COPA DEL REY
El Inter conquista ante el Marfil el único título que le faltaba
El Marfil Santa Coloma vendió cara su derrota (0-3), pero la aparición de Ricardinho, el gol de Pola y la mayor experiencia de los de Alcalá marcaron la diferencia.
Nueve ligas LNFS, ocho Copas de España, cuatro Copas de Europa, diez Supercopas, cinco Intercontinentales… y desde este sábado, una Copa del Rey adornan las vitrinas del Inter Movistar. El equipo de Alcalá de Henares, el más laureado del fútbol sala, conquistó el título que le faltaba en una vibrante final ante el Marfil Santa Coloma. El equipo catalán, el decano de este deporte en España (1975), puso las cosas muy complicadas y fue un dignísimo rival.
La primera parte tuvo un nombre propio: Dídac. El portero del Marfil fue el principal culpable de que no se moviera el marcador. El Inter tenía el control, marcaba el ritmo y creaba las ocasiones, pero todas chocaban contra el meta forjado en la cantera del Barça. Mención especial a la que salvó el tanto hasta en tres ocasiones, siendo Sepe bajo palos el que ponía el último cerrojo.
Y claro, el Marfil poco a poco también empezó a llegar a la meta de Luis Amado, que también respondió con suficiencia cuando Salgado o Martel así se lo exigieron. El histórico portero, a punto de cumplir 39 años, fue el encargado de guardar la meta del Inter y estuvo, como ha acostumbrado en su carrera, perfecto. Así, con los porteros como protagonistas, se llegó al descanso.
Tras la reanudación, el Inter se sacó su as en la manga. Ricardinho, que recibió el alta apenas dos días antes y aunque no había disputado ni un minuto en la primera mitad, salió a la pista azul. Y cuando O Mágico aparece, ocurren cosas. En el segundo balón que tocaba se inventaba un pase elevado hacia Cardinal que el pivote remataba picado. Volvió a aparecer Dídac, pero el rechace lo aprovechaba Pola para inaugurar el marcador. ‘Efecto Ricardinho’ le llaman.
El Marfil no se arrugó, tampoco Dídac, que seguía manteniendo a los suyos con paradas tremendas. Y así, en el 28, Dani Salgado tuvo la ocasión más clara para los de Santa Coloma. Pero esta vez ocurrió lo que casi nunca, que el ‘killer’ (48 goles en Liga) falló, mandando el balón al palo cuando estaba sólo ante Amado. Para desgracia del equipo catalán, tres minutos después Martel también se encontraba con la madera tras un tiro cruzado.