LOS MEJORES DE PRINCIPIO DE AÑO
Premios NFL AS de la primera parte de la temporada
Es hora de echar a la vista a lo sucedido en las cinco primeras semanas de competición y proponeros nuestra lista de premios individuales.
Ya llevamos cinco jornadas y todos los equipos han jugado cuatro partidos, lo que significa que todos los equipos han completado un cuarto de la temporada NFL 2016. Como hemos dicho otras veces, esto es básicamente la pretemporada real de la liga, así que hay que esperar muchos cambios y muchas cosas que damos por supuestas hoy no serán relevantes en diciembre, pero sí que tenemos tendencias y actuaciones suficientes como para hacernos una idea de como están los jugadores y las franquicias posicionadas para pelear por la Super Bowl. Y, de la misma forma, para pelear por los premios individuales del año.
Os proponemos un juego. Vamos a decir nuestros tres candidatos con los siguientes dos objetivos. Uno, que nos despellejéis diciendo que nos hemos dejado al más importante. Dos, que nos digáis vuestros elegidos. Os esperamos en los comentarios. Vamos allá.
MVP
Andy Dalton, QB, Cincinnati Bengals.
¿Estoy oyendo risas? Bien, pues esto es porque estoy oyendo a gente que no ha visto jugar a los Bengals. Dalton está lejos de ser aquel jugador timorato que se arrugaba en los momentos difíciles. Pueden salirle las cosas o no, pero es obvio que un ataque perfectamente engrasado y un coordinador, Hue Jackson, que cree en él han hecho maravillas en su autoconfianza y eso se ha traducido en un juego fantástico, además de cinco victorias como cinco soles. Los números también están de su lado, pues lidera la liga en yardas por pase intentado ajustado a las intercepciones sufridas, es el segundo en yardas netas por pase intentado contando también las yardas perdidas por sacks, y comparte el pase más largo del año con Drew Brees con uno de 80 yardas.
Aaron Rodgers, QB, Green Bay Packers.
El MVP regente está al mismo nivel del año pasado. Incluso puede argumentarse que por encima. Sin duda dudaréis de esto último viendo sus dos intercepciones de ayer, las primeras en Lambeau Field desde el año 2012, pero sólo la segunda fue "legítima", y gracias a una fantástica jugada defensiva. Por lo demás, se le ve por la cancha con total superioridad, haciendo lento un juego rapidísimo, dominando a los otros 21 jugadores en el emparrillado a su antojo. El juego de carrera de los Packers funciona, por lo que sus números individuales no son tan espectaculares, pero es el que más pases de TD ha pegado con 13, empatado con Carson Palmer.
Tom Brady, QB, New England Patriots.
Si no lo pongo nos pegáis fuego a la web. Bueno, para ser justos, quizás el muchacho haya hecho méritos para estar aquí. Un passer rating inconcebible de 121.5, el que más yardas por partido consigue con 346.8 y ser la cabeza visible de un ataque que va como un tiro hacia una nueva Super Bowl. Es bueno recordar que más o menos a estas alturas del año pasado se debatía sobre si tenía futuro o no. La respuesta parece clara.
Jugador ofensivo
Julio Jones, WR, Atlanta Falcons.
Sostengo que, descontando QBs, no hay jugador más importante para el juego y el resultado de su equipo este año que Julio Jones. Ha sido la piedra angular de un ataque que ha funcionado muy bien. Gracias a él se ha vuelto a ver al mejor Matt Ryan y se han abierto puertas impensables para el juego de carrera. Esta bestia física ha encontrado su sitio en el esquema de Kyle Shanahan y ha destrozado rivales. Ha conseguido 43 recepciones, el que más de toda la liga, y ha acumulado 109 yardas por partido. También suma 4 TDs, lo que tiene mérito si tenemos en cuenta que...
Devonta Freeman, RB, Atlanta Falcons.
... Devonta Freeman es de su mismo equipo y lleva 8, líder de la temporada en toda la NFL. Tremendo lo que ha conseguido en estos cinco primeros partidos. Es cierto que con 81 yardas terrestres por partido no parece el mejor de los corredores, al menos en esa estadística, pero hay que tener en cuenta que lidera la competición en yardas desde la línea de scrimmage, sumando las de carrera y las de recepción. Además, aún tenemos en la retina la exhibición que pegó en la segunda parte del partido contra los Redskins ayer, donde cada yarda fue arrancada con sangre, sudor y lágrimas, y dónde llevo el peso del ataque casi al completo.
Antonio Brown, WR, Pittsburgh Steelers.
119.5 yardas de recepción por partido. una conexión brutal con Ben Roethlisberger. Una velocidad sencillamente injusta para las secundarias rivales, siempre persiguiéndole como el Coyote al Correcaminos. Este receptor está en el punto álgido de su carrera y, sólo hablando de sensaciones, es una puñetera delicia verle.
Jugador defensivo
Aaron Donald, DT, Saint Louis Rams.
Aaron Donald lleva un cinco partidos viviendo en el backfield rival. Yo no sabía que eso era legal. Podríamos decir que sólo cuatro, porque ayer los Packers consiguieron limitarle de manera admirable. Pero eso no es óbice para sentir que Donald está consiguiendo lo mismo que J.J. Watt en temporadas pasadas: que cuando veamos un partido los ojos se te vayan a él de manera instintiva.
Josh Norman, CB, Carolina Panthers.
La defensa de los Panthers es una de las más impresionantes de la NFL, pero siempre pensamos que la gran clave de la misma era Luke Kuechly. No tiene porque ser mentira, pero en ausencia de su hombre central, el grupo se ha mantenido en la cima. Buena parte de culpa la tiene Josh Norman, un CB que ha conseguido liderar la liga en el QB rating de los pasadores rivales cuando le lanzan a él y también en el número de intercepciones, 4, las retornadas para TD, 2, y las yardas de retorno de intercepción, con 110. No tardará en recibir el "tratamiento Revis": no se pasa el balón para su lado del campo.
DeMarcus Ware, pass rusher, Denver Broncos.
Ponemos este nombre aquí con la pena de verle lesionarse ayer. Esperamos que no sea para mucho, porque adoramos verle en la 3-4 de Wade Phillips, un esquema táctico que parece hecho para sus características. La defensa de Denver es un terror. Vuelan a por los rivales. Pero de entre todos ellos es Ware el que ya acumula 4.5 sacks.
Rookie ofensivo
Todd Gurley, RB, Saint Louis Rams.
Comenzó lesionado el año, con la rodilla reconstruida quirúrgicamente tras una tremebunda lesión sufrida en su último año en la universidad de Georgia. No alcanzó su velocidad real hasta la jornada tres. Pero le ha bastado para, junto a Chris Ivory, liderar la liga en yardas de carrera por partido con 104.7 y ser el primer corredor de la competición con 5.7 yardas por intento. De mantener estos números, y estas sensaciones, será todo lo que los Rams esperaban cuando le hicieron un top ten del draft.
Marcus Mariota, QB, Tennessee Titans.
Es probable que nadie esperaba que Mariota se mostrase tan firme y maduro en su inicio de carrera. Pero precisamente eso es lo que más destaca de su juego ahora mismo. Calmado, inteligente, pausado... nada que ver con el prototipo de rookie. Obviamente, aún tiene un universo por mejorar, pero en Tennessee tienen que estar contentos y con gran esperanza para el futuro.
Amari Cooper, WR, Oakland Raiders.
La conexión entre Cooper y Derek Carr ha sido una de las grandes historias del principio del año. Amari se ha mostrado como el tipo capaz de gestionar unas condiciones físicas que, desde el principio, gritaban "gran estrella de la NFL".
Rookie defensivo
Marcus Peters, CB, Kansas City Chiefs.
Tengo grabada a fuego una frase que me dijo un conocido seguidor español de la NFL y, además, un enamorado de examinar a jugadores universitarios sobre su capacidad para jugar en los profesionales, el gran Urko Calavia: "Marcus Peters es el mejor CB que he visto desde que hago esto". Y a fe que le está dando la razón. Peters no fue elegido antes en el draft, aunque fue primera ronda de todas formas, debido a sus problemas fuera del campo, pero sin noticias de ellos en este primer mes se ha convertido en una pieza esencial en la defensa de los Chiefs.
Vic Beasley, DE, Atlanta Falcons.
Otro jugador de los Falcons que aparece en este artículo. Y es que el 5-0 de Atlanta es legítimo. Esa defensa, que el año pasado era un hazmerreir, ahora luce como una unidad notable. Los motivos son numerosos, pero uno de ellos es la presencia de Vic Beasley en el pass rush.
Ronald Darby, CB, Buffalo Bills.
El año comenzó con una intención clara y compartida por todos los rivales de los Bills: atacar al lado de Darby como si no hubiese mañana. Era el hombre débil de una secundaria en la que los QBs huían de Stephon Gilmore como de la peste. Pero eso ha cambiado tras las dos intercepciones que ya adornan el corto historial de Darby.
Jugador que está de vuelta
Adrian Peterson, RB, Minnesota Vikings.
Llevaba este título su nombre escrito desde que supimos que iba a volver. Y, aunque quizás no está al mismo nivel que se fue, madre mía, sigue siendo una cosa increíble de ver y el verdader puntal de todo el equipo de los Vikings. Con la sensación de que está a medio gas, es capaz de hacer 93 yardas por partido y 5 yardas por carrera.
Doug Martin, RB, Tampa Bay Buccaneers.
¿Alguien sabe donde estaba "Muscle Hamster"? Pues estuviese donde estuviese parece que ha vuelto. Está en el top 5 de yardas por partido en la liga y es el sexto jugador con más yardas totales desde la línea de scrimmage. Nada mal para un ataque que no funciona.
Larry Fitzgerald, WR, Arizona Cardinals.
El cuento de nunca acabar, la llama que nunca se apaga, la leyenda que parecía que se nos iba y vuelve por sus fueros. Todo eso es Larry Fitzgerald este año. 98 yardas por partido y 6 TDs son sus credenciales para volver a ser considerado élite.
Entrenador
Dan Quinn, Atlanta Falcons.
Este hombre cogió a un grupo de muertes vivientes y les tiene al borde de sus capacidades para ganar todo lo que se le pone delante. En ataque. En defensa. En actitud. En compromiso. En sensatez de esquemas. Quinn ha comenzado su carrera como entrenador jefe con la mayor de las notas, sobre todo por ver de donde venía este grupo.
Todd Bowles, New York Jets.
Lo mismo se puede decir de Bowles. Como Quinn, un reputadísimo coordinador defensivo que ha recibido su oportunidad y la está aprovechando al 1000%. Y, al igual que Quinn, haciendo revivir a un grupo que parecía condenado a la nada. Por supuesto, heredó una defensa de campanillas, pero bajo su mandato no ha bajado un ápice y, además, ha recuperado un juego de carrera devastador. Ni siquiera el problemón en el vestuario con la agresión a Geno Smith ha hecho mella en el grupo.
Jim Harbaugh, Michigan Wolverines (NCAA).
Esta nominación, que rompe todas las reglas establecidas, se explica desde dos puntos de vista. El primero y fundamental, el que nos ocupa aquí, el ver como están los San Francisco 49ers sin él, la miriada de deserciones y el calamitoso aspecto que presenta el equipo. Pero es que, además, ha sido llegar a Michigan, a un grupo de jugadores desahuciados, y convertirles en una bestia defensiva como no se recuerda. Insisto, con los mismos zopencos que el año pasado eran pasados por la piedra sin remisión cada sábado. En las últimas tres semanas los rivales de Michigan han anotado cero, cero y cero puntos. Dejadme hacer la suma combinada por vosotros: entre los tres le han hecho cero puntos. Algo que no se veía desde los años 50. Eso es lo que ha perdido la NFL. Y, por cierto, por si hay algún cínico en la sala, esta nominación no ha partido de mí. Salaos.