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MEXICANO EN LA MLB

Roberto Osuna es vital en las aspiraciones de los Blue Jays

La llegada del mexicano al puesto de closer en Toronto le ha dado la estabilidad necesaria a un club que busca llegar a playoffs por primera vez desde 1993.

La contribución de Roberto Osuna es fundamental en las aspiraciones de los canadienses.
Tom SzczerbowskiAFP

El béisbol corre por las venas de la familia Osuna. Antonio Osuna jugó diez años en las Grandes Ligas con Dodgers, White Sox, Yankees, Padres y Washington Nationals. Roberto Osuna Sr. jugó durante 22 temporadas en la Liga Mexicana, haciendo un poco de todo como pitcher titular o relevista. Roberto Osuna Jr. es el especialista a la hora de cerrar los partidos para Toronto Blue Jays a sus veinte años de edad.

En un momento de sus vidas profesionales en los que la mayoría de los jugadores todavía están en las ligas menores, siempre que hayan sido escogidos en el draft, Roberto se encuentra inmerso en una de las luchas más apasionantes de los últimos años en las Grandes Ligas de béisbol: la pugna que van a mantener los Blue Jays para alcanzar los playoffs por primera vez desde 1993.

Sin embargo, no es la primera vez que Roberto Osuna Jr. ha tenido que medirse a unos rivales muy por encima de su edad. De hecho, ha sido lo más habitual desde sus inicios en este deporte, enfrentándose a jugadores formados con 34 años mientras él contaba sólo con 16 en la Liga Mexicana.

Pero Roberto ha recibido los consejos del mejor mentor posible: su padre. “Es sólo un partido, haz tu trabajo y no intentes hacer demasiado”, le decía. De todas formas, contar con una soberbia bola rápida siempre ayuda y es lo que le ha llevado hasta este punto.

Como ha comentado anteriormente, siempre ha podido lanzar muy duro. A los doce años ya estaba entre las 75 y 80 millas. A los catorce llegaba a las 89-90. Con quince años, su recta alcanzaba la mágica cifra que todo ojeador desea, las 95 millas por hora.

En 2011 estaba considerado una de las mayores promesas por la prestigiosa publicación Baseball América y Toronto ofreció 1.5 millones de dólares para hacerse con sus servicios tras haber perdido en la pugna por fichar al también mexicano Luis Heredia.

La progresión de Roberto ha sido meteórica desde entonces y tras impresionar a los técnicos, logró terminar el spring training con Toronto, dando el salto desde la Clase A de las Ligas Menores, el equivalente a ascender de Tercera a Primera División en fútbol.

La compostura, nervios de acero y una fulgurante bola rápida ha sido la tarjeta de visita de Osuna desde entonces. Si ha habido un lastre para las opciones de los canadienses, ése ha sido la efectividad desde el montículo, ya sea por los que salen de inicio como los relevistas.

Pero todo ha cambiado de un tiempo al momento actual ya que Toronto ha logrado estabilizar un puesto tan estresante como es el de closer. Tras los complicados inicios del jovencísimo dominicano Miguel Castro, Brett Cecil tampoco le dio la estabilidad que deseaban y eso que tuvieron un período de tiempo en el que no hizo falta la actuación del closer por la manera en la que ganaban.

El 22 de junio es la primera oportunidad de Osuna de cerrar un partido y ha sido uno de los momentos clave de la campaña ya que han localizado a la mejor opción para el trabajo, a pesar de su tremenda juventud ya que ha mantenido la escasa ventaja que recibe en las trece últimas oportunidades que ha tenido. Desde entonces, todas las piezas han encajado a la perfección y el equipo ha despegado en la tabla. ¡Y eso que ni siquiera hemos hablado de la llegada de Price o de Tulowitzki!

En una escuadra con una enorme variedad de caracteres y nacionalidades, Osuna se ha integrado a la perfección y difícilmente se puede encontrar un mejor tutor para Osuna que LaTroy Hawkins, pitcher relevo de enorme veteranía que llegó junto a Tulo de Colorado.

Hawkins apura sus últimos instantes como jugador profesional y es casi la otra cara de la moneda de Roberto Osuna. Hizo su debut el 29 de abril de 1995 contra Baltimore Orioles. El mexicano había nacido el 7 de febrero de ese mismo año. La experiencia que está ganando el joven casi no se puede cuantificar.

A pesar de todo esto, hay una luz roja que conviene no olvidar. Osuna ya ha lanzado 53 entradas y dos tercios en 2015, una cifra más abultada que en cualquiera de los años anteriores en Ligas Menores. Todo ello sin contar con el tramo final de infarto que les aguarda a los Blue Jays en el que será utilizado de forma intensiva.

Sólo nos queda esperar que Cañoncito esté tan inmenso como lo ha estado hasta este momento y seguro que será vital en las aspiraciones de un equipo que apunta muy, muy alto.