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Seattle Seahawks-San Francisco 49ers

No me digan que el Seahawks - 49ers es un partido menor

Los otrora dominadores de la división llegan a su primer envite de 2015 en horas bajas. Mientras, los Rams y los Cardinals no tienen partidos sencillos.

Los grandes duelos de los últimos años entre los Seahawks y los 49ers pueden haber pasado a la historia.
Steve DYKESAFP

El perdedor de este partido dormirá en última posición de la NFC Oeste. Esa afirmación está copando las previas del Seahawks – 49ers de esta noche. Los dos equipos que han ganado este grupo cada año desde 2010 (tres para Seattle, dos para San Francisco) no atraviesan por su mejor momento. Los niners intentan estabilizar un equipo azotado fuertemente por todas las retiradas y pérdidas de agencia libre sufridas en la “off-season”. Por su parte, los doble campeones de la Conferencia Nacional están inmersos en una “crisis de identidad” (en palabras de un ex compañero como Michael Robinson) motivada por una serie de derrotas de último minuto a las que no estaba acostumbrado este grupo.

¿Qué ha pasado pues con la mayor rivalidad divisional de la NFL en estos últimos años? ¿Es hora de resignarse y admitir que este encuentro ha perdido todo su caché y que no merece la pena trasnochar para verlo en directo? No cuenten conmigo para unirme a esa corriente. Hay demasiados recuerdos, demasiadas experiencias y demasiados momentos compartidos por estas dos franquicias en los tiempos recientes que se me hace imposible decir que el de esta noche es un partido más.

Para Seattle ganar en San Francisco sería el comienzo de la remontada, iniciar el ascenso desde los infiernos para recordar a todo el mundo que todavía son el rival a batir. En 2013 y en 2014 Seattle venció en el estadio que albergaría ese año la Super Bowl y no volvió a perder en el camino hasta la misma. Aunque la visita al Levi´s Stadium (sede de la final de esta temporada) es algo más temprana, seguro que en su fuero interno los jugadores de los Seahawks piensan que pueden mantenerse imbatidos hasta el primer fin de semana de febrero. No sería la primera vez que un equipo se planta en la Super Bowl con doce o trece victorias consecutivas.

Para conseguir esto Seattle se debe dejar de excusas, la última el error de comunicación en la jugada final de su derrota ante Carolina. ¿Qué pasó entonces en los doce lanzamientos previos de Cam Newton? Todos ellos fueron completados salvo por un clamoroso “drop” de Devin Funchess (en lo que debería haber sido otra gran jugada) y un “spike” para parar el reloj. En cada una de esas acciones no parece que hubiera confusión alguna en la defensa y sin embargo en ninguna tuvieron respuesta. Como decimos, excusas. Si es verdad -como reconoció Earl Thomas-que ellos “no apestan”, deben empezar a demostrarlo hoy.

¿Y los 49ers qué? Tener dos victorias a estas alturas, las mismas que su “odiado” rival divisional, parece que ha creado un aura de tranquilidad y relajación que no debe ser tal en el vestuario. Un récord de 2-4 es malo bajo cualquier circunstancia y que venga a tu casa Seattle no puede provocar más que un plus de motivación. El año pasado Russell Wilson y Richard Sherman comieron pavo sobre el escudo de los niners después de vapulear a su oponente el Día de Acción de Gracias. Cualquiera que jugara con la camiseta roja esa tarde no puede saltar al campo hoy como si sólo estuviera en juego la última plaza en la división.

No me cabe duda que será una noche especial para NaVorro Bowman, lesionado de gravedad la última vez que se midió a los Seahawks. Aquella fatídica tarde de invierno, Bowman se marchó del campo en el carrito de lesionados mientras recibía una injusta lluvia de caramelos, papeles y demás parafernalia lanzada por algunos rudos aficionados de Seattle. El capitán de estos nuevos niners querrá que sus compañeros empiecen a reescribir esta noche su historia de enfrentamientos ante los Seahawks. No en vano, Seattle ha ganado cinco de los seis pasados duelos. Una victoria hoy supondría un pequeño bálsamo a esos diecinueve meses de intensa recuperación física.

Muchos son los protagonistas que deben dar un paso adelante este jueves. Marshawn Lynch no es más que tercero dentro de su propio equipo en yardas de carrera. Vernon Davis lleva dos partidos seguidos sin sumar una sola recepción y no sabe lo que es pisar la end zone desde la jornada inaugural de 2014. Otros que estarán motivados serán los miembros de la “Legion of Boom”, nada acostumbrados a recibir críticas. Su coordinador defensivo, Kris Richard, ya ha empezado a escuchar susurros de que no está a la altura de sus predecesores…

Así podríamos seguir enumerando gente hasta rellenar dos páginas, pero lo mejor es esperar a esta noche y disfrutar delante del televisor de lo que debe ser un reñido choque entre dos conjuntos que se guardan de todo menos cariño y que nada querrían más que enderezar su temporada a costa del otro.

Pronóstico: Seattle 17, San Francisco 14


Y ADEMÁS EN LA SEMANA 7

Cleveland Browns @ St. Louis Rams (domingo a las 19:00)

Los Rams llegan descansados de su semana de “bye” mientras que Cleveland viene de disputar casi cinco cuartos muy físicos ante Denver Broncos. Los Browns continúan siendo un equipo contra el que es muy fácil correr con el balón, música para los oídos del sensacional rookie, Todd Gurley.

Pronóstico: Cleveland 17, St. Louis 19

Baltimore Ravens @ Arizona Cardinals (lunes a la 01:30)

Arizona pecó quizás de exceso de confianza en su compromiso del domingo pasado en Pittsburgh. Otro rival de la AFC Norte, Baltimore, le espera el lunes por la noche. Los Ravens llevan doce cuartos seguidos sin provocar un turnover, algo inaudito en esta franquicia. Bruce Arians sabe que de momento este equipo sólo ha perdido cuando se ha batido a sí mismo, por lo que evitar esos “4-5 minutos de adormecimiento” será prioridad número uno esta jornada.

Pronóstico: Baltimore 23, Arizona 28

Pronósticos Semana 6: 0-3

Pronósticos 2015: 12-8