WASHINGTON REDSKINS 23 - PHILADELPHIA EAGLES 20
Los Redskins hunden a unos Eagles sin principios
Philadelphia sólo tuvo opciones de ganar el partido cuando se olvido de sus principios y comenzó a jugar con verdadera sensación de urgencia.
Dijo Groucho Marx, uno de los mayores creadores de grandes frases de la humanidad (sean de él o atribuidas falsamente), aquello de "estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros". Es probable que Chip Kelly sea seguidor del genial humorista porque con sus decisiones tácticas del partido que su equipo perdió por 20 a 23 contra los Washington Redskins demostró que las victorias son mejores que los principios. El problema es cuando te vas de los partidos sin ninguna de las dos cosas.
Partamos del hecho de que Chip Kelly es un gurú ofensivo que fue fichado por los Philadelphia Eagles para revolucionar los ataques de la NFL tal y como hizo en la universidad y para establecer una nueva forma de jugar que bla, bla, bla. Cuento viejo ya a estas alturas. Lo único relevante en la jornada cuatro es cómo demonios va el equipo y cómo está jugando. La respuesta es mal en ambos casos.
Porque el inicio del encuentro fue toda una declaración de intenciones de los Eagles y de sus principios: carrera con formaciones en spread, pases cortos, pantallas, bloqueos en la línea de scrimmage. Lo que ya se sabía pero, bien ejecutado, no es capaz de parar nadie. Delante de ellos, por desgracia para el equipo, una defensa que se sabía el guión al dedillo y, además, tiene el talento como para oponerse con dignidad.
¿Qué digo con dignidad? Para pegar una exhibición de sobresaliente en la primera mitad. Fiados por completo a la línea defensiva fueron superiores hasta el bochorno. La OL de los Eagles hizo el ridículo y Sam Bradford sufrió sin duelo de nadie de los presentes, que bastante tenían con mantenerse en pie.
No es que el ataque de los Redskins sea de esos de fuegos artificiales, pero un par de drives con buenas carreras y la aparición de Pierre Garçon y Jordan Reed de manera puntual les bastó para llegar al vestuario con dos anotaciones de ventaja y el 0 en el marcador de los Eagles. Poco rendimiento para tanto dominio, pero justo cuando tu ataque no es capaz de rematar el partido cuando debe.
Porque la segunda parte fue una historia diferente. Mucho. Es ahí cuando Kelly dijo "al carajo, atacad la secundaria con todo y que el diablo seleccione a los suyos". El diablo se encargó de recordar a Bradofrd que Chris Culliver, el CB de los Redskins estaba limitado físicamente. Y para allá que lanzó su brazo una vez tras otra, con la persistencia de quien no tiene nada que perder y del que tiene miedo de que le sigan pegando.
Ahí aparecieron los Cooper, Agholor y Matthews. Además, con las consecutivas recepciones profundas la defensa de los Redskins se recogió y la OL de los Eagles, a pesar de la baja de Jason Peters por lesión, recuperó un mínimo la compostura.
Llegaron a ponerse en ventaja, 20 a 16, pero es muy difícil ganar en la NFL cuando concedes tanto como ellos hicieron en la primera parte. En algún momento el equipo rival, que todos pueden hacerlo, hacen click en un drive concreto y te vas al hoyo. Más si ese drive es el último que, sabemos que con la moneda en el aire para ver quien gana los QBs juegan, en general, con menos miedo a la interecepción y, aunque eso lleva a muchas de estas, lo cierto es que las posibilidades de ver big plays aumentan. En esas disquisiciones estábamos cuando, claro, Kirk Cousins encontró a Pierre Garçon en la end zone en el último minuto del partido y adiós muy buenas, señor Kelly.
Y es que la temporada de los Eagles ya ha vivido momentos de estos en los que el plan inicial, aquel cuidado con mimo y que es el santo y seña del entrenador, se muestra inefectivo, y estoy siendo eufemístico, para salir en la segunda parte con la mentalidad de hacer lo que sea y, sobre todo, como sea, para ganar un partido. Hasta ahora, como bien marca el 1-3 de record de victorias-derrotas, ni una cosa ni la otra. Mal asunto.
¿Y los Redskins? 2-2 y muy bien en defensa, gracias por preguntar.