NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Jacksonville Jaguars 20 – Houston Texans 31

Un DeAndre Hopkins magistral pudo con un Bortles muy solo

El quarterback de los Jaguars cargó con todo el peso del ataque por falta de ayuda de sus corredores y terminó cometiendo errores demasiado costosos.

Actualizado a
Arian Foster aún no está al ciento por ciento, pero su sola presencia ha dado un valor añadido al ataque de los Texans.
Sam GreenwoodGetty Images/AFP

Antes de contar el partido, me parece importante contar lo que se vio en la grada, que estuvo medio vacía durante todo el encuentro y desierta en el último cuarto. Con los seguidores de Houston haciendo más ruido y dejándose notar en un estadio que tendrá piscina incorporada y lo que haga falta, pero no suficientes fanáticos entregados de verdad como para justificar que sea la sede de un equipo de la NFL.

En lo que se refiere a lo que se vio sobre el emparrillado, dos jugadas marcaron el desarrollo del encuentro. La primera fue una intercepción de Andre Hal a Bortles 17 segundos antes del descanso, cuando su equipo perdía 7-10 y tenía todo a favor para irse al vestuario al menos con el marcador igualado. La segunda fue una intercepción a Bortles retornada para touchdown por Andre Hal, que dejaba el marcador en un 14-31 inalcanzable mediado el último cuarto. Hubo una tercera intercepción a Bortles en la última jugada del partido, antes de las clavadas de rodilla, que cerraba una actuación demasiado desquiciada de unos Jaguars que no fueron peores, pero que fallaron en los momentos decisivos.

Los de Jacksonville echaron demasiado de menos a T.J. Yeldon, lesionado. Sin él en el campo, ni Gerhart ni Denard Robinson consiguieron establecer un juego de carrera efectivo. Bortles se tuvo que echar el equipo a la espalda con 53 intentos de pase, 30 completados, 331 yardas y tres touchdowns que no fueron suficientes. Incluso fue el jugador de su equipo que más yardas de carrera consiguió (37). Allen Robinson, Bryan Walters y Julius Thomas se convirtieron en sus tres mosqueteros, dispuestos a acompañar a su quarterback a donde hiciera falta. Pero un plan tal plano provocaba que su equipo siempre se moviera en el filo de la navaja y que sus series transcurrieran a empujones.

Los Texans, por su parte, por fin pudieron poner en marcha el plan que todos imaginábamos cuando empezó la temporada. Arian Foster todavía no rinde a su nivel habitual y sus53 yardasde carrera en 18 intentos lo certifican, pero un touchdown y59 yardasde carrera compensan esas cifras, y además siempre apareció dando latigazos cuando su equipo más lo necesitaba. Quizá no asustaran sus números, pero la defensa de Jacksonville lo tuvo siempre muy presente, y eso ayudó a que Hoyer jugara casi siempre muy cómodo. Su conexión con DeAndre Hopkins fue la auténtica guillotina que destrozó a sus rivales con 148 yardas y dos touchdowns del receptor, para el que la defensa de Jacksonville nunca tuvo respuesta.

Pese a todo, el marcador estuvo igualado hasta el final del tercer cuarto (14-10 para los Jaguars en ese momento), y la auténtica debacle de los locales no llegó hasta la explosión de Hopkins y esa segunda intercepción de un Bortles que tuvo que hacer casi todo solo, e inevitablemente fue salpicando el partido de errores que terminaron marcando la diferencia.