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Los New York Mets son los indiscutibles Reyes de Queens

Cuenta Enric González en sus deliciosas Historias de Nueva York que la capital del mundo es una ciudad fundamentalmente beisbolera, donde el fútbol (americano) y el baloncesto son meros entretenimientos hasta que llega el comienzo de la temporada del pasatiempo nacional. Y, por supuesto, si hablamos de béisbol y de Nueva York la mente viaja inconscientemente al Bronx, hogar de los celebérrimos Yankees. Pero este año algo se está moviendo en otro barrio de la ciudad.

Los expertos y analistas daban a los Washington Nationals no sólo el título de la División Este de la Liga Nacional sino que eran vistos como, casi, un fijo en las Series Mundiales. Pero como viene siendo tradición, los capitalinos han visto como el suelo se abría bajo sus pies. Su caso es digno de ser estudiado por Robert Langdon, personaje de Dan Brown experto en simbología, y ni aun así tenemos la seguridad de que obtuviésemos una conclusión clara. Son ya cinco años en los que se aspira a todo y no se obtiene nada. Aprovechando esta situación, los Mets se encaramaron al puesto más alto de la división.

No es fácil ser de los Mets en Nueva York, ni siquiera en Queens, sede de la franquicia. Tortuga, el simpático personaje de la serie Entourage, era nacido y crecido en Queens y no ocultaba ni su ropa ni su pasión por los Yankees. Y es que los Metropolitanos, que visten los colores azul por los Dodgers de Brooklyn y naranja por los Giants de Nueva York, son una afición sufridora, con fama de perdedora, pero orgullosa. Valga el ejemplo del presentador Jon Stewart que enloqueció en directo al ver a los neoyorkinos primeros de su división.

Ante el panorama que se les abría, en las oficinas de Citi Field se pusieron manos a la obra y reforzaron al equipo en ataque, ya que los bates no acompañaban a la soberbia defensa. Procedente de los Tigers de la Motown ha desembarcado Yoenis Céspedes, un soberbio bateador que no es descartable que envíe alguna bola a la avenida Roosevelt. Y no sólo el cubano ha reforzado ya un roster muy serio, el estupendo Juan Uribe también ha llegado al equipo de la ciudad que nunca duerme. En plena vorágine de traspasos y en pleno partido, Wilmer Flores escuchó que iba a ser traspasado y rompió a llorar. La hierba que regaron sus lágrimas siempre permanecerá verde y finalmente el venezolano permaneció en el equipo.

Cuando sólo quedaban tres semanas de temporada regular, los Mets visitaron la capital de la unión para disputar una serie de tres partidos que se antojaba definitiva. Los capitalinos, confiaban en dejar la desventaja de cuatro partidos en uno y así que a los Mets no soportaran sentir el aliento de los Nationals en la nuca y les temblaran las piernas hasta el final de la temporada regular. Los hinchas de los Mets afrontaban los partidos con nervios, sus jóvenes jugadores comienzan a saber lo que estar bajo los focos y las victorias ya no caían tan seguidas en el casillero Metropolitano. El primer partido de la serie fue para los de Nueva York por 8 a 5 y los nervios se templaron un poco. Pero el segundo partido marcó lo que puede ser el punto de inflexión de la temporada. Con el 7 a 1 a favor de los Nationals, los Mets lograron dar la vuelta a la situación hasta el 8 a 7 con Céspedes, batazo va batazo viene, como estrella de la remontada. El tercer partido sirvió para que los neoyorquinos sacaran la escoba y barrieran las ilusiones de los Capitals arrojándolas al fondo del río Potomac.

Todo apunta a que los Mets van a disputar partidos cuando sólo juegan los mejores y adornarán el Shea Bridge como si fuera Navidad. La hinchada quiere que esa manzana roja estilo pop-art que surje de la grada del Citi Field cada vez que hay un home-run no se marchite en otoño. La Estatua de la Libertad mira de reojo a Queens ante el jolgorio que proviene del distrito más poblado de New York y sonríe; al fin y al cabo ella siempre acogió a los pobres y desamparados. Los Mets quieren colocar su banderín en lo más alto del Unisphere de Flushing Meadows y sentirse los reyes del mundo.

Los tres últimos partidos de la temporada regular nos van a ofrecer un nuevo enfrentamiento entre los Mets y los Nationals y los de Nueva York esperan mantener la ventaja acumulada y que esos partidos sean intranscendentes

Si hay algún lugar en el que está permitido soñar esa es la ciudad de los taxis amarillos, como nos recuerda Alicia Keys, aunque Jay Z ni siquiera nombre a los Mets, en su Empire State of Mind: “Jungla de cemento donde los sueños se realizan/ no hay nada que no puedas hacer/ ahora estás en New York”

¡Ni siquiera ganar una Serie Mundial!