GREEN BAY PACKERS 24 - SAINT LOUIS RAMS 10
Los Packers atemorizan a la NFL con una victoria defensiva
Aaron Rodgers lanzó dos intercepciones en Lambeau Field, algo que no hacía desde diciembre de 2012, y aún así Green Bay ganó con claridad a los Rams.
En diciembre del año 2012 Aaron Rodgers lanzó una intercepción jugando en su campo, el de los Green Bay Packers. Fue la última vez que algo tal que así sucedió en ese estadio con el equipo local. Pero toda racha tiene un final, y ese se alcanzó hoy frente a los Saint Louis Rams cuando Rodgers no sólo lanzó un pase al enemigo sino que quiso compensar tanto tiempo sin regalos que procuró dos envíos a los Rams. Es más, contando un fumble de propio QB de los Packers, en Green Bay entregaron el football tres veces, algo que no sucedía en Lambeau desde noviembre del año 2009.
Y, aún así, los Packers ganaron por 24 a 10 el partido. Eso debería tener muy preocupados a todos sus rivales porque, Patriots aparte, no hay equipo que de tanto miedo como Green Bay ahora mismo.
Porque lo cierto es que, además, Saint Louis es un equipo durísimo al que cuesta horrores ganarle. El resultado no hace especial justicia a lo que se vio en el emparrillado en el sentido de la capacidad de cada equipo para mover las cadenas y para parar al rival. Sí que hace total justicia a la incapacidad de un equipo de rematar la faena y a la superioridad del otro para poner el punto sobre la í en los momentos oportunos.
Los Packers comenzaron dominando con la defensa. No es algo que se suela leer, pero hay que empezar a escribirlo más. La línea defensiva, apoyada por un onmipresente Clay Matthews, tan letal desde el medio como lo fue en su juventud desde las esquinas, hizo desaparecer el pocket de Nick Foles. Junto a él, Todd Gurley quedó sepultado sin poder avanzar casi en cada intento. En el ataque, Rodgers hizo un primer drive fantástico y, después, también vio como su línea no era capaz de sostener al front seven de los Rams que, convendremos, es difícil de contener por ninguna OL en esta liga.
Sin embargo, el duelo de trincheras fue virando. Según llegaban las pérdidas de balón del MVP regente, en Saint Louis se sentían más cómodos y poco a poco Gurley iba haciendose con los mandos. Tanto que, llegada la segunda parte era la verdadera estrella del duelo, hasta acabar con la impresionante cantidad de 159 yardas de carrera. Una enormidad teniendo en cuenta, además, como su linea empezó siendo ninguneada en el partido.
Todo eso quedaba en fuegos de artificio al llegar la red zone. Allí murieron los Rams. Allí demostraron que no son un equipo tan fiable como para ser considerados aspirantes. Porque sumaron tres field goals fallados y un par de las cuatro (!!!) intercepciones de Nick Foles se produjeron en esas circunstancias.
Con ese panorama, con un corredor imparable pero un equipo incapaz de conseguir anotar, los Packers se dedicaron a contemporizar. No volvieron a dominar el encuentro, pero no notaron que este estuviese en peligro en ningún momento.
Y eso es lo aterrador, lo duro de asumir por sus rivales. Green Bay tiene uno de los mejores ataques de la liga y al mejor jugador de la NFL según los votantes del MVP de la pasada campaña y de la inmensa mayoría de aficionados. Pero sí, además, su defensa se muestra poderosa y oportunista a partes iguales en momentos cruciales de los partidos, y son capaces de no sufrir en exceso ante un muy buen equipo a pesar de cometer tres pérdidas de balón... bueno, es obvio que ganarles va a ser algo muy difícil. Invictos, 5-0, han de mirar al futuro como los claros favoritos a jugar la Super Bowl representando a la NFC.