New York Jets 34 – Washington Redskins 13
Chris Ivory y Brandon Marshall ponen a los Jets en órbita
Los Redskins solo se mantuvieron en el partido hasta el descanso gracias a los errores de los Jets. Tras la reanudación, el partido fue una auténtica masacre.
En la primera jugada ofensiva de los Jets, Eric Decker sufrió un fumble que los Redskins convertían poco después en un touchdown de Garçon. Antes del descanso, otro fumble, esta vez de Brandon Marshall y también recuperado por Breeland, y una intercepción a Fitzpatrick, eran el punto de partida de dos field goals con los que los Redskins se fueron por delante al descanso 10-13.
Y eso es todo lo que vimos de los Redskins en una tarde de football en el Met Life Stadium.
El resto fue un monólogo de los Jets, que en ataque destrozaron a la voluntariosa defensa de sus rivales con las carreras de un Chris Ivory gigantesco (146 yardas de carrera, un touchdown y 50 de recepción) y los malabarismos de Brandon Marshall (111 yardas y un touchdown), que convertía en recepciones milagrosas las pizzas que le lanzaba Ryan Fitzpatrick en otra de sus tardes voluntariosas de noble jornalero.
Pero ahí no terminó el dominio aplastante de los Jets, porque en defensa colapsaron a Morris por tierra y desquiciaron a un Cousins que terminó lanzando dos intercepciones, que pudieron ser más.
Los puntos de los locales iban cayendo poco a poco al principio, y como una riada durante la segunda mitad. Primero fue Ivory en el primer cuarto, luego Fitzpatrick con una carrera de 18 yardas tras el descanso, Brandon Marshall con una recepción milagrosa convertida en anotación de 35 yardas, Eric Decker nada más iniciado el último cuarto…
Los Jets volvieron a ser un equipo muy serio. Explosivo en ataque gracias a un Chris Ivory que por fin está pudiendo demostrar todo el potencial que atesoraba en un equipo que le ha dado el balón sin dudarlo, y a un Brandon Marshall que está jugando a su mejor nivel. Su eslabón más débil sigue estando en la posición de quarterback. Fitzpatrick pone ilusión, valor y todas las ganas del mundo. Está dispuesto a jugarse el tipo como demostró en cada una de las 31 yardas de carrera que acumuló, pero sus lanzamientos sin fuerza, ni puntería, deben ser salvados en muchas ocasiones por sus receptores, como en una atrapada imposible de Marshall a una mano antes del descanso, cuando parecía que la intercepción era inevitable.253 yardas de pase con dos touchdowns y una intercepción, no ocultan unas limitaciones que los rivales más fuertes sabrán explotar en el quarterback de los Jets.
Pero los Redskins, al menos este domingo, no estaban para explotar defectos ni para muchos lujos. Consiguieron maquillar el resultado gracias a los errores de los Jets en la primera mitad, y a un touchdown de Rashad Ross, que recuperó un intento de punt bloqueado en la end zone en los minutos de la basura, cuando ya perdían 34-13. Pero durante el resto del partido fueron meros espectadores resignados.