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PGA CHAMPIONSHIP

McIlroy se recupera para defender su número uno

Con buen ojo, el PGA ha emparejado en un picante partido a Spieth y McIlroy, con la sal de Zach Johnson, el hombre sencillo de Iowa que ganó el British.

MEDIÁTICO. Rory McIlroy firma autógrafos tras una vuelta de prácticas en Whistling Straits.
AFP

Jordan Spieth y Rory McIlroy, cara y cruz hasta ahora de 2015, tienen desde hoy un duelo por la hegemonía mundial en el PGA Championship, el último major de la temporada, que se disputa en Whistling Straits, coqueto campo de ­Sheboygan (Wisconsin). El año dorado del texano Spieth se cimenta en dos majors (Masters y US Open), dos torneos PGA, un segundo en el British, putt infranqueable y temple de hierro. Si gana en Wisconsin el trofeo Wanamaker, tendría serias opciones de llegar al número uno. “No me preocupa, me centro en el torneo”, dice con madurez impropia de un chaval de 22 años, que sería el líder mundial más joven de siempre.

El que perdería el puesto de mayor privilegio sería McIlroy. Si en 2014 se hablaba de la Era Rors (ganó British y PGA) ahora se especula con la Era Spieth. “En seis meses todo cambia”, decía lacónico Rory, cuyo 2015 arrancó bien, con dos triunfos, pero un desafortunado partido de fútbol en julio le llevó a fracturarse el tobillo derecho y a no jugar el British. Su presencia en el PGA, donde defiende título, ha peligrado hasta el último momento. “Mi tobillo está recuperado. No he venido por defender el número uno, sino porque era el momento adecuado”, decía McIlroy, con cuatro majors en casa a sus 26 años, más preocupado por su putter: “Estoy bien con el chip y con el drive, todo dependerá del juego corto. Si estoy bien, tendré opciones de disputar la victoria”.

Aliciente. Con buen ojo, el PGA ha emparejado en un picante partido a Spieth y McIlroy, con la sal de Zach Johnson, el hombre sencillo de Iowa que ganó el British. El último grande es una reválida para los europeos, que desde 2011 siempre han cazado al menos un major. Aparte de ­McIlroy, Rose, Kaymer, Stenson son las balas. Y hay cuatro españoles: Sergio, Jiménez, Cabrera Bello y Larrazábal. Desde las profundides del ránking mundial (278º) emerge Tiger. Arranca el PGA.