Seattle se baña en la gloria de su defensa ante Chicago
Los Seahawks presumen de recuperar su esencia y su instinto, pero enfrente tenían a unos Bears que son uno de los equipos más tristes del año.
Los partidos de fútbol americano no suelen acabar con un baño de Gatorade al coordinador defensivo. Pero en esta ocasión, sí. La “Legion of Boom”, sobrenombre de la defensa de Seattle, felicitó así a su coordinador, Kris Richard, por guiarlos a dejar en cero puntos a los Chicago Bears, cosa que no ocurría al equipo del estado de Illinois desde hace trece años.
La defensa de los Seahawks y el fenomenal rookie Tyler Lockett fueron más que suficiente para derrotar con claridad a los Bears, 26-0, y dar a Seattle su primera victoria de la temporada. Sin Jay Cutler y Alshon Jeffery, lesionados, el ataque de Chicago no pudo marcar un solo punto y vio cómo sus diez avances acabaron en punts. Con la derrota, los Bears cayeron a una marca de 0-3 que llena de angustia a una Ciudad del Viento que en esta ocasión mira más hacia el béisbol y sus Cubs que hacia el fútbol americano.
Seattle también tuvo problemas para mover el balón en ataque, quizá por apostar por un juego muy conservador hasta esperar que la defensa visitante se fuera agotando. De hecho, los Seahawks, cuyo único bagaje anotador de la primera mitad fueron dos field goals de Steven Hauschka, no anotaron su primer touchdown del encuentro hasta que Lockett retornó el kickoff inicial de la segunda parte 105 yardas. Este fue el segundo retorno de anotación del jugador de primer año como profesional, ya que retornó un punt para touchdown en la primera jornada de la campaña en St. Louis.
Con los trece puntos de ventaja, Seattle decidió dar descanso a Marshawn Lynch, para que no agravara la lesión muscular que sufrió en Green Bay, y entregar el balón al rookie Thomas Rawls, quien concluyó el choque con 101 yardas de carrera. Russell Wilson empezó a entrar en ritmo y dirigió un drive que terminó con la segunda recepción de touchdown como Seahawk de Jimmy Graham. El tight end realizó un partido muy completo con siete balones atrapados y 83 yardas.
La “Legion of Boom” dominó en todo momento a un ataque de los Bears que no fue nada productivo bajo la dirección de Jimmy Clausen. El quarterback logró solo 63 yardas de pase y el poco ataque visitante fue generado por el running back Matt Forte (74 yardas de carrera), quien si estuviera en otro equipo sería uno de los jugadores más productivos de toda la NFL en su posición. Al final, Chicago solo sumó 146 yardas totales ante una defensa que, en Seattle, volvió a mostrarse infranqueable.