Steelers se quejarán por las interferencias contra Patriots

En la Tierra, hay una serie de lugares especiales, algunos dirían que mágicos, que evocan la imaginación de la gente. Los nombres se nos vienen a la cabeza… El Triángulo de las Bermudas… Stonehenge… Las Líneas de Nazca… La Isla de Pascua… A todos ellos habrá que sumar el Gillette Stadium en Foxborough, el misterioso lugar donde las comunicaciones de los equipos (preferentemente rivales) fallan sin causa aparente, como ocurrió en el estreno de la NFL durante la pasada madrugada.

Allá vamos otra vez…

Los problemas técnicos que asolaron el partido entre New England Patriots y Pittsburgh Steelers han vuelto a disparar el imaginario popular respecto a la enésima implicación del equipo de Bill Belichick en supuestas malas artes encaminadas a disponer de una ventaja que pueda llegar a ser decisiva en el competitivo mundo del fútbol americano.

La impresión es que lo próximo de lo que van a acusar a los Patriots es de estar implicados en el magnicidio de JFK.

Los citados problemas técnicos fueron evidentes a lo largo del primer cuarto, con los distintos responsables intentando subsanar el entuerto que afectó a ambos equipos pero que ha tenido su última novedad en las quejas que los Steelers van a poner encima de la mesa de la NFL.

Un furioso Mike Tomlin atendió a los medios de comunicación tras la derrota de su equipo por 28-21 y destacó que la comunicación “coach-to-coach”, es decir, entrenador con entrenador se vio interferida durante la mayor parte del primer cuarto y se podía seguir perfectamente la retransmisión de la radio de los Patriots.

Presionado por las preguntas de los periodistas, Tomlin confesó que siempre tenían problemas cuando jugaban en el campo de los Patriots.

Los problemas técnicos no estuvieron centrados exclusivamente en la banda de los Steelers. Bill Belichick afirmó que ellos también los habían tenido pero más bien en el terreno “coach-to-player”, llegando a barajar la posibilidad de verse forzados a que Brady se tuviera que cambiar de casco antes de que todo volviera a una relativa normalidad.

Al no producirse un fallo completo del sistema, no se pidió a los entrenadores de New England que desactivasen sus cascos durante las reparaciones.

Es importante destacar que los sistemas de comunicación que utilizan los equipos suelen dar numerosos problemas a lo largo de la temporada y los ocurridos en la jornada de ayer en Foxborough hicieron que arrecieran las críticas contra la competición.

La NFL se ha apresurado a sacar una nota a lo largo de la mañana para destacar que los equipos de comunicación que utilizan los entrenadores son suministrados por la propia liga pero que el equipo local es el encargado de la instalación y mantenimiento de los mismos.

Con todos esos datos y a pesar de la lógica indignación que tienen los Steelers, parece evidente que la polémica no ha hecho sino comenzar. La lista de escándalos que rodean a los Patriots y cuyos términos todos los aficionados al football ya conocemos, esto es, Spygate, Deflategate puede que tenga otro compañero de juegos…

Para aquellos interesados, el término “Headsetgate” ya ha sido acuñado.

ACTUALIZACIÓN 1: Finalmente y después de hacer un gran ejercicio de instropección, Pittsburgh Steelers ha decidido no seguir adelante con su queja. El portavoz del equipo, Burt Lauten, ha manifestado que "han proporcionado información a los representantes de la NFL acerca de las incidencias que ocurrieron el jueves por la noche en el Gillette Stadium con nuestro sistema de comunicaciones entrenador-con-entrenador", dijo el representante de los Steelers. "El problema se solventó durante el partido y no tuvimos más problemas en la segunda parte. No presentamos ninguna queja formal ni tenemos intención de hacerlo."

ACTUALIZACIÓN 2: En una compleja investigación que ha debido de durar en torno a un cuarto de hora, la NFL ha exculpado expresamente a los New England Patriots de toda implicación en el caso que afectó el primer partido d ela temporada entre los de New England y los Steelers de Pittsbugh.

El portavoz de la liga, Michael Signora señaló que la competición cree que “no hubo involucración ni manipulación por parte de cualquier individuo y que los Patriots no tenían nada que ver.”

El escrito afirma que “el problema fue enteramente atribuible a un problema eléctrico que se hizo peor por tiempo reinante.”. La liga “seguirá revisando el caso para determinar si se pueden dar algunos pasos en el terreno técnico para evitar problemas similares y evitar que ocurran en otros partidos.”

"Headsetgate" desinflándose en 3, 2, 1…