Una imagen, una frase, de la semana 6 de la NFL
La indescriptible jugada inventada por Chuck Pagano no fue el único momento inolvidable de una nueva semana llena de curiosidades en la NFL.
La NFL no es aburrida. Nunca. Cuando no es un fumble convertido en touchdown, es un cuarto down de fantasía. Un touchdown acrobático, una colección de venganzas, un golpe de viento decisivo o un mito lanzando intercepciones para lograr la victoria. Lo imposible se sucede semana a semana y siempre consigue sorprendernos. Por eso, cuando alguien nos pregunta cómo es posible que estemos tan enamorados del football, no necesitamos pensar la respuesta durante demasiado tiempo: “Porque noche tras noche nos hace babear tanto como el primer día con sus curvas exuberantes, nos excita con sus guiños y contoneos, exprime nuestra pasión hasta la última gota y siempre nos deja satisfechos pero con ganas de más”. Y por si hay por aquí algún despistado, sí, estoy hablando de football.
New Orleans Saints 31 – Atlanta Falcons 21
En Nueva Orleans son inmensamente felices. Han vuelto los touchdowns tras bloquear un punt, ha regresado el mejor Brees, los Falcons han hecho el ridículo y perdido la imbatibilidad en Bourbon Street. De hecho, hay rumores de que Tom Benson, propietario del equipo, ha solicitado a la NFL que de por concluida la temporada de su equipo. Ya han alcanzado todos los objetivos previstos, y solo han necesitado un partido.
Buffalo Bills 21 – Cincinnati Bengals 34
Tyranosaurus Rex es otro artista. En cuanto salió por la puerta de los Jets, los de la Gran Manzana empezaron a carburar. Solo tuvo que atravesar el recibidor de su nueva casa en Buffalo, para que un proyecto encarrilado empezara a hacer aguas. Aún no se está hablando de él, pero creo que es el entrenador con un futuro más negro en la actual NFL. Sí, peor incluso que el de Pagano.
Cleveland Browns 23 – Denver Broncos 26
Los ataque gana partidos y las defensas campeonatos. Vale, bonita frase, pero que no sirve para unos Broncos en la que es la defensa la que gana partidos y hará falta que aparezca el ataque si quieren ganar campeonatos.
Detroit Lions 37 – Chicago Bears 34
Walt Coleman fue otro de los grandes artistas de la jornada. El árbitro principal decidió en un momento de enajenación que un fumble en la end zone computa como touchdown. Tate quedó encantado, los Lions ganaron su primer partido y la NFL está sudando tinta para justificar la enésima ocurrencia de su rebaño de cebras.
Jacksonville Jaguars 20 – Houston Texans 31
Un rollo. En serio. Nada de morbo. Toda la tarde esperando que Hoyer se torciera un tobillo para que saliera Mallett y volviera a liarse parda, y nada. Una balsa. Eso no se puede consentir. Cómo sería el despropósito, que Mallet ni siquiera hacía mohines cuando su rival y compañero completaba pases. Después de tanto festival, ver a Houston jugando simplemente a football americano nos sabe a poco.
Minnesota Vikings 16 – Kansas City Chiefs 10
Jeremy Maclin sufrió una conmoción cerebral y no jugará la semana que viene. Pero es posible que aproveche la ocasión para fugarse a donde sea lo más lejos posible de Alex Smith. Lo importante es que no se quede parado. No sé si sabéis que un congreso médico de especialistas en daños cerebrales ha afirmado, entre sus conclusiones, que la política de la NFL de máximo reposo tras una conmoción es un gravísimo error médico (y esto no es broma). ¡Ánimo, Jeremy, echa a correr y no pares hasta la frontera! Es lo mejor para tu salud.
New York Jets 34 – Washington Redskins 20
Después de escuchar a Jay Gruden, ya me ha quedado claro. Los Redskins no perdieron por su lamentable partido, sino por lo que el viento se llevó. Aunque sigo sin entender qué narices tienen que ver Vivien Leigh y Clark Gable con esta historia. Una cosa es que Gruden tenga una fe infinita en Cousins y otra muy distinta que le bese mientras le sostiene del talle.
Pittsburgh Steelers 25 – Arizona Cardinals 13
Arians volvía como entrenador principal a Pittsburgh por primera vez tras su ‘jubilación’. Y lo que se rumiaba como venganza en plato frío se transformó en empanada ardiente y con mucho picante. Pero os confieso que todo esto lo sé de oídas, porque yo solo tenía ojos para mi paisano Villanueva.
Tennessee Titans 10 – Miami Dolphins 38
Se fue Joe Philbin y se acabaron las tristezas. El sol vuelve a lucir en Miami. Eso sí, y entre nosotros, ¡vaya panda de golfos! Se esforzaron más en un solo partido, que en todo el resto de la temporada. Y de paso se llevaron puesto a Mariota.
Seattle Seahawks 23 – Carolina Panthers 27
Por si alguno se había olvidado, Jimmy Graham sí está en Seattle. Por fin podemos confirmarlo después de tantas semanas de rumores. Lo que no está tan claro es qué ha sido del jugador número 12, de modo Bestia y del talento para cerrar partidos. Pero para talento, el de un Cam Newton con argumentos para subirse al carro de los aspirantes al MVP de la temporada.
Green Bay Packers 27 – San Diego Chargers 20
Por si queda alguien despistado, en un partido de los Packers hubo un quarterback que superó las 500 yardas aéreas y lanzó dos pases de touchdown. ¿Sabéis ya quién es? Os doy otra pista, su equipo no se llevó la victoria.
San Francisco 49ers 25 – Baltimore Ravens 20
La semana pasada volví a ver la Super Bowl de hace tres años para rememorar buenos momentos de football y el domingo no me podía creer que en tan poco tiempo un enfrentamiento Ravens-49ers fuera uno de los duelos menos atractivos de la jornada. La NFL no tiene corazón, ni memoria.
Indianapolis Colts 27 – New England Patriots 34
Ni deflategate, ni venganza, ni historias. Después de una década de momentos brillantes, lecciones de football, duelos Tom-Peyton y noches memorables de football, llega Pagano, monta la jugada de engaño perfecta, que desconcertó a la humanidad entera, incluidos sus propios jugadores, y da carpetazo a toda la leyenda de un plumazo. Para lo que hemos quedado…
Philadelphia Eagles 27 – New York Giants 7
La capacidad de los Giants para inmolarse no tiene límites. Y a ver ahora quién es el listo que se ríe de un chip Kelly que tiene por delante tres meses de tranquilidad para preparar a su equipo para ser competitivo en postemporada.