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NFC Norte desde dentro

Mayday, mayday... Chicago, tenemos un problema

Los Bears se han puesto 0-2 después de jugar en casa ambos partidos. Ni siquiera perder frente a dos rivales, en teoría, superiores es un consuelo.

Matt Forte RB de Chicago Bears, está siendo lo mejor del equipo en este inicio de temporada.
Kamil KrzaczynskiUSA Today Sports

 Sólo llevamos dos partidos, es cierto, pero colocarse 0-2 después de jugar en casa ambos, no es nada positivo. Es más, ni siquiera perder frente a dos rivales, en teoría, superiores es un consuelo para los aficionados de los Bears. Más allá de los resultados, las sensaciones que provocan los encuentros del equipo de Chicago son muy poco halagüeñas.

Se dijo que la imagen del equipo frente a Green Bay Packers había sido buena, que hubo posibilidades reales de ganar, y que el nuevo proyecto de Fox cogía forma. La realidad es que se perdió ante un equipo que jugó un partido malo, que hizo muy poco para ganar y en un día en que su defensa dejó mucho que desear.

El ataque de los Bears sigue sin ser el problema principal de la franquicia. A pesar de que Cutler se empeña en ser el centro de atención (veremos el alcance de su lesión producida después de lanzar el enésimo pick-six), la realidad es que su defensa sigue siendo un coladero.

De nada sirve que hayan encontrado la manera de hacer brillar a Forte si cuando toca defender, la secundaria es un agujero más grande que el Cañón del Colorado. Tampoco sirve de excusa hablar de lesiones. Es comprensible que dos bajas de la talla de Jeffery y de White estén mermando el potencial ofensivo de los Bears, pero lo que es inconcebible es que su defensa permita al rival (se llame como se llame) campar a sus anchas, y conseguir primeros downs con la facilidad de quién le quita un caramelo a un niño.

La llegada de Fangio prometía intensidad en la línea defensiva, buen juego contra la carrera y, en definitiva, una defensa que ayudase al ataque a ganar partidos, o por lo menos a competir en ellos. Sinceramente, creo que las dos primeras premisas las está más o menos consiguiendo. Shea McClellin ha sido un descubrimiento en el ILB contra la carrera. Me gusta lo que aporta en esta faceta del juego, pero es un coladero en el juego aéreo. Y este es el gran problema de este equipo. Nadie aporta nada cuando el balón sobrevuela sus cabezas.

Para que una secundaria pueda realizar bien su trabajo, sé que es necesario que la vanguardia de la defensa sea capaz de presionar mínimamente al pasador. Puede que el front-7 de los Bears no sea una avalancha de rush, pero aún así, los defensive backs no defienden absolutamente a nadie. Os voy a contar una serie de cosas para argumentar mi afirmación.

Hay veces que los fríos datos revelan una realidad que algunos no quieren ver, o incluso piensan que son exagerados y prescindibles dentro de un contexto colectivo. Las estadísticas, como números que son, hay que cogerlos con pinzas y saber extrapolarlos al juego. En este caso, os voy a mostrar algunos de estos números que nos dejarán más claro el por qué de este inicio en el Soldier Field.

Los cinco DBs más usados por Fox y Fangio en estos dos partidos han sido Kyle Fuller (primera ronda del draft 2014), Alan Ball, Antre Rolle, Adrian Amos y Sherrick McManis. Rolle y Amos son los safeties titulares, Fuller es el LCB, Ball el RCB y McManis alterna el nickel con el RCB.

Fuller, en estos partidos iniciales, ha defendido 8 pases lanzados a su hombre y ha permitido 5 recepciones, de las cuales 2 han sido TDs. Posee un NFL QB Rating de 145.8. Los NFL QB Rating, definidos en pocas palabras, son el porcentaje de acierto de un QB cuando lanza el balón, siendo 158.3 el más elevado en acierto. Vean el número que he escrito antes de Fuller. Pero solo estamos empezando.

El CB titular al otro lado del campo, Alan Ball, ha sido testado 9 veces en lo que llevamos de temporada regular. Ha permitido ¡¡7!! recepciones de esos 9 intentos, con otros dos TDs en su haber y un 146.1 de NFL Rating. ¿Queréis más? Pues hay más.

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El último implicado en el asunto de las estadísticas es Sherrick McManis, quien ha jugado en el nickel en muchas situaciones, y algunas menos defendiendo abierto. A su hombre le han mandado 5 balones, los cuales han sido todos recepcionados por el atacante. De estos 5 pases, uno fue atrapado dentro de la end zone, y actualmente posee un rating de 132.1.Para complementar esta serie de números y datos, os mostraré una acción en la que se ve todo el trabajo que queda por hacer en esta unidad defensiva. (Ver imagen 1)

Arizona mueve a Fitzgerald hacia dentro, amenazando así con una posible ruta exterior. Lo que parece ser una Cover-2 antes del snap, se transforma en Cover-1 Press. Es decir, un safety profundo, los LBs entrando al blitz y el SS encargado del RB. Cuando el SS baja al box para poder defender la carrera del RB (o su salida en ruta) deja detrás de sí un agujero que nadie ocupa. El FS está previniendo una ruta profunda del backside. Su lectura de la situación es mala, ya que da dos pasos adelante en vez de moverse lateralmente, leyendo los ojos del QB.

Con todo esto, Kyle Fuller se encuentra en 1x1 con Fitzgerald. Inicia el snap en outside leverage, evitando así la ruta exterior. Una vez que Fitzgerald sale en ruta (correrá una slant), Fuller no es capaz leer su ruta ni de responder al speed cut del WR. El backpedal es malo, abre sus caderas a destiempo y no acorta distancia con el atacante. Fitzgerald gana mucha separación en un espacio muy corto de terreno y recibe sin problemas para anotar.

Mi opinión es que estos números hablan exactamente de lo que ocurre en el emparrillado cuando el equipo defensivo sale al campo. Da igual si es Cover-2, Cover-3, defensa zonal o defensa individual, el rendimiento de su secundaria es muy pobre, y de momento ha sido aprovechado por Rodgers y por Palmer (más por éste último). John Fox terminó sentando a su CB "estrella" el pasado domingo frente los Cardinals y dando entrada a Mitchell, dando un serio aviso de lo que puede venir si las prestaciones de esta unidad no mejoran. El corte de Mason Foster sorprendió a todos porque se suponía que venia para ayudar al equipo en el juego aéreo. Sin embargo, el staff técnico decidió quedarse con otro tipo de defensor, y de momento el resultado no está siendo bueno. Este próximo domingo, los Chicago Bears visitan a unos heridos Seattle Seahawks. Un equipo que se encuentra con otro 0-2 en su casillero y que no pueden permitirse otra derrota consecutiva. La cosa pinta muy mal.

A ojos đe todos siempre quedarán las intercepciones de Cutler, la mala actuación de algunos miembros de la OL, la inexperiencia de Jimmy Clausen o las bajas de sus receptores titulares, pero nada de esto es el principal problema que afecta a la franquicia de Chicago. Su problema ha sido, es y (si no lo remedian) seguirá siendo la defensa. Y más exactamente su secundaria. "Chicago, tenemos un problema".