Johnson y Stenson desafían a Chambers Bay y Tiger naufraga
El estadounidense y el sueco abrieron el US Open con 65 golpes (-5). Buen arranque de Jiménez (-1) y Sergio (par). Woods firmó 80 golpes.
Dustin Johnson y Henrik Stenson, dos de las pegadas más fuertes del mundo, fueron los primeros en desafiar a Chambers Bay, el links americano que la USGA ha preparado para el 115º US Open. Johnson, cañonero estadounidense de Columbia, tiró de su driver, pero también sacó su punto creativo y fue capaz de marcar una vuelta de 65 golpes (-5), algo impensable según se preveía que iba a estar el campo de Seattle.
“Pegué a la bola muy bien, manejé el driver, los hierros y me dejé grandes oportunidades de birdie”, dijo DJ, inactivo parte de 2014 “por problemas personales”, que hizo una declaración de intenciones en el hoyo 12 (el tercero de su recorrido). Trazó un golpe imposible y llegando al green de este par cuatro a la primera. Ese fue su primer birdie. A Casa Club llegó con seis y un solo bogey. Simultáneamente él, y con -5 también, llegaba Stenson, apodado Ice-Man y llamado a ser el primer sueco que conquista un major (tiene hasta siete top-5). Los 65 golpes eran el récord de Chambers Bay. Jordan Spieth, uno de los grandes favoritos, cumplió e hizo -2.
Los dos españoles en liza, Miguel Ángel Jiménez y Sergio García, lucharon frente a un comienzo complicado y firmaron un sólido arranque en el US Open que se disputa en Chambers Bay, un links cerca de Seattle. El Pisha arrancó con dos bogeys, pero el campo, donde hace falta dibujar el golpe, le va bien e hizo 69 (-1). También a Sergio le parece “interesante y diferente” Chambers Bay y sigue en la pelea con unos correctos 70 golpes (par). Aunque el de Borriol acabó enfadado con el campo: "Los greenes dejan mucho que desear. Creo que un campeonato de este calibre tiene que tener una superficie mejor".
Una de las decepciones de la jornada matutina fue Rory McIlroy. El número uno del mundo no pudo aguantar al par del campo y firmó 72 golpes (+2). Le tocará remar en la segunda jornada. El que quedó practicamente descartado es Tiger Woods, que firmó de nuevo una más que discreta tarjeta de 80 golpes (+10). "Peleé mucho, pero fue un día muy duro", dijo el Tigre.