en un equipo en el que entrenador y propietario justifican y hasta alaban los ataques de ira de Greg Hardy, todo se puede esperar. Tanta tontería me amargó el regreso entre los vivos de uno de mis favoritos: Darren McFadden.
Carolina Panthers 27 –Philadelphia Eagles 16
Algunos pensamos que Cam Newton es un motor de explosión que está haciendo carburar con picardía un ataque muy limitado. Otros muchos exhiben cientos de argumentos para negarle cualquier mérito al jugador. Pero al final quizá no sea necesario el debate si la defensa de los Panthers se sigue pareciendo a la que hace dos años asombró en la NFL.
Arizona Cardinals 26 – Baltimore Ravens 18
Cuando todas las semanas decimos que un equipo se mantiene vivo hasta el final pero siempre termina sucumbiendo, tal vez haya llegado el momento de pensar que, simplemente, y por los motivos que sean, ese equipo apesta... y casi tanto como el chicle de Marshawn Lynch.