Gary Kubiak y su duda existencial con Peyton Manning
Los Denver Broncos tienen una compleja situación filosófica este año en su vestuario, lo que me induce a pensar que John Elway, presidente del equipo, eligió al que ha de ser su entrenador de futuro pensando en el medio plazo y no esta temporada, que ha de ser la de la despedida (¿no?) de Peyton Manning. Es un juego peligroso este, arriesgado, pero es que Elway siempre ha sido así. A veces para bien y a veces para mal.
La paradoja aparece con el fichaje de Gary Kubiak. El entrenador está ligado al presidente del equipo desde los años noventa. Entonces era el coordinador ofensivo del grupo que comandaba Mike Shanahan y que tenía a Elway como QB y gran estrella. Juntos ganaron dos Super Bowls. Tras muchos años en el puesto le llegó la opción de ser entrenador jefe con los Houston Texans y, por supuesto, no la desaprovechó. Ocho años estuvo al mando de la franquicia hasta que en el 2013 fue despedido. Aterrizó de pie en Baltimore, donde cumplió una temporada como coordinador ofensivo hasta que sus viejos Broncos le reclamaron para ser entrenador jefe este año.
Pero Kubiak también tiene una historia personal con Peyton Manning que merece ser narrada. Fueron rivales durante muchos años, uno en los Colts y el otro en los Texans. Cuando el QB fue cortado por el equipo de Indianapolis se tomó la elección de su siguiente equipo como se toma todas las cosas, con concienzudo análisis. Pues entre las franquicias que eligió como finalistas a hacerse con sus servicios estaba Houston... sólo que Kubiak declinó entrar en la puja. Se dijo, y cuadra con el personaje, que a Peyton aquello se le quedó grabado.
Hay otra paradoja, si acaso más importante, en la unión actual de Kubiak y Manning. Se trata de algo filosófico, casi existencial, de la concepción de un ataque de fútbol americano. Y es ahí donde más trabajo tendrá que hacer el entrenador para ganarse a su nuevo QB.
Gary Kubiak tiene un sistema de ataque magnífico que se basa en la carrera, en los bloqueos zonales de los hombres de la línea y en la movilidad del pasador hacia el lado contrario de la jugada en los play-actions. Esto requiere de un QB con buenos movimientos de pies, una relativa velocidad física y la necesidad de coger el balón desde detrás del center en un número muy alto de ocasiones. Para poner sólo el ejemplo del año pasado en Baltimore, los Ravens utilizaron formaciones shotgun sólo el 24% de las jugadas, los que menos en la liga. Además, tiene aversión a las hurry-up offense, pues sólo el 2,41% de los drives los hizo con esta modalidad de ataque sin reunión previa de jugadores.
Peyton Manning lleva demasiados años ya siendo el coordinador de facto de sus ataques. Y le gusta todo lo contrario: atacar desde la posición de shotgun, estar quietecito en el pocket y hacer uso y abuso de su maestría en la no-huddle, probablemente el mejor QB de la historia haciendo drives "en el aire".
¿Es eso compatible? Pues seguro que sí. Ambos, más el coordinador ofensivo Rick Dennison, mano derecha de Kubiak desde tiempos inmemoriales y, por lo tanto, ejecutor de los mismos preceptos, son personas inteligentes que sabrán hacer la mejor mezcla posible de ambos sistemas. Pero habrá tiranteces. Y, sobre todo, habrá un momento en la temporada en la que quede claro que lo que Elway ha querido construir con Kubiak es el futuro y no el presente, es el equipo que jugará en Denver cuando Manning no esté.
En ese contexto, la figura de C.J. Anderson se vuelve imprescindible. El sistema de Kubiak ha hecho de corredores con poco pedigrí como Terrell Davis (sexta ronda), Arian Foster (sin draftear) o Justin Forsett (séptima ronda) auténticas figuras, cuando no leyendas, de este deporte. Anderson, otro no drafteado, tendrá un montón de balones a su disposición, un montón de carreras para lucirse y hacerse un nombre.
La defensa la llevará Wade Phillips que, pasmense, ya entrenaba en 1969 en la NCAA y desde 1974 en la NFL. Además de ser coordinador defensivo todos estos años, fue entrenador jefe hasta en cinco ocasiones diferentes. De hecho, ya fue entrenador y coordinador defensivo de los mismos Broncos.
En esta ocasión tiene un lujo para trabajar. La defensa de este equipo de Denver es una golosina, con grandes jugadores en todas las líneas y una megaestrella en la figura de Von Miller.
Phillips es famoso por no andarse con grandes experimentos. Cree firmemente en defensas asentadas en una 3-4 clásica sin la mezcla que tan de moda está ahora mismo en la liga. De hecho, sus pass rushers, los OLB en ese esquema, no tienen la más mínima obligación en cobertura pues sólo tienen que hace una cosa: ir a por el QB. Lo mismo se puede decir de la secundaria y de los dos LBs centrales, a los que se les exige que cumplan con su trabajo que siempre será claro y sencillo. Se puede decir que es una defensa sencilla, sacada de la noche de los tiempos, pero que aprovecha el talento de los jugadores de forma excepcional. Muy en la línea de la de Seattle, por ejemplo, con formaciones limitadas e inflexibles, pero que funciona como un reloj si hay calidad. Y esta unidad de los Broncos la tiene a espuertas.
Concluye, de esta manera, el serial que hemos hecho sobre los entrenadores que se estrenan con nuevos equipos este año. Esperamos que os haya entretenido y que os sea de utilidad para intuir como van a jugar estas escuadras en la temporada 2015.