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Kansas city Chiefs - Denver Broncos

Peyton Manning le gana el partido de Kansas a Gary Kubiak

El quarterback y el entrenador tienen dos filosofías ofensivas opuestas y está siendo curioso ver cómo salen uno y otro al rescate en los momentos difíciles.

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Peyton Manning debe estar contento. ante los Chiefs consiguió rendir a un gran nivel con el sistema que más le gusta.
Ronald MartinezGetty Images/AFP

La noche del jueves se disputaron dos partidos. El primero lo tiraron los Chiefs con cuatro regalos, tres fumbles y una intercepción, que fueron decisivas. Solo les faltó jugar con gorro de Papa Noel. El rojo chillón ya lo vestían y el reno con nariz de payaso podría ser asignado a Alex Smith o Jamaal Charles por igual, que vaya nochecita...

El otro partido quizá no fuera tan evidente, pero forma parte de un tira y afloja en el que parece haberse convertido la relación entre Kubiak y Manning. Y no me atrevo a excluir a John Elway de un triángulo ‘amoroso’ que puede dar mucho que hablar este año.

Voy a explicarme.

A Gary Kubiak le encanta poner en funcionamiento un ataque cimentado en la carrera y el play action. Con el quarterback pegado a la espalda del center. Gary Kubiak odia el shotgun. Usa formaciones con el quarterback separado de la línea menos que ningún otro entrenador de la NFL. Y también odia el no huddle. Hasta ahora, en sus sistemas literalmente no existía el ataque sin reunión.

Peyton Manning adora el shotgun y los ataques en no huddle. De hecho, ha convertido esa forma de jugar en un arte. Ya sucedía en sus primeras temporadas, pero según iba cumpliendo años, y perdiendo movilidad, ha sido más maniático con esa forma de jugar. Peyton Manning nunca ha jugado en sistemas donde predominara la carrera. Directamente, por sus Colts han pasado corredores con talento de Hall of Fame, como Edgerrin James, que terminaron marchándose del equipo desesperados por no tener un papel protagonista.

Por eso, uno de los debates de esta pretemporada ha sido cómo podrían convivir el agua y el aceite en el mismo vaso. Y nadie era capaz de encontrar la fórmula.

En el primer partido de la temporada dio la impresión de que Kubiak estaba dispuesto a ceder. De hecho, que Peyton tuviera una vez más un papel testimonial en los partidos de agosto era un síntoma de que Kubiak no intentaría una reconversión que sería imposible en un quarterback con casi 40 años. Por eso, contra los Ravens los Broncos dejaron el ataque en manos de Peyton. En ningún momento de los tres primeros cuatros del partido vimos nada que nos recordara al modelo play action-corredor de Kubiak. Peyton Manning acumuló series en shotgun y no huddle con bastante poco éxito.

Pero al final de aquel duelo contra Baltimore, en un último cuarto que a la postre fue la clave del choque, Kubiak recuperó los mandos, mandó a su quarterback a la espalda del center y comenzó a poner en práctica su sistema con paquetes de draw plays (diseñadas para que parezcan un pase, pero que son carreras) con los que Anderson y Hillman colapsaban la defensa de los Ravens en seis jugadas y Manning se convertía en un mero ejecutor. Curiosamente, Peyton recuperó la iniciativa del drive cuando se acercó al medio campo, y volvió a ponerse en shotgun, pero el resultado fue un field goal. Suficiente para conseguir la victoria, pero que volvía a poner en entredicho la capacidad de Peyton para seguir siendo un entrenador sobre el campo contra la filosofía de Kubiak.

Peyton está en el límite de su capacidad física, por eso no hay más remedio que dejarle jugar en shotgun. Tras el center se convierte en un guiñapo.
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Peyton está en el límite de su capacidad física, por eso no hay más remedio que dejarle jugar en shotgun. Tras el center se convierte en un guiñapo.John RiegerUSA TODAY Sports

Cuando el jueves vimos a los Broncos salir al campo con su quarteback pegado a la espalda de su center, e insistiendo en la carrera, todos pensamos que esta semana Kubiak, Manning y Elway habían tenido más que palabras y que el entrenador había conseguido salirse con la suya, e imponer su sistema ofensivo. El problema es que funcionó tan mal como el no huddle de Manning la semana anterior.

Hasta que Peyton Manning fue interceptado en el 6:37 del segundo cuarto, el punto de inflexión en el plan de juego de Denver, los Broncos habían intentado 11 carreras con muy poco éxito y Peyton había formado pegado al center en siete jugadas de pase, consiguiendo dos completos, tres incompletos y dos sacks. En formación shotgun, siempre con reunión, cuatro completos y dos incompletos (uno de ellos, la intercepción).

Era evidente que Manning estaba como un pulpo en un garaje, pidiendo tiempos muertos porque no se sentía cómodo, y pareciendo aún más lento de lo que ya es (y mira que está lento). Los paquetes de jugadas de Kubiak exigen un jugador con buenas piernas que Peyton no tiene. Cuando conseguía colocarse para iniciar su release, ya estaba demasiado presionado.

Como la intercepción llegó en una jugada en shotgun, pensé que Kubiak se llenaría de razón para insistir en su juego, pero curiosamente, fue el momento en que todo cambió. No sé si hubo una llamada de esas prohibidísimas desde el móvil de Elway, si fue un ataque de desesperación al ver que los Chiefs dominaban 14-0 y el partido se escapaba al galope, o un golpe en la mesa de Peyton, harto de que le dijeran lo que tenía que hacer, pero desde ese momento Kubiak y su filosofía desaparecieron del campo.

En el siguiente drive, Peyton recuperó su shotgun en no huddle y de ahí no se bajó hasta el final. Parecía que estábamos viendo el ataque de los Broncos de Fox… o de los Colts del entrenador que fuera. Y el quarterback recuperó el ritmo y la seguridad. No es que completara todos los pases que intentó, pero el porcentaje fue extraordinario y la defensa de los Chiefs pareció desarbolada, incapaz de llegar a un quarterback que estaba mucho más lejos que al principio del partido y con el brazo armado de inmediato.

Todo lo anterior no esconde que Peyton sigue lanzando con bastante menos precisión no que antaño, sino que el año pasado por estas fechas. Que sus lanzamientos se quedan cortos o largos de forma imprevisible y que estuvo jugando en el filo de la intercepción casi en cada lanzamiento. Lo único claro es que ante los Ravens el que llevó la voz cantante fue Peyton… y Kubiak salvó el partido cuando puso a su equipo a jugar como a él le gusta, y ante los Chiefs fue el entrenador el que decidió el plan de juego… y tuvo que salir Peyton Manning al rescate.

Independientemente de cómo se desarrolle la temporada, ya estoy deseando que empiece el partido de la semana 3 en Detroit, para saber si Peyton vuelve a ser el que manda en el ataque de los Broncos… y si hará falta que Kubiak llegue al rescate.