Mario Mola: "Todos soñamos con un podio en los Juegos"
El mallorquín de 25 años volvió a ser subcampeón del mundo. Ganó a Gómez Noya en Chicago y le recibió con una reverencia: "Él era el protagonista".
Cambió el ritmo, selló el parcial de carrera a pie en 28:59 (una burrada) y se giró a hacer una reverencia al maestro Javier Gómez Noya. Así celebró Mario Mola su triunfo en Chicago, la última parada de las Series Mundiales. “Era lo mínimo. La forma de mostrarle mi respeto y decirle que el protagonista era él”, rememoraba ayer Mario Mola nada más tomar tierra en Barcelona. El gallego de 32 años acababa de lograr su quinto título mundial y el mallorquín de 25 su segundo subcampeonato seguido. Con dos triunfos parciales y otros cuatro podios.
“Debo estar contento. Comencé el circuito ganando la primera prueba en Abu Dhabi y acabé con una de las mejores carreras que he realizado nunca. Tener que lidiar con el mejor triatleta de la historia es una ventaja en muchas ocasiones, pero está claro que te quita protagonismo. Aun así merece la pena. Tiene más de positivo que de negativo”, explica el mallorquín, que con Gómez Noya al lado ha aprendido a “creer en cosas que parecían imposibles”.
Tras los éxitos por generación espontánea de Iván Raña (campeón mundial en 2002) y de su paisano Noya, también construido más de forma quijotesca que bajo un paraguas federativo, Mola sí encontró apoyo en las estructuras de la Federación Española. Igual que el talaverano Fernando Alarza (sexto en la general y plata en la prueba de Londres) y el canario Vicente Hernández (15º final y cuarto en Gold Coast). “Coincidimos en concentraciones. Luego ellos entraron en la Blume y yo dos años después. Hemos aprovechado los recursos, claro, pero también nos hemos tenido que buscar las habas fuera cuando la cosa no estaba boyante”, cuenta Mola, que se integró en el grupo del canadiense Joel Filliol para pulir la natación.
En el sector en el agua, el admirador de Haile Gebrselassie nunca se ha sentido cómodo, pero ha hecho muchos progresos. "Hace dos semanas, en Edmonton, salí más distanciado. En Chicago estuve bien colocado en la primera boya y sufrí la mitad. Tengo que seguir trabajando porque salir 15 segundos por delante o por detrás cambia la carrera por completo. Quiero ser más constante". Entonces, será temible.
Noya y Mola serán opciones claras de metal en Río 2016, donde irá otro triatleta más, según el cupo que le corresponde a España. Por resultados, ahora mismo Fernando Alarza. “La suerte de tener este nivel tan alto es que te exiges más. ¿Por qué no soñar con un podio español? Sí pensamos en ello. Fernando y Vicente han demostrado ya que pueden estar tranquilamente entre los cinco mejores del mundo”, desliza valiente. Si Noya les ha hecho creer en imposibles, el podio olímpico no parece tan lejos.